Publicado el 2009-11-27 In Vida en alianza

Siguiendo las huellas del Padre Fundador en Limburgo

Representantes de la familia de Schoenstatt de Limburgo en el lugar de la ordenación del Padre KentenichALEMANIA, Susanne Ortseifen. El 14 de noviembre del 2009, el padre Hermann-Josef Kändler, asesor diocesano de la familia de Schoenstatt en Limburgo invitó a los miembros de la Familia a celebrar juntos un día muy especial. El 8 de julio del 2010 se celebrarán los 100 años de la ordenación del fundador de Schoenstatt, Padre José Kentenich. Es así que 50 schoenstattianos se reunieron en Limburgo, en la en aquel entonces capilla privada de los Palotinos donde el Padre Kentenich fue ordenado como sacerdote por el obispo palotino Heinrich Vieter de Camerún en el año 1910.

 


Día de estudiosCon la proclamación del año sacerdotal (19 de junio 2009 – 11 de junio 2010), el Papa Benedicto XVI ha reiterado la invitación a orar por los sacerdotes y por las vocaciones sacerdotales.

Abordar el tema de la vocación

El Padre Kändler interpretar estos dos acontecimientos, el 100º aniversario y el ya en curso año sacerdotal como una oportunidad para abordar seriamente el tema de las vocaciones.

El habló del sacerdocio universal, aquel que todos los cristianos recibimos a través del bautismo y la confirmación. Así pues, la tarea de todos los cristianos es la de representar a Jesucristo de manera original.

Capilla en LimburgoPrimero el grupo se ocupó de analizar los primeros años de sacerdocio del Padre Kentenich, caracterizados por muchos altibajos. Después de su ordenación como sacerdote en 1910 en Limburgo, trabajó como profesor en un colegio de los Palotinos en Coblenza-Ehrenbreitstein. En 1912 los Palotinos adquirieron nuevas dependencias en Vallendar. El Padre Kentenich se convirtió en el nuevo asesor espiritual de la escuela secundaria en Vallendar y allí fundó Schoenstatt en 1914. En el transcurso de su vida surgieron las diferentes comunidades: para hombres, mujeres, familias y jóvenes.

El Padre José Kentenich vivió su sacerdocio de una manera muy consciente. Durante muchos años se ocupó de los retiros para sacerdotes. Tenía una visión realista de los desafíos de ésta profesión y pudo reconocer tendencias emergentes con bastante claridad.

Lo que más impacta de la vida sacerdotal del Padre Kentenich

Antes del almuerzo con los hermanos Pallotinos, pequeños grupos intercambiaron ideas acerca de lo que más les impactó de la vida sacerdotal del Padre Kentenich. «El Padre Kentenich fue un buen oyente», dijo un participante espontáneamente, «ayudó a innumerables personas y también las acompaño en oración. Especialmente en estos tiempos tan acelerados, debería servirnos como ejemplo, para tomarnos tiempo para el prójimo, para escucharnos y porque no, para rezar los unos por los otros».

Otro participante refiriéndose al Santuario de Schoenstatt en Wiesbaden-Freudenberg, dijo: «Cuando voluntariamente me ocupo del mantenimiento del jardín alrededor de santuario, siento que para las personas que vienen a rezar y a la Santa Misa, les estoy preparando el camino hacia Dios. Yo lo ofrezco como mi servicio sacerdotal para la iglesia».

Todo el grupoPara los sacerdotes presentes, el Padre Kentenich es un ejemplo a seguir; incluso en medio de dificultades y decepciones estar seguros de que Dios no nos abandona.

El día terminó con la celebración de la eucaristía y una oración en conjunto en la capilla de los Palotinos. Los participantes convinieron en que para muchas personas, el Padre Kentenich puede ser una guía en el camino a descubrir el sentido propio de sus vidas.

Traducción: Gilka Aranibar, Alemania

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