PARAGUAY, P. Antonio Cosp, Marina y Rolf Huber, mda. La III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos, convocada por el papa Francisco bajo el lema «Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización», se desarrollará en la Ciudad del Vaticano entre el 5 y el 19 de octubre de 2014. La convocatoria incluyó temas derivados de situaciones social y eclesialmente controvertidas vividas por un porcentaje considerable de familias en las últimas décadas: los divorciados con nueva unión, la difusión de las parejas de hecho, las uniones entre personas del mismo sexo y su eventual adopción de hijos, los matrimonios mixtos o interreligiosos, la familia monoparental, la difusión del alquiler de vientres y el debilitamiento o abandono de la fe en el sacramento del matrimonio y en la confesión. Hay muchas propuestas en diferentes campos de la iglesia y fuera de ella, quienes al mirarlas bien se revelan como «soluciones académicas que buscan un problema». Fiel al concepto pastoral-pedagógico del Padre Kentenich, la Pastoral de Esperanza, un proyecto de la Obra Familiar de Paraguay, surgió como respuesta desde la vida a una inquietud, a una voz del alma – puerta abierta que llama al actuar para aquellos que caminan en las huellas del Padre Kentenich.
Todo comenzó cuando una pareja apareció un día en el Santuario de Schoenstatt en Tuparendá. Ellos le contaron al Padre que ambos habían pertenecido a la juventud de Schoenstatt, y le consultaron sobre la posibilidad de participar nuevamente en el Movimiento, pero en este caso como SENU. El Padre Antonio les comentó que a la fecha no existía nada así, y que sentía esto como una materia pendiente para la Iglesia y para sí mismo como pastor. Así comenzó la gran tarea. Fue el momento en que nació la Pastoral de Esperanza para separados en nueva unión. «Nuestra Pastoral es INCLUSIVA y NO busca una solución SACRAMENTAL sino EVANGELIZADORA», destaca el Padre Antonio Cosp.
Misión por hacer
Fue el inicio modesto y humilde de algo que hoy día forma parte de la pastoral familiar de varias diócesis de Paraguay, y que ya transciende las fronteras del país. La Pastoral de la Esperanza se está implementando en Paraguay en tres ciudades, Asunción, Encarnación y Ciudad del Este. En Asunción se extiende al Gran Asunción y a algunas parroquias del Departamento Central. En Encarnación se extiende también a varias parroquias del Departamento de Itapúa. Debido a su difusión por Internet, la Pastoral de la Esperanza es conocida en más de treinta países.
«Pertenecemos a la Pastoral de la Esperanza de Paraguay y estamos felices por su interés en este tema tan especial que toca a tantos corazones de hermanos que necesitan ayuda para mantenerse en el camino de la Fe.», escribieron Marina y Rolf Huber hace un par de semanas a un sacerdote en Guatemala. «Somos un matrimonio de divorciados vueltos a casar que convivimos hace 21 años y nos hemos iniciado en el Movimiento de Schoenstatt juntamente con la Pastoral hace ya varios años. Ya estamos intercambiando mails con el Padre Julio, pasando toda la información que precisa y siempre con mucha alegría de poder servir a esta Pastoral que llevamos en el corazón», agrega Marina Salinas.
En una rueda de prensa organizada por el equipo a cargo de las celebraciones del jubileo de Schoenstatt en Alemania, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz – miembro del consejo de cardenales del Papa Francisco – destacó a la Pastoral de Esperanza como uno de los aportes importantes de Schoenstatt en al área de familia y matrimonio. Mons. Julio Giménez, presidente de la Conferencia Episcopal de Paraguay, la presentará en el Sínodo.
Desde la Alianza de Amor
De nuevo: la fecundidad de un inicio humilde desde la vida real, basado en la Alianza de Amor. En el año 2009, se realizó la primera Alianza de Amor con la Mater del primer grupo denominado Tembiapora (traducido: Misión por hacer). Hoy todos los miembros ya tienen su Santuario Hogar.
En el año ofrecen 10 charlas programadas mensualmente, el primer martes de cada mes, en el Santuario Joven en Asunción. Los temas son variados y de interés general para Divorciados vueltos a casar (DVC). Anualmente realizan un retiro de 2 a 3 días, siempre el primer fin de semana de octubre, en Tuparenda a 39 km de Asunción. El nombre del retiro del 2013 fue “Todos somos la familia de Nazaret”. Del retiro también salen los temas para las charlas del año siguiente.
Actualmente existen 4 grupos ya constituidos dirigidos por matrimonios consagrados, «con excepción del último que la Mater nos encomendó su dirección (una bendición) como primer grupo dirigido por un matrimonio DVC. ¡Gozo inmenso! No presionamos para la formación de los grupo sino dejamos que la Mater actúe en los corazones y genere esa necesidad de comunidad», comenta Rolf Huber, y agrega: «Insistimos, con amor y firmeza, en la participación de la familia DVC en actividades y apostolados dentro del Movimiento Schoenstatt y en la parroquia a la que pertenecen, que involucren principalmente a los hijos». Como ya se ha dicho, una solución evangelizadora.
Los bautizados que viven en situación “irregular … no han perdido su vocación a la santidad cristiana y evangélica
“El Concilio Vaticano II nos ha recordado la verdad, que todo bautizado está llamado a la santidad. Los bautizados que viven en situación “irregular” continúan siendo llamados a la santidad. No han perdido su vocación a la santidad cristiana y evangélica, antes bien, deben vivirla en dicha situación. Esta triple verdad objetiva –bautismo, fe y vocación a la santidad- es el fundamento y la fuente de los demás principios doctrinales y pastorales sobre las parejas en situaciones irregulares” (LA SITUACION DE LOS SEPARADOS EN NUEVA UNION A LA LUZ DEL EVANGELIO, Carlos Alberto Scarponi, pg.33).
Una cita del libro, que junto a la Exhortación Apostólica Postsinodial sobre la Misión de la Familia en el Mundo actual, números 65 y principalmente 84, son los documentos fundamentales y que aplican en la Pastoral de la Esperanza del Movimiento de Schoenstatt.
«La actitud evangélica y evangelizadora es la de Jesús El Buen Pastor, que va en busca de la oveja perdida, la carga sobre sus hombros cuando la encuentra y la lleva al rebaño lleno de ALEGRIA», destaca el P. Antonio Cosp, y sigue explicando la visión global de la Pastoral de Esperanza: «Caridad en la Verdad: Como Jesús, quien ha siempre defendido y propuesto la verdad y la santidad, mostrándose simultáneamente acogedor y misericordioso hacia los pecadores, así también la Iglesia debe poseer y cultivar un único e indivisible amor a la verdad y al hombre: la claridad y la firmeza en los principios y simultáneamente la comprensión y la misericordia hacia las debilidades humanas ordenadas a la conversión, son las dos notas inseparables que distinguen su acción pastoral hacia las parejas en situación “irregular”. Se trata de ayudar a los SENU a recorrer con confianza y alegría el itinerario de conversión (progresiva por excelencia), de sanación y de crecimiento en la FE y en la vida cristiana, matrimonial y familiar, según cada situación en particular».
Tu presencia me sana
«A los SENU (Separados en Nueva Unión) queremