BRASIL, Cássio Leal/Daniela Gomes. La Juventud Apostólica de Schoenstatt y los jóvenes de la Parroquia Nuestra Señora de la Concepción de Jaraguá en São Paulo, realizaron por cuarto año la Navidad Solidaria, visitando en la Nochebuena a personas necesitadas en pleno centro de la ciudad. Una experiencia inolvidable en la vida de los jóvenes que, dejando sus familias en casa, llevaron no sólo el pan, sino también algo de luz a cientos de personas sin hogar.
La Noche de Navidad es el tiempo de celebrar el nacimiento de Jesús, la fecha en que recordamos el milagro de la presencia de Dios entre los hombres en su Hijo, luz y salvación del mundo. En este día las familias cristianas de todo el mundo se reúnen, celebran, intercambian regalos y van a Misa de Nochebuena… La Juventud Apostólica de Schoenstatt (JUMAS y JUFEM) y los jóvenes de la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, celebró la Navidad en la Misa y luego con sus familias. Pero cuando el reloj marcaba las dos de la madrugada, muchos de ellos dejaron a sus familias en casa para celebrar la Navidad con gente que ni siquiera conocían, centenares de personas en situación de calle esparcidas por el centro de una de las ciudades más grandes del mundo, así como aquellas personas que por su trabajo no podían estar con sus familias: cargadores, guardias, policías, conductores, etc.
Sé Luz
Esta cuarta edición de la Navidad Solidaria, se está haciendo tradición para los jóvenes de Jaraguá, a ejemplo de la Juventud de Buenos Aires, Argentina, que ya realiza esta campaña hace varios años. El tema de este año fue la luz. Cristo es Luz del mundo y por eso estos jóvenes escogieron en esta Navidad Solidaria, ser luz para muchas personas desamparadas o que viven en la oscuridad. Caio Bonicontro de la JUMAS realizó el logotipo de la campaña, diseño que fue impreso en las camisetas que usaron los jóvenes. Se hizo un homenaje a Michel da Silva, un joven de la Juventud Masculina que falleció hace algunos años en un accidente automovilístico, imprimiendo su nombre en una de las mangas. Los padres de Michel participan activamente en la parroquia y se sintieron contentos por el homenaje. Para los jóvenes, Michel continúa siendo luz arriba en el cielo.
La organización fue difícil. Al comienzo pocos miembros de la Juventud Apostólica mostraron interés en participar. En realidad fue la juventud de la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, quienes entregaron su aporte, vital para la realización de Navidad Solidaria. Se movilizaron muchas personas para conseguir donaciones de panetones, bebidas y dulces para los niños. Fueron horas de trabajo, llamados telefónicos a empresas, visitas puerta a puerta para obtener los recursos, horas de sueño perdidas. Pero parece que la Providencia estaba del lado de los organizadores, por lo que pudieron armar 1.600 bolsas con un trozo de panetone, refrescos y dulces. Daniela Gomes de la Juventud Femenina y una de las organizadoras del evento, incluso consiguió una donación de la Juventud Masculina de Guayaquil, que de esta manera participó material y espiritualmente de la campaña. En total, 70 jóvenes se dividieron en cuatro grupos: Sé, República, Anhangabaú y Santa Cecília (barrios del centro de São Paulo, donde se concentra el mayor número de personas en situación de calle). Un día antes, cuando los organizadores estaban ajustando los últimos detalles y llenando l as bolsas, una estación de TV se acercó a la Parroquia para entrevistar a los jóvenes y saber sobre el proyecto.
Llevar mucho más que pan
A las dos de la madrugada, los jóvenes se reunieron en un momento de oración en la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción antes de tomar el bus hacia el centro de la ciudad. El Padre Severino Araújo, del Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt y párroco en Jaraguá, estuvo presente en el envío de los jóvenes, les dirigió algunas palabras destacando la importancia del acto que estaban realizando y les dio la bendición.
El propósito del proyecto no es solamente llevar ayuda material a los habitantes de la calle, sino además conversar con ellos, conocer algo de su historia y llevarles una palabra de amistad, de fuerza y de fe. Sólo cuando se camina de madrugada por el centro de la ciudad, se puede tener una noción de la cantidad de personas que viven en la calle: son familias enteras, discapacitados, mujeres embarazadas, niños, ancianos, cada uno con una historia diferente que impresionó a los jóvenes que en esa noche quisieron ser luz para esas personas.
Volviendo a casa el día de Navidad
Una historia curiosa es la de un hombre que caminaba por el centro de la ciudad, cerca del Patio del Colegio, donde fue fundada la ciudad por los jesuitas en 1554. El no era morador de la calle. Tenía casa y su familia vive en Sorocaba, una ciudad que está a una hora y media de São Paulo. Vino São Paulo para trabajar como cargador en el Mercado Municipal y un día antes le habían robado en una estación del metro. No tenía ni documentos ni dinero para volver a casa a celebrar Navidad en familia. La policía lo orientó a una Asistente Social que le podría ayudar a regresar a casa, pero tampoco consiguió ayuda. En cuanto los jóvenes escucharon su historia, lo llevaron personalmente al Terminal de Autobuses donde le compraron un pasaje de regreso a casa. Sin duda ni él, ni los jóvenes se olvidarán de esta Noche de Navidad.
Cuando los grupos terminaron de recorrer los barrios del centro, se encontraron en Teatro Municipal de la ciudad para tomar el bus de regreso a la Parroquia. Otros jóvenes y algunos padres habían preparado desayuno para todos, para terminar la Navidad Solidaria como una gran familia.
El equipo organizador de la Navidad Solidaria, agradece a todos quienes hicieron posible la realización de este sueño y que dieron una Navidad de luz a tantas personas que viven o trabajan en el centro de São Paulo.
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Felicitaciones chicos, han tenido una idea excelente, y espero que se repita muchas veces. Los felicito, necesitamos muchos jóvenes como Uds. para hacer un mundo mejor. Un abrazo desde Burundi!