Cássio Leal. Un grupo de entusiastas brasileños, provenientes de seis estados del país, estuvieron durante 5 días en Schoenstatt, para ellos el destino principal de una gran peregrinación por los lugares santos de Europa.
Sin duda, el «viejo continente» es un lugar lleno de bellezas, destinos turísticos famosos, y toda la historia ante los ojos de cualquier turista o viajero. Pero también existe un gran número de santuarios marianos, iglesias y lugares que reciben millares de peregrinos cada año. Un grupo bastante heterogéneo de brasileños provenientes de 6 Estados (Pernambuco, Bahia, Rondônia, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul) optó por hacer un viaje a Europa visitando santuarios y templos, lugares sagrados para nuestra Iglesia. Como la mayoría de los viajeros participa en el Movimiento de Schoenstatt en sus Estados y la responsable de la peregrinación era la Hna. Raquel del Instituto Secular de las Hermanas de María de Santa María, hicieron de Schoenstatt el destino central de su viaje.
Una maratón por los lugares santos de Europa
El grupo de 32 peregrinos, acompañados por la Hermana Raquel y los Padres Pablo y Rodrigo de la Diócesis de Santa María, viajó primero a España (Barcelona) y luego a Francia (Lourdes y París). Desde ahí, llegaron a Schoenstatt donde pasaron 5 días conociendo todo el valle y los principales lugares históricos vinculados al Movimiento. En la mañana del día 10 siguieron camino a Dachau para conocer el Campo de Concentración donde estuvo el Padre Kentenich. La maratón continuó por Suiza (Quarten, Santuario de las Hermanas de María), Italia (visitando los santuarios de Padua, Asís, Casia y, naturalmente, Roma). Para finalizar visitaron Portugal (Santuario de Fátima). Fueron en total 22 días muy intensos.
La Hermana Raquel cuenta que, a pesar de que el grupo estaba formado por personas de distintos estados de Brasil, hubo una gran integración y mucho espíritu de oración. En algunos lugares visitados el grupo fue renovando los Sacramentos. Como por ejemplo, en Gymnich, ciudad natal del Padre Kentenich, renovaron las promesas bautismales en la misma pila donde fue bautizado el Padre Fundador. En otros lugares sagrados las parejas renovaron el Sacramento del Matrimonio, los sacerdotes, el Sacramento del Orden Sagrado… y cada peregrino renovó su vocación propia dentro del plan de Dios.
Como hace casi 100 años, muchos de ellos también regalaron el corazón
El 9 de octubre, en un hermoso día de otoño, la mayor parte del grupo selló su Alianza de Amor en el Santuario Original. En un momento de oración y cantos, los peregrinos hicieron sus oraciones de Alianza y los Padres Pablo y Rodrigo les entregaron medallas de la MTA como símbolo de la Alianza que acababan de sellar con la Madre de Dios, en el mismo lugar donde hace ya casi cien años los primeros congregantes realizaron el mismo acto con el Padre Kentenich. Muchos se mostraron muy emocionados y felices de hacer realidad el sueño de estar en el Santuario Original y también de sellar su Alianza.
El señor Maurino Bastos, que participa en el Movimiento en la ciudad de Tubarão, Santa Catarina, expresó su alegría por sellar la Alianza en el Santuario Original: «… Para mí, estar en Schoenstatt es una oportunidad para encontrarme a mí mismo, volver al pasado y reflexionar sobre mi vida, en qué puedo mejorar y cómo ayudar a mi prójimo».
De un viaje de turismo a una gran peregrinación para conocer Schoenstatt
La señora Hilda Argolo, de la ciudad de Salvador, Bahia, cuenta que antes de llegar a Schoenstatt sabía muy poco del Movimiento … era una peregrina del Santuario de Schoenstatt en El Salvador, que sólo lo había visitado dos veces: «Mi intención era hacer una gira turística por Europa, pero mis planes no estaban resultando. En mi segunda visita al Santuario de El Salvador, después de Misa, vi el mural de anuncios y ahí estaba la invitación a la peregrinación organizada por la Hermana Raquel desde Santa María. Me entusiasmé y la llamé por teléfono. Había sólo un cupo, que parecía estar destinado para mí… Estoy feliz de conocer Schoenstatt y saber más sobre el Movimiento y este viaje está valiendo muchísimo la pena, mucho más que el viaje de turismo que pensaba hacer».
Los peregrinos brasileños visitarán muchos lugares santos, cada uno con su historia y sus bendiciones particulares. Pero, sin duda, Schoenstatt marcará de manera muy especial la vida de cada uno de ellos.
Traducción: Carmen Rogers, Santiago, Chile
