ARGENTINA, Graciela y Eduardo Cossi/mca. El día 8 de diciembre, en la Iglesia de La Merced y al finalizar la Misa, se reunieron en torno al cuadro de la Mater miembros de toda la Familia de San Juan para coronarla como «Reina de la Unidad Familiar y del Terruño». Se le ofreció, como desde hace tres años, una corona de flores y los aportes al capital de gracias. También, por parte de la Campaña, tuvieron la fortuna durante la Misa de poderle ofrecer el compromiso de los primeros misioneritos y se consagraron los hijos de los matrimonios a la Virgen ofreciéndole una flor blanca, símbolo de su pureza.
El título de la coronación fue la reiteración de el del año anterior porque en el Consejo de Familia vieron que hoy más que nunca este reinado era imprescindible para la familia de Schoenstatt, la iglesia y el país.
Esta coronación es, por una parte, el reconocimiento de la realeza de María y de todos los dones y gracias que posee para conducir el mundo hacia la salvación, que le fueron dados por su mismo Hijo, Nuestro Señor. Por otro lado, es el pedido explícito de que venga y se haga presente en nuestro tiempo y nuestro lugar para reinar sobre situaciones o necesidades clave para nuestro crecimiento, y que lo haga con todo su poder.
Finalmente es un compromiso por parte de la familia de Schoenstatt a contribuir con abundantes aportes al capital degracias para probarle a la Virgen la auténtica intención de su pedido y así hacer suave violencia para que la Mater acceda al mismo.
Una invitación a todos los schoenstattianos de San Juan
La coronación, vista así, no dista demasiado del compromiso de la Alianza, que vive por la adhesión y perseverancia en los ideales probados por medio de los aportes al capital de gracias, y el reinado se hace eficaz con el amor a la Mater traducido en obras, transformaciones interiores, oraciones, reverencias a su imagen – en definitiva, en abundantes aportes al capital de gracias.
Es a esto a lo que se invita a todos los schoenstattianos de San Juan, en el anhelo del propio Santuario, para lo cual hace poco tienen ya el terreno: a probar el amor, pues el de la Mater permanece siempre vivo y pródigo.
Ella es la Virgen fiel, Ella llama y nunca se olvida de aquellos a los que llamó, Ella es la gran misionera y obrará milagros, sólo hay que probarle en lo más íntimo del corazón que verdaderamente quieren que sea la Reina de la Unidad Familiar y del Terruño.
El Santuario es para mi el hogar de Dios. Donde hay una madre muy bella y buena que me recibe y me ama. Un Padre que me proteje y me da su paz y alegria. Tambien hay angeles. ( San Miguel y bueno claro todos los angeles que acompanan a la Virgen). El Santuario es para mi un lugar santo, donde me siento verdaderamente hija de Dios. Es el lugar donde con toda seguridad la Madre del cielo está regalando gracias. Me gusta mucho visitar los Santuarios de Schoenstatt.
EL SANTUARIO ES UN SITIO DONDE SE RESPIRA PAZ TOTAL, SE SIENTE LA PRESENCIA DE DIOS.
El Santuario para mi es Tierra Santa, corazón de la Alianza, donde late el Amor del Padre,
El Santuario para mí lo es todo. Es el lugar a donde siempre quiero volver. Es el lugar donde encontré paz, donde La Mater al tomarme de su mano me devolvió la seguridad de que ya nunca más iba a estar sola, que siempre estará a mi lado.
El Santuario es para mi donde el Cielo toca la Tierra, lugar de paz, amor, alegría, cobijamiento, escucha, de donde se sale renovado y con nuevas fuerzas.
Mi Santuario Hogar "Madre del Buen Consejo" ha sido para mi la presencia real de la Madre y el Hijo en mi hogar, mi consejera, quien escucha todas mis quejas, alegrías, preocupaciones, puedo conversar con Ella horas y horas.Hace dos años que soy viuda y vivo sola ha sido para mi el refugio, el consuelo, la fortaleza, y de la mano de Ella sigo el camino que Dios me ha señalado, quien mas que Ella nos puede conducir y no dejarnos equivocar.
