Sandra Lezcano. La Mater se hizo tan visible el fin de semana pasado en Schoenstatt; la semana empezó con mucha lluvia y frio, pero cuando los jóvenes empezaron a llegar para organizar la Noche del Santuario, ella empezó a abrir el cielo y el fin de semana fue un pleno verano en Schoenstatt.
Cada vez que renuevo la Alianza de Amor siento que la Mater también lo hace
Hubo muchos lindos momentos en el transcurso del fin de semana. Uno de ellos fue el sábado por la noche con la Renovación de la Alianza de Amor en el Santuario Original. Fue un momento en el que cada uno pudo tener su propia vivencia con la Mater, un momento en el que yo pude experimentar que ella toma en serio mi Alianza de Amor.
La procesión hecha desde la carpa ubicada frente a la Casa Marienau fue muy conmovedora, cientos de jóvenes con una vela encendida en mano, fuimos caminando hasta el Santuario Original, al frente iba la Cruz tallada en madera con el símbolo de Schoenstatt, ver entrar al patio del Santuario la larga fila iluminada, era algo que te ponía los pelos de punta.
¡La carta que había dejado a la Mater en el 2005 está aún en el capitalario!
La ceremonia fue sencilla pero muy emotiva. Para mí fue muy especial ver el capitalario en el que hace cinco años había depositado una carta a la Mater, y saber que aún está ahí fue algo muy lindo, con mucho significado.
Recordé a las personas con las que en esa oportunidad renové la Alianza de Amor y cuyos capitalarios también estaban ahí. La Mater siempre nos tiene presente a todos sus hijos y cada día nos lo demuestra.
Después de la ceremonia de renovación, y siguiendo con cantos las más de 500 personas presentes fuimos entrando de manera ordenada al Santuario, donde podíamos depositar nuestro nuevo capitalario, saludar a la Mater y retirar un recuerdo de la Noche del Santuario, que consistía en un calendario de bolsillo, desde la fecha hasta el próximo encuentro de la Juventud alemana en el Santuario Original.
Yo creo que cada persona presente en Schoenstatt pudo tener su momento especial con la Mater en este fin de semana. A mí me llegó mucho la Renovación de Alianza y también la misa del día domingo celebrada a la mañana en la carpa como finalización de la jornada.
«Tú eliges el futuro»
El recientemente ordenando, Padre Nabert Becker, ofició la misa, y los jóvenes le dieron una cálida bienvenida al inicio de la misma, eso me pareció tan importante, porque él era uno más entre los jóvenes y seguro hasta hace poco estuvo trabajando por la juventud masculina, y ahora sigue al servicio pero ya desde su vocación sacerdotal. El agradeció el gesto y su homilía para mí fue muy especial, fue otro de los momentos que me marcó este fin de semana, se refirió en palabras tan claras y tan propias de los jóvenes, y me hizo reflexionar verdaderamente.
Habló sobre el lema de la Noche del Santuario, «Pero tú eliges el futuro», y que en este futuro debe estar Cristo y la Mater. Que es Dios el que escribe nuestro futuro y si nos aferramos a él, y si pedimos a la Mater y a su hijo que moldeen nuestros planes según su voluntad, habremos encontrado el camino correcto.
Todos llegan a Schoenstatt para entregar el corazón y sus proyectos a la Mater
Cada uno tiene un deseo en el corazón, muchos con una perspectiva clara de lo que quieren en sus vidas y muchos otros que llegan hasta Schoenstatt con el corazón inquieto, con la mente llena de ideas de proyectos pero no saben hacia dónde dirigir sus esfuerzos, me he encontrado con muchos de ellos este fin de semana y me he identificado con ellos. Jóvenes de todas las edades, de distintos países y con distintas culturas, también adultos de corazón joven que llegan hasta este lugar de gracias para poder encontrar su misión y su vocación de vida.
Schoenstatt es una gran familia, que nos educa, nos orienta y también nos permite conocer tanta gente de distintos lugares y condiciones sociales, y darnos cuenta que todos caminamos hacia una misma meta, llegar a ser Hombres Nuevos.
Dios se vale de medios, lugares y personas para darnos a conocer sus planes
Verdaderamente este lugar de gracias permite un encuentro con Dios y con uno mismo, y por medio de distintos momentos y distintas personas, Dios nos habla, nos mima, nos conduce, y siempre por medio de su madre María.
La Noche del Santuario ha sido para mí uno de esos medios que la Mater utiliza para hablarnos de Dios, para conducirme de su mano hacia el camino correcto.
Este fin de semana me cargó de mucha energía, de mucho positivismo al ver tantos jóvenes que han optado en algún momento por Schoenstatt tal como lo hice yo, me sentí mimada por la Mater e impulsada a seguir a caminando desde Schoenstatt hacia el mundo actual.
¡Yo elijo mi futuro, y en él está Schoenstatt desde el rol que me toque desempeñar en el medio en que vivo!
