CHILE, Isidora Vial. Tras tres años de arduo trabajo, la Corporación de Beneficencia {cms_selflink page=»maria-ayuda-chile» text=»María Ayuda,»} en conjunto con la Fundación Minera Escondida, inauguraron el primer hogar construido especialmente para niñas en la ciudad de Antofagasta y en Temuco con el apoyo de la Cámara Chilena de la Construcción de esa región, se inauguró la nueva casa para adolescentes embarazadas.
Después de 25 años, María Ayuda ha abierto sus puertas en el norte y sur del país. Iquique, Antofagasta, Viña del Mar, Curicó, Concepción, Los Angeles y Temuco se suman a esta obra que nació a la sombra del santuario de Bellavista.
Hoy 20 niñas en Antofagasta cuentan con un nuevo hogar, que las recibe con los brazos abiertos. El Hogar «Bárbara Kast» fue diseñado especialmente para que las niñas puedan sentir la residencia como un hogar cálido y acogedor. Además cuenta con un equipo de profesionales que busca potenciar el crecimiento de las niñas y trabajar en conjunto con sus familias, para así prevenir y reparar las situaciones de violencia, abuso o abandono que lamentablemente han sufrido las menores. «Fueron 2 años muy difíciles, donde sólo el amor por la causa de los niñas y niños en riesgo y la fe en la Virgen, sacaron adelante este sueño» comentó el P. Francisco Pereira, Director Pastoral de María Ayuda, frente a las dificultades de desarrollo del nuevo proyecto.
Hoy las niñas ya pueden experimentar lo que significa un cambio radical en sus vidas, en dignidad, en comodidad, en atención profesional y muchos otros aspectos en muy poco tiempo.
A la ceremonia de inauguración asistieron el Arzobispo de Antofagasta, monseñor Pablo Lizama, el Director Pastoral de María Ayuda, P. Francisco Pereira, el Gerente, Francisco Petour, el Presidente del Directorio de la Fundación Minera Escondida, Carlos Mezquita, la alcaldesa Marcela Hernando y Juan Alfredo García, director de María Ayuda, y todo el Consejo de Antofagasta, entre otras destacadas autoridades.
Pero las invitadas de honor fueron las 20 niñas, quiénes vivirán y disfrutarán de las instalaciones de la nueva obra de María Ayuda en Antofagasta. El Hogar «Bárbara Kast» es una construcción de 555 metros cuadrados, con una infraestructura moderna, con habitaciones y espacios para compartir velando por su bienestar y desarrollo.
El camino hacia «Bárbara Kast»
Iquique, fue la primera ciudad del norte en llevar a cabo la obra de María Ayuda en su región. Debido a esto, miembros del Movimiento de Schoenstatt de Antofagasta, entusiasmados con esta iniciativa social, se plantearon también la posibilidad de replicar esta opción solidaria. Hugo Thenoux, actual presidente del consejo de María Ayuda en la región, viajó a Santiago a plantearle esta idea al P. Francisco Pereira. El camino de un nuevo sueño para la gente del norte y sus niños y niñas comenzaba a hacerse realidad. Primero se comenzó la labor, asumiendo la dirección y organización de un hogar de niñas ya existente, pero éste se encontraba en condiciones extremadamente precarias e inseguras para las niñas.
Tras una serie de reuniones con las autoridades de la zona y de empresas privadas, poco a poco se fue viendo la luz y la voluntad de Dios para que el proyecto y la idea de crear un nuevo hogar con condiciones adecuadas funcionara. Las niñas fueron trasladadas a un hogar temporal y simultáneamente se le propuso a María Ayuda tomar también una residencia para niños. Aunque el conocimiento y los recursos eran escasos, la Providencia fue dando las oportunidades para gestar esta iniciativa.
Después de haber conseguido un sitio adecuado para la construcción, a un kilómetro del santuario, en la zona norte de la ciudad, se presentó entonces el proyecto de un Hogar definitivo a la Fundación Minera Escondida. Este proyecto fue aprobado íntegramente, pudiendo realizarse en noviembre de este año, su inauguración y bendición.
En este momento, los niños que acoge el Hogar «Mario Hiriart» también están buscando la oportunidad de poder acceder a una nueva casa. La Corporación María Ayuda espera, que con la fuerza de este grupo de laicos que conforman el Consejo de María Ayuda en Antofagasta, más el apoyo de la casa central en Santiago y la solidaridad de otras regiones del país, el sueño de un segundo hogar se haga realidad.
En tres años y pasando por inmensas dificultades de todo tipo, los antofagastinos pueden decir, que Schoenstatt tiene una obra social cada vez más consolidada, y que de seguro será un signo muy elocuente entre la pobreza de muchos sectores de la ciudad.
Levantando un techo en Temuco
En la ciudad de Temuco también fue entregada en el mes de diciembre una nueva casa de María Ayuda. Se trata de una maravillosa residencia para jóvenes adolescentes en conflicto de embarazo, con una capacidad para 20 niñas y sus bebés. Se trata de la «Casa Belén», que comenzó como un pequeño proyecto impulsado por un grupo de laicos, que con el correr del tiempo se tuvo que fusionar con otro gran hogar ya existente, transformándose en el único hogar de este tipo de la ciudad.
Este audaz grupo de laicos y los Padres de Schoenstatt de la ciudad, decidieron asumir el desafío y así transformar la vida de tantas adolescentes convirtiendo muchos embarazos no deseados, en vidas amadas.
Posteriormente, y con el apoyo de la Cámara Chilena de la Construcción de Temuco, se logró sacar adelante la construcción de la nueva casa. Es por este motivo, que la ciudad de Temuco, espera el apoyo fundamental de los socios, voluntarios, grupos, empresas, y sobre todo de la Familia de Schoenstatt, ya que sin esto se hace tremendamente difícil llevar a cabo esta tarea.
El año 2009 se despidió con un María Ayuda con gran esperanza de seguir creciendo y consolidándose a nivel nacional y recibe el Bicentenario con la posibilidad de ampliarse a nuevos proyectos e iniciativas.
Fuente: Vínculo 12/2009
