Publicado el 2009-11-12 In Vida en alianza

Sesenta años de la llegada del Fundador a la llamada “Casa del Padre” en Bellavista

Un encuentro en la "Casa del Padre" en Bellavista, ChileCHILE, Hna. M. Ivonne Latsague V. El Santuario recién construido parecía, según palabras del Padre Kentenich, «una casita de muñecas» en el inmenso terreno. Las Hermanas necesitaban adquirir una casa cercana para cuidar del lugar de gracias, pero los únicos vecinos no pensaban en vender la suya. El día 31 de mayo, antes de colocar en el altar la carta para los obispos de Alemania (tercer hito en la historia de Schoenstatt), el {cms_selflink page=»kentenich» text=»Padre Kentenich f»}ue a la casa vecina para enterrar una medalla de la Mater en el patio, a fin de hacer suave violencia al cielo…


El Padre Kentenich con Hermanas de María frente de la casa, 1949El día 5 de junio coronó a la Mater en el Cenáculo como Reina de la Misión del 31 de mayo, implorando, además, su intercesión real ante las necesidades materiales y económicas de las Hermanas.

Al día siguiente, los vecinos – un matrimonio y su pequeño hijo – informan a las Hermanas que han cambiado de opinión y han decidido venderles su casa. Esto alegró muchísimo al fundador considerándolo un primer fruto de coronación.

El Padre José estuvo en esta casa, conocida ahora por todos como la «CASA DEL PADRE», del 8 al 14 de noviembre de 1949 y del 29 de enero al 15 de marzo de 1951. La casa se conserva intacta, declarada hace algunos años por la Municipalidad como PATRIMONIO CULTURAL.

Un lápiz grabado con el rostro del Padre

CoroComo una forma de hacer más conocida la persona del Padre y atraer peregrinos a este lugar histórico de la presencia del fundador, el equipo del Secretariado del Padre quiso celebrar festivamente su primera llegada a la pequeña casita.

Alrededor de 350 personas llegaron a participar de un cóctel al aire libre, amenizado por un coro polifónico que interpretó algunas canciones folklóricas. Cada persona recibió, a modo de bienvenida, un lápiz grabado con el rostro del Padre.

La habitación del Padre KentenichUn incesante peregrinar por las dependencias de la casa, deteniéndose especialmente en el dormitorio donde el Padre se alojó en 53 oportunidades y que conserva su cama y muebles desde entonces, fue lo que más impresionó a los visitantes.

Nadie se fue indiferente. Los schoenstattianos antiguos agradecían la iniciativa, los peregrinos habituales se alegraban con el gesto, los que venían por primera vez se iban asombrados del descubrimiento del lugar y de la persona del Padre y prometían volver con más frecuencia.

Un día de un acercamiento más filial a la persona del Padre Kentenich

Encuentro en la Casa del Padre, BellavistaUn peregrino contó: «El Padre Kentenich sanó a mi hijo de una grave enfermedad». Una señora, con el orgullo de alguien que está acostumbrada a ello, le explicaba a otra que venía por primera vez cómo debía escribir su petición en las hojas que estaban en el oratorio. Algunos se hincaban espontáneamente frente a la cama del Padre.

Fue realmente un día de gracias, de encuentro fraterno y de un acercamiento más filial a la persona del Padre Kentenich.

En la Casa del Padre, BellavistaUna linda experiencia natural y sobrenatural que, como Secretariado del Padre, le regalaron a la Mater en su Santuario como aporte al Capital de Gracias por la pronta beatificación de nuestro Padre y Fundador.

1 Responses

  1. Jimena dice:

    Me alegro por esta noticia. Pensé que sería muy bueno si nos cuentan algunas experiencias de personas que acuden al Padre, la amistad que hay con él, que le piden, que les concede. Felicitaciones, Jimena

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