Publicado el 2010-08-25 In Santuario Original

Si Dios le dice a uno: “Lo sé…”

Hinhören: Torsten Hartung bei der Nacht des Heiligtums, 21. Augustmkf. Llegó con su esposa el viernes a la noche, durante la apertura de la Noche del Santuario y se mezcló con los jóvenes: era Torsten Hartung, ex jefe de una banda de traficantes de autos, condenado por homicidio, ex presidiario, a quien Dios tocó muy personalmente y lo condujo a la fe… El año pasado, en la «Fiesta de la fe» en Dietershausen, contó su historia. Ahora estuvo en Schoenstatt, y durante la Noche del Santuario habló delante de cientos de jóvenes para decirles que ninguna vida está tan totalmente perdida y destrozada, que Dios no pueda hacer de ella algo grande, que no pueda llamarla, que no pueda hacerla feliz.

Zuhörer

Se sentía que había mucha reflexión, mucha fe en la Divina Providencia en lo que relataba Torsten Hartung – a primera vista un hombre simpático, sencillo, inteligente, de unos cuarenta años, como cualquiera que se pudiera encontrar a la vuelta de la esquina – acerca de su camino de víctima a delincuente, de su conversión a ofrecerse como colaborador de Dios, convencido e invitando a confiar en ese Dios que toma en serio a cada uno y quiere entregarse radicalmente para hacerle experimentar su infinito amor. Dijo que él puede hablar, como máximo, cinco minutos acerca del tiempo o de la política, después vuelve a hablar de Dios. Se le cree. Su testimonio tiene algo de algo de la frescura y despreocupación misionera del cristianismo primitivo.

De víctima a delincuente

Torsten HartungSu vida comenzó, así dijo Torsten Hartung, como la carrera de tantos jóvenes delincuentes: como víctima de padres violentos, que a su vez habían sido también víctimas de maltrato. Sus padres eran ateos, él nunca oyó algo acerca de Dios. Relató drásticamente sus experiencias cruciales, que quebraron su confianza original – este gran don de Dios a cada niño que nace – y el sentido de la justicia: golpes, amenazas de suicidio por parte de la madre, mentiras y acusaciones de sus padres. En algún momento, el niño desesperadamente busca llamar la atención: pasa, de hacerse el payaso, a ser un matón, y solamente se sentía vivo cuando golpeaba o era golpeado. La relación con su novia fracasó por su incapacidad de vivir relaciones sinceras. Llegaron los primeros tiempos en prisión, después, el contacto con la mafia rusa, y comenzó la carrera como jefe de una banda de traficantes de autos. Dio conscientemente el paso a la delincuencia y se le abrieron las puertas del mundo. En Rusia mató a tiros a un cómplice que le disputaba el puesto de jefe. Se llamaba igual que su padre.

La esquela con un deseo: una vida feliz

Beim Vortrag - Torsten Hartung«Deseo una vida feliz», escribió en una esquela. Fue en el monasterio de San Salvador, en España, que visitó por interés en el arte histórico durante una gira que hizo con su novia. Allí encontró las vitrinas con las oraciones escuchadas y a la manera de «Desee algo» (un show muy popular en esa época), escribió también un deseo, uno solo. Poco después fue arrestado. En la cárcel comenzó a escribir un diario, y esbozando su camino de víctima a delincuente, llegó a la conclusión: «En toda mi vida no he encontrado un hombre tan malo como yo mismo». En Pascua, un video sobre Jesús lo tocó… Una silenciosa experiencia con la cruz, unas semanas después, lo llevó a hablar con Dios por primera vez. Con ese Dios del que ni sabía si existía. «Dios, yo no sé si existes, pero si existes, dame una nueva vida». Y comenzó a pedirle perdón a Dios.

En la gigantesca carpa se podría haber escuchado la caída de un alfiler, tan absoluto era el silencio cuando Torsten Hartung contaba de su inmediata experiencia de Dios, de percibir una voz llena de misericordia, de perdón, de amor, de cobijamiento: «Yo sé». Dijo: aquí se derrumbó mi visión del mundo. Desde entonces se integró a mi vida el elemento desconocido: Dios. Los otros presos se maravillaban de como resplandecía interiormente – tal como también lo hace ahora – cuando contaba acerca de esto.

Su nombre de bautismo es Pedro

ZuhörerDos años después, y después de mucho contacto con Dios, de un intenso estudio de la Biblia y catequesis, fue bautizado: recibió el nombre de Pedro. Se decidió por la Iglesia católica porque en la historia de la Iglesia descubrió una clara línea conductora desde San Pedro hasta Juan Pablo II. En el mismo año se consagró a la Sma. Virgen con el pedido de que Ella sea su Madre, algo que nunca había tenido. Un aplauso atronador acompañó sus palabras: «Y ahora solamente puedo decirles que Ella es admirable». Después de su liberación – hace tres años – trabaja en la pastoral carcelaria: «puedo ver milagros». Con su esposa, a la que de un modo providencial conoció en Corea, está construyendo una casa de rehabilitación para los delincuentes jóvenes que salen de la cárcel.

