PARAGUAY, Carmen y Hugo Cáceres. En la catedral de Montevideo, en septiembre de 1997, al terminar la misa, formábamos fila entre sacerdotes para saludar al Monseñor Cotugno, Arzobispo de esa ciudad, en un aniversario importante de su ordenación, y al mismo tiempo tratar de invitarle para que bendiga nuestro Santuario Hogar.
Nuestros hijos Hugo, Magali y Joaquín, junto a nosotros vivíamos en Montevideo, y si bien nos iniciamos en el Movimiento en Paraguay, muy pronto emigramos por razones de trabajo.El Padre Antonio Cosp que nos asesoraba dijo que la bendición del primer Santuario Hogar en esa ciudad tenía que ser una ceremonia muy significativa, y nos pidió que le invitemos al mismo Arzobispo, que además era una figura pública importante. Como no podíamos dar con él, fuimos a esa ceremonia y le invitamos. No asistió, pero sí dijo que nos enviaba su bendición.
Ese fue el principio de «Tabor», nuestro Santuario Hogar, que es de los regalos más lindos que hemos recibido como matrimonio y como familia. Desde entonces «Tabor» se hizo viajero con nosotros… Uruguay, Paraguay, México y Estados Unidos. A la sombra de «Tabor» hemos vivido tantas bendiciones, momentos difíciles, la lejanía, muchas decisiones y tantas alegrías que le entregamos a la Mater.
Mientras recorres la vida…
Como dice la canción «mientras recorres la vida, tú nunca solo estás…», así nuestro Santuario nos ha cobijado, transformado y enviado… y estando lejos nos hizo sentir todavía más vinculados a Tupãrenda, al Santuario Joven y también a nuestro país.
En diciembre de 2008 participamos de la bendición del primer Santuario Hogar en Maryland, Estados Unidos, y ahora estamos trabajando con el primer grupo de matrimonios que selló su alianza de amor recientemente, en la conquista del Santuario Hogar.
Aunque sólo somos pequeños instrumentos, estamos profundamente convencidos de que el Santuario Hogar es de las mayores gracias que una familia puede recibir.
Nuestro Santuario Hogar es el pequeño «Tabor» de nuestra familia. De todo corazón deseamos que muchas familias conquisten su Santuario Hogar, y hagan de su Hogar un verdadero Santuario.
Fuente: Revista Tuparenda
