Publicado el 2010-05-07 In Santuario Original

«Todo es un regalo para nosotros»

Jorgelina Jordá. La provincia de Tucumán en estos últimos años ha sorprendido por el crecimiento que tiene la familia de Schoenstatt , especialmente la obra familiar. Esta semana hemos tenido en Schoenstatt el agrado de conocer al matrimonio Ponce de León quienes vivieron todo el crecimiento de la familia y especialmente la fundación de su santuario.

 

 

 

Con gran simpatía el matrimonio de Gachi y Arturo Ponce de León junto a su hermana Ana María describen su estadía en Schoenstatt. «Todo ha sido increíble, no podemos creer que todavía estamos aquí» -comenta Gachi y Arturo la alienta para que comente la experiencia vivida el primer día: «Al llegar todo fue una lluvia de gracias, ya que a la primera misa que asistieron fue en el santuario de las familias que la presidía un compatriota, el Padre Ángel Strada. Lo más fuerte fue que nosotros pusimos un cuadro de nuestro santuario hogar en el altar para que acompañará toda la misa, este se llama «AIM KARIM» que es el lugar donde vivía Santa Isabel, con la gran sorpresa que la lectura del día era la visitación de María. ¡Fue una señal concreta que nuestro ideal de santuario hogar era el indicado».

matrimonio Ponce de LeónArturo explica que visitar la tumba del Padre Kentenich fue muy emocionante ¡Fueron dos veces para poder rezar y hablar profundamente con él!  Gachi agrega: » Es único poder estar ahí donde falleció el Padre Kentenich. ¡Se siente su persona!»

Ana María, actualmente vive en Salta y explica que se ha sentido muy acogida: «La Hermana María Beatriz ha estado en cada detalle igualmente la Hermana María Trinidad». A pesar que ella no pertenece activamente al movimiento la Mater siempre estuvo a su lado. Ambas madres de familias numerosas Ana María (6) y Gachi (7) han rezado especialmente por toda la familia, hijos y nietos y no desaprovecharon la oportunidad de llevarles un pequeño obsequio.

Peregrinos autenticos

Visitaron todo los lugares posibles, con un mate descartable de por medio recorrieron todo Monte Schoenstatt y en Monte Moriah a pesar del cansancio tuvieron el regalo de visitar el altar de Dachau, respecto a esto comentan:  «Llegamos como verdaderos peregrinos, cansados de caminar pero al estar ahí fue un canto de esperanza».

Ana Maria Ponce de León en el Santuario Original Muy agradecidos por todo, Gachi termina concluyendo que «No somos dignos de estar aquí, hay tanta gente santa que merece conocer este lugar». Como buenos tucumanos nunca se olvidaron de la familia ya que contaron que han rezados por todos: cada asesor, cada rama, por las vocaciones, las cruces que llevan muchos allegados y por los amigos de la Federación de Familia. Finaliza Gachi entre lágrimas: «Dios no mide con la medidas nuestras, todo es un regalo para nosotros.»

Schoenstatt se despide de estos peregrinos tan simpáticos y empapados del carisma, ya cumplieron el sueño de su vida y ahora vuelven más encendidos a contagiar todo lo vivido en estos tres días.

1 Responses

  1. Joaquin y Marta Lavini dice:

    Gachi y Pimpo:

    Nos hace muy felices comprobar que pudieron visitar el Eden de Schoenstatt. Dios y la Mater no se dejan ganar en generosidad. Ustedes se lo merecían por tantos años de entrega y solidaridad.

    Un fraterno abrazo en visperas del renacimiento de una Nueva Argentina

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