Francisca Urrutia – Cuatro candidatas del Instituto de las Hermanas de María, tres de las Filipinas y una de Nigeria, dedicaron su tiempo libre para actuar en la obra presentada en el retiro de adviento. Ellas están a cargo de la Hna. María Ángela Macari, viven en el Monte Schoenstatt para aprender alemán y luego ingresar al noviciado. Entre risas y ensayos se prepararon para la actuación. Con trajes adecuados y muy concentradas, las jóvenes alegraron mucho al público.
Es necesario prepararse debidamente para la llegada de la Navidad. Para ello está el tiempo litúrgico del adviento, que invita a preparar el corazón para la llegada de Jesús. La Central de Peregrinos de Schoenstatt propone distintas actividades para realizar en este tiempo. Entre otras: retiros, villancicos, oraciones guiadas… Durante seis días de diciembre se realizó un retiro de adviento en la Iglesia de peregrinos con este propósito.
Llegaron a Schoenstatt peregrinos de distintos lugares de Alemania. El retiro se hizo seis veces en las primeras dos semanas de adviento y en total participaron mil cien personas, la gran mayoría mujeres mayores. Llegaron entre veinte y veinticinco ómnibus completos. La mayoría de la gente iba directamente a la tarde para el retiro, pero cinco ómnibus llegaron a Schoenstatt a la mañana para recorrer el lugar más detenidamente.
Tiempo de reflexión, de fe y de esperanza
La Hna. María Andrea recibía a los peregrinos y los acompañaba al Santuario Original, para saludar a Jesús y a su Madre y entregarles sus intenciones. Después iban a la Iglesia de peregrinos, magníficamente adornada con enormes árboles de Navidad iluminados, con el pesebre y decoraciones específicas para la obra. La Hna. Bernadett Maria y la Hna. María Nadia cantaron algunas canciones típicas de adviento acompañadas en el piano por la señora Brigel y el señor. El público se unía a las Hnas. y cantaba con mucha alegría.
Terminados los cantos comenzó la obra con la Anunciación del Ángel Gabriel a la Virgen María y con la visita de María a su prima santa Isabel. La representación estuvo acompañada con cantos adecuados a la fecha y a la obra. Como se dijo al comienzo, las actrices eran las cuatro candidatas para el noviciado de las Hnas. de María: tres chicas de las Filipinas y una de Nigeria. La señora Tyiassa, madre de una alumna del Colegio Mariano, hizo de María y la señora Stunn, una gran colaboradora de Schoenstatt, de Isabel.
María, nuestra guía
Al terminar la obra, la Hna. Anne Meike Brück reflexionó como María ayuda a dar sentido al dolor. En Alemania hay una canción titulada «María durch ein Dornwald ging», (traducida al castellano «Por entre espinos sin verdor») que dice como María camina entre arbustos espinosos que no tienen flores, pero que florecen a su paso. «Todos tenemos en nuestra vida problemas, dolores, «espinas».
Cuando María nos acompaña, esas espinas adquieren sentido, le damos significado al dolor. Por encima de las espinas está la rosa. María, la Custodia viva que lleva a Jesús en su seno. Ella regala flores, alegría».
Esta meditación ayudó a preparar los corazones para la venida de Jesús. También fue una invitación para que mucha gente conozca al Santuario original y a la Mater. La gran mayoría ya conocía Schoenstatt, pero otros venían por primera vez. Todos quedaron encantados con el Santuario y con la meditación, con la merienda y la posibilidad de confesarse y participar de la Santa Misa.