El Santuario para mí es Todo.
Cuando me fui a trabajar a Schoenstatt, Alemania, me fui con bastante alegría y al mismo tiempo mucha pena de dejar a mi amado santuario de Bellavista en Chile…llegar al lugar de Schoenstatt y abrir la puerta del Santuario Original fue simplemente maravilloso: a pesar de los miles de kilómetros, nuevamente llegaba a mi casa: la Matercita me esperaba con Jesús en sus brazos. Y esa experiencia es la que siempre siento cuando abro la puerta de santuarios en distintos lugares: ahí está mi hogar, ahí está la mamá…
El Santuario es todo para mí. Ella siempre me está esperando con su sonrisa, su niño en los brazos y su maravilloso corazón maternal. Ahí está Jesús, el Padre Dios, el Espíritu Santo, San Miguel, San Pedro, San Pablo, San José, San Vicente Pallotti, nuestro querido Padre, Mario Hiriart, el P. Jonathan, todos nuestros santos queridos, llenándonos de amor, de gracias y bendiciones. Cada vez que la visito, o me traslado espiritualmente al Santuario, siento un profundo agradecimiento, un bienestar indescriptible.
El Santuario Original es «Mi Santuario Original» por eso lo es todo. Simplemente, el Santuario es la razón de mi vocación. Desde ahí y para él, Dios me llamó, La Mater me eligió, y el PK me confirmó…¿Se puede pedir algo más?
El santuario original es el corazón de la mater hecho sagrario. En ese lugar sentimos que el amor y el abrazo de Dios y su madre están preente….que verdaderamente la virgen tomó en serio el pedido del padre José y de sus alumnos, porque se siente que en esa pequeñita capillita …. Ella está, nos mira, nos toca, nos habla, nos consuela y lo mas grande es que…estemos donde estemos….con solo recordarlo, basta con meternos en el y de rodilla o paraditos volvemos a sentir que ese lugar es de Dios…el santuario origianl es un faro trinitario cuya luz se expande e lumina a todos…..Es la imagen verdadera del cobijamiento de Dios y su madre!!!
Dios está aquí!…María está aquí!…¡Cuanto AMOR para recibir! ¡Cuanto AMOR para dar!
Fue el sentimiento que se grabó a fuego en nuestra memoria y corazón cuando de rodillas por primera vez en el Santuario Original recibimos la bendición con el Santísimo expuesto.
Dios me ha bendecido con la posibilidad de visitar el Santuario Original y desde ese momento, entre tantas cosas que le pido, le insisto fervientemente para que me permita volver. Uno no es el mismo schoenstattiano después de conocer ese lugar, donde comenzó todo…La sensación es una y seguramente común a todos: uno ingresa y ya no quiere salir. Uno sale y quiere volver a entrar. Uno pasa a 100 metros y no puede dejar de desviarse para entrar nuevamente. Allí está "La Madrecita" como tan cariñosamente le decía Don Joao, esperándonos y….¡Nosotros ansiando estar con Ella!.
El Santuario es el HOGAR, donde nuestra Mater nos cobija, nos transforma y nos envía. El Santuario es NUESTRO LUGAR, NUESTRO TABOR, que nos permite exclamar ¡QUE BIEN ESTAMOS AQUÍ!
El Santuario es el lugar mas sagrado que he encontrado en la tierra, alli he podido dejar mis lagrimas que la Santisima Virgen ha recibido para purificar mi corazón y el de mis hermanos, especialmente Los Madrugadores. Reconocer en este lugar lo que somos es una verdadera transformación interior.
En este lugar he he ido aprendiendo cada día a ser la prolongación de la familia del Padre José Kentenich, que no ha sido facil. Con mucho Amor la Matercita ha dicho en el silencio de mi corazón, ante mi rebeldía de las autoridades arrogante.
"En el corazón de Jesús tienen cabida todos los hombres, pués son tus hermanos", Ante esto ella ha sanado mi corazón y se que el de muchos hombres.
el Santuario es el Hogar, la casa de todos, el lugar del encuentro con los aliados, la alegría profunda, la fuerza para seguir el camino; el Santuario es para toda la vida, lo conocés y nunca más podés separarte de él.!!
Exclamo como los Apostoles: "que bien estamos aqui" Es el taller donde la Madre nos educa, transforma y envia. Es nuestra casa,donde podemos descansar y salir con nuevas fuerzas, para entregarle a la Madre nustros brazos, manos, piernas, mente, labios y con ellos salir a construir el Reino de su Hijo, siendo las pequeñas Marias que el Padre Kentenich queria.
Para mi el Santuario es como la "estación de gasolina" para un coche, donde tomo todo el combustible para poder seguir por la vida, si no lo tuviera, no podría continuar, allí esta la fuente que me impulsa a seguir; María, y con Ella a Jesús.
Desde el primer dia que entramos con mi esposo al Santuario, sentimos que lo haciamos para siempre porque la Mater con su mirada nos dijo: ustedes son mios y desde hoy seran siempre mios.La generosidad de Jesus de la Mano de su Madre nos regalo en Miami el Santuario Luz y Camino hacia el Padre Misericordioso, donde vivimos cobijados, y siempre añorabamos el Santuario de Guayaquil Familia del Padre, Hogar para el mundo al que pertenecemos desde hace casi 40 años. El Santuario al cobijarnos nos da la fortaleza que tanto necesitawmos , nos ayuda a transformarnos en instrumentos aptos y eso nos lleva al apostolado que lo hacemos llevando en las manos a la Mater Peregrina que es la que nos abre las puertas y los corazones.Y nuestra carta de presentacion es "somos de Schoenstatt y tenemos Santuario que los espera.
El Santuario es para mí un verdadero Tabor, donde el tiempo no existe y provoca el mismo sentimiento de los Apóstoles "permanecer allí". Realmente es un lugar de gracias, donde uno se siente cobijado, transformado y con ganas de compartirlo con otros. Es una experiencia muy fuerte y como tal intransferible, hay que estar allí y vivirla.
El Santuario es mi anhelo más grande…un anhelo que nos une en una comunidad de corazones, donde me siento más cerca de Dios, de Su madre, y de todos mis hermanos. Donde, al recibir cobijamiento me siento capaz de cobijar a los demás, donde día a día mi corazón se transforma para dar mucho más. Donde se enciende la chispa de la alegría, y el fuego de regalar.
Mientras que sigo anhelando el Santuario Filial, tengo en mi casa un "Refugio de Paz".
El Santuario es para mí, el taller del hombre nuevo, allí sellamos nuestra Alianza de Amor, allí depositamos nuestros capitales de Gracias, allí recurrimos, para compartir alegrias y penas, la Mather siempre esta solícita para calmarnos, encontramos allí un santo refugio para el alma, es un lugar de GRACIAS, un lugar querido por Dios, allí verdaderamente experimentamos el NADA SIN TÍ, NADA SIN NOSOTROS.
Tengo la gracia de vivir muy cerca, y experimentar las gracias que recibe el peregrino, gente que llega con diferentes problemas de salud, de trabajo,problemas familiares etc. y luego vienen a agradecer, vivenciar todo esto, además de lo personal, me hace asegurar que VERDADERAMENTE EL SANTUARIO ES UN LUGAR DE GRACIAS-
un hogar! donde quiera que esté, en el momento en el que estoy en él, estoy en casa… ahí donde mi madre celestial me espera y me cobija, ahí donde gano fuerzas para seguir y llevarla a Ella y a Jesús hacia los demás.