Publicado el 2009-10-02 In Santuario Original

El ex-presidente del la República de Burundi, Domitien Ndayizeye, peregrina a Schoenstatt

Domitien Ndayizeye con su esposa y el Pater Deogratias en el Santuario OriginalP. Deogratias Maruhukiro/mkf. En la vida hay viajes que son inolvidables, así como peregrinaciones que dejan una impresión imborrable; y como un musulmán ansía ir a La Meca al menos una vez en la vida, es también el sueño de todos los schoenstattianos arrodillarse alguna vez en el Santuario Original. La semana pasada este sueño se volvió realidad para Domitien Ndayizeye y su esposa Aude. El ex-presidente de Burundi, África, es candidato por el partido FRODEBU a las elecciones presidenciales que ocurrirán en junio de 2010. Pasó primero por Berlín para tratar asuntos de carácter político en el Ministerio de Relaciones Exteriores y aprovechó además la oportunidad de emprender un día de peregrinación a Schoenstatt.

En el Santuario OriginalEl pequeño grupo – la pareja Ndayizeye y su hija Pulcherie, que estudia en Neuwied, el P. Deogratias Maruhukiro y el P. Anicet, de Burundi – acudió primero a la Santa Misa en la Iglesia de los Peregrinos, donde pudieron cantar algunas canciones en Kirundi. En la homilía se recordó la gran fiesta de la coronación, ocurrrida el pasado 15 de agosto en Burundi, en la que la familia de Schoenstatt, junto con toda la Iglesia y con la presencia de destacados políticos y militares, había coronado a Nuestra Señora como Reina de la Paz y de la Reconciliación. Más tarde, el P. Ruedi Hüppi, que a lo largo de veinte años trabajó en Burundi y viajó en agosto para la fiesta de coronación, se sumó a este pequeño grupo de peregrinos.

El matrimonio Ndayizeye en el Santuario Original

Frente del Santuario OriginalEl P. Franz Widmaier había invitado para el almuerzo al alcalde Hahn para un intercambio de ideas con uno de los más destacados políticos de Burundi. Durante su presidencia – en el período de 2003 e 2005 – el político Hutu más moderado firmó en noviembre de 2003 un acuerdo de paz con la Organización de los Rebeldes Hutus, CNDD-FDD, y apoyó su conversión a un partido político. Pidió ayuda al Gobierno Federal Alemán, así como a la Unión Europea, en la preparación de elecciones democráticas en su país, que están planeadas para el 2010. Al igual que en el vecino país de Ruanda, se mantiene un añejo conflicto entre los pueblos Hutu – que constituyen cerca del 84% de la población – y la minoría Tutsi – cerca del 15% – que determinan los destinos políticos del país. Después del asesinato del primer presidente Hutu electo, Melchior Ndadayer, del partido FRODEBU, estalló una guerra civil, que fue escalando en intensidad hasta costar la vida de entre 250,000 y 300,000 personas. No en vano es Burundi uno de los diez países más pobres del mundo. Domitien Ndayizeye, quien frecuentemente peregrina al Santuario de Burundi, deposita una enorme esperanza en la fuerza reconciliadora de la Iglesia.

El punto culminante de la peregrinación fue la visita al Santuario Original al regresar del almuerzo. Profunda fue la impresión en la pareja por el hecho de que todo lo que ellos conocen de Schoenstatt en Burundi, con todo su vigor eclesiástico y social, tuvo su inicio en esa modesta capillita. Después de un largo periodo de oración silenciosa, todos rezaron al unísono la oración de coronación a la Reina de la Paz y la Reconciliación.

Visita a la tumba del P. Kentenich

Visita a la tumba del P. KentenichDel Santuario Original, este pequeño grupo de peregrinos se dirigió al Monte Schoenstatt, y más precisamente a la Iglesia de la Adoración, a la tumba del P. Kentenich. Fue un momento conmovedor cuando ambos pudieron por primera vez colocar las manos sobre el sarcófago del P. Kentenich. Aude Ndayizeye decía en voz baja que muy frecuentemente acude a la intercesión del P. Kentenich y en él deposita enorme confianza. Desde ahí, los peregrinos de Burundi visitaron el cuarto del P. Kentenich, situado en la Casa de Formación de las Hermanas de María, donde vivió los últimos tres años de su vida. Esta visita fue guiada por las Hermanas de María, “Guardianas del tesoro”, como les llamó Domitien Ndayizeye, mientras el P Deogratias traducía. Monte SchoenstattEn seguida, visitaron brevemente la Casa de Misiones. De aquí partían las hermanas alemanas para la llamada “Misión”, para llevar Schoenstatt a los demás países. Ahí descubrieron estos peregrinos de Burundi los nombres de las primeras hermanas que fueron a Burundi: las hermanas Margund, Lioba y Bernita. Grande fue también la alegría al ver en la exposición de las misiones muchos objetos provenientes de Burundi. Entre ellos, destacaba un santuario de hojas de plátano, hechos por las familias como expresión de agradecimiento por haberlas protegido en los disturbios de 1972.

La peregrinación terminó con gran alegría y gratitud para todos los que en ese día – aunque no se había revelado la noticia de la visita – habían cooperado para que todo fuese una enorme vivencia con el mundo de Schoenstatt.

Traducción: Josef Sauter, Costa Rica/ Eduardo Shelley, México

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