VATICANO, María Inés de Masi y José Eduardo Epele. Luego del Sínodo extraordinario de los obispos en Roma en octubre de 2014, el Consejo Pontificio para la Familia convocó a un Congreso de Movimientos y Asociaciones con actividades y apostolado en el campo de la familia, en camino al Sínodo Ordinario de 2015.  Los movimientos y organizaciones tienen un rol importante en la pastoral familiar de la Iglesia. “Cuando el Sínodo haya terminado, ¿quién transmitirá el mensaje?”.

Cabe destacar que es la primera vez que una instancia tan importante del Vaticano convoca a los Movimientos para ser consultados en forma directa. Hubo representantes de más de ochenta movimientos, sumando poco más de 280 personas provenientes de los cinco continentes. Fueron tres intensos días del 22 al 24 de enero en Roma, en la Domus Mariae.

Cuando se contesta la pregunta: ¿Schoenstatt, que haces por la familia?

A Schoenstatt le llegó la invitación como fruto de mucha entrega pero también de las gracias del Jubileo. Durante las celebraciones jubilares de octubre de 2014, una delegación de la “Carpa de las Familias” visitó el Consejo Pontificio para la Familia. Monseñor Paglia, presidente del Consejo, se entusiasmó tanto por los proyectos presentados que invitó a toda la delegación al congreso. Además se sumaron otros matrimonios en representación del Instituto y de la Federación de Familias. De este modo Schoenstatt estuvo presente con 16 personas en dicho evento: de hecho, la delegación más numerosa. Éramos tres matrimonios de Alemania, uno de Austria, uno de Brasil, uno de Chile y dos de la Argentina.

Nos preparamos con el documento “Lineamenta” que emitió la Secretaría del Sínodo a manera de consulta y que está llegando a todas las diócesis del mundo a fin de preparar el Sínodo Ordinario de octubre de 2015.

Consideramos esta una ocasión muy especial para dar a conocer lo que Schoenstatt realiza como respuesta concreta en el «tema Matrimonio y Familia» y a la vez enriquecernos con las múltiples iniciativas de otros grupos y movimientos.

La riqueza de los carismas en la Iglesia

Mencionando los aspectos más enriquecedores, debemos destacar en primer lugar la plétora de carismas en la Iglesia, admirar la cantidad y diversidad de personas y grupos que trabajan activamente para proteger y ayudar a las familias en las distintas etapas e instancias de la vida. Impresiona el grado de entrega y el amor con el que asumen su misión.

También fueron muy ricos los intercambios personales, se aprovecharon todas los espacios: los debates, las pausas, los almuerzos y cenas; en fin, todo ocasión era oportuna para conocerse e intercambiar impresiones y experiencias.

Resultó muy estimulante la sincera preocupación de la Iglesia jerárquica por las familias, tanto en  fortalecer y acompañar a los matrimonios en las diferentes etapas de la vida, como en orientar y apoyar a los que experimentan dificultades y también como acoger a los que están heridos y sufrientes. Hay que decir, además, que pudimos observar la manifestación de posiciones diversas en temas que están sobre el tapete; ello nos habla de que se sigue reflexionando, que hay apertura sabiendo que es hora de tomar decisiones valientes.

Creemos también necesario señalar cómo está presente la impronta del Papa Francisco en una Iglesia que es madre, que quiere acoger a todos con misericordia y que debe abrirse sin miedo a los tiempos nuevos.

Creemos que Dios nos ha abierto una puerta que nos muestra un camino para cumplir con la misión de nuestro Padre Fundador a poner a Schoenstatt al servicio de toda la iglesia.

María Inés de Masi y José Eduardo Epele, de Rawson, Chubut, Argentina, son jefes de la Federación de Familias en Argentina.

Informaciones oficiales por parte del Pontificio Consejo para la Familia

VATICANO, María Inés de Masi y José Eduardo Epele. Luego del Sínodo extraordinario de los obispos en Roma en octubre de 2014, el Consejo Pontificio para la Familia convocó a un Congreso de Movimientos y Asociaciones con actividades y apostolado en el campo de la familia, en camino al Sínodo Ordinario de 2015.  Los movimientos y organizaciones tienen un rol importante en la pastoral familiar de la Iglesia. “Cuando el Sínodo haya terminado, ¿quién transmitirá el mensaje?”.

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