La esquela, segunda parte

Fragen aus dem Publikum¿Y la esquela que dejó en el monasterio de San Salvador? «El pedido se cumple cada día. Soy feliz. Créanme, Dios nos toma en serio». Se unieron el aplauso y las preguntas del público, que mostraron lo que el testimonio había logrado. ¿Cuál es la línea conductora de su vida? Torsten Hartung contó como conoció a su esposa. El primer encuentro con Dios fue algo excepcional, el camino que le siguió fue un continuo preguntarse por el siguiente paso, por lo que debía hacer, por lo que Dios quería decirle por alguna experiencia concreta o por un encuentro, y todo esto se parece fuertemente a lo del Padre Kentenich y su activa fe práctica en la Divina Providencia. ¿Se puede estar veinte años en la cárcel y elaborar esa niñez y juventud totalmente solo, se pueden curar tales heridas? Sí, dice él. Tuvo una primera ayuda en una terapia, donde aprendió la forma de presentarse a sí mismo las cuestiones sobre los puntos clave de la vida. Pero la curación la recibió de Aquel que vino al mundo para redimirlo. «Jesús es el mejor terapeuta. Él es el Redentor, ha venido a sanar a las almas enfermas». El quid de la cuestión: ¿cómo puedo confiarme radicalmente a Él? «Si creo que Dios es todopoderoso, no tengo preocupaciones», respondió Torsten Hartung, y agregó: «lo dice el Padre Kentenich».

Comienzo de un día pleno de contenido

Bürgermeister Hahn begrüßt die JugendlichenSábado 21 de agosto. Después de la posibilidad de participar en la Sta. Misa en los diversos Santuarios y Capillas de las Casas de Schoenstatt, la conferencia de Torsten Hartung fue el comienzo matutino de un día pleno de contenido. El programa fue presentado brevemente al comienzo: talleres – el de Torsten Hartung está abarrotado – ofrecimientos de actividades creativas y deportes, como también tiempo en el Santuario original y posibilidad de confesarse. El punto culminante es la vigilia nocturna en el Santuario original, con lo que concluye la Noche del Santuario.

El alcalde de Vallendar, Sr. Günther Hahn, saludó a los jóvenes al comienzo del día y les deseó un buen tiempo. Por su parte, los jóvenes le agradecieron por su apoyo en la preparación y organización de esta Noche del Santuario.

Vortrag von Torsten Hartung, 21. August

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Traducción: aat, Argentina

2 Responses

  1. Fam. Infante-Martinez dice:

    Es realmente impresionante y motivador sentir la fuerza redentora del Amor de Jesús y de su Sangre derramada en la Cruz por cada uno de nosotros.
    Es, sin duda, un amor personal que toca la historia y las fibras más íntimas de la persona humana.
    Agradecemos al buen Dios por este testimonio de conversión, pidiéndole que, por intercesión de nuestra querida MTA y desde el Santuario de Schoenstatt, ‘todos los corazones se unan en el amor y todos los espíritus en la verdad’.
    En especial, pedimos por nuestra propia conversión y por la de todos aquellos que han caído en las garras del vicio, del crimen y del desamor. ¡Mphcev!

  2. juanjo dice:

    qué verdad es lo que Dios Nuestro Señor hace si le dejamos. Con razón afirma San Pablo: se de quién me he fiado. Y que verdad es que María, la que es Madre de Dios, es nuestra Madre, nos la da su Divino Hijo, Ntro. Señor Jesucristo, al pie de la Cruz. Mujer ahí tienes a tu hijo. Y con Ella volamos en las alas de Dios Espíritu Santo, tercera persona de la Santísima Trinidad, a su Divino Hijo, y por medio del Hijo, muerto y resucitado, al PADRE DE LAS MISERICORDIAS. Misericordia quiero y no sacrificios. me amó y se entregó por mí.
    Que verdad es que, con la experiencia de este hermano nuestro, como la de tantos pecadores, entre los que me encuentro, y desde esa vivencia del Buen Pastor, el que la vida por sus ovejas, el testimonio es abrumador, es incontestable. Y Dios Nuestro Señor se quiere servir, a pesar de todos los engaños y tretas que utiliza el diablo, del cambio de vida que experimentamos con el Bautismo en el Espíritu Santo – soy de la RCC – para vencer, con nuestros padecimientos y limitaciones, al que venció en un árbol, y que ha sido vencido, de manera definitiva, a pesar de que siga estando suelto por poco tiempo, en EL ÁRBOL DE LA CRUZ DE CRISTO. Se hace maldición por mis pecados, pero sus heridas nos han curado. La victoria es de nuestro Dios y la Santísima Virgen le pisa, le tritura la cabeza. A El la gloria, y el honor, y la Adoración, por los siglos de los siglos AMÉN.

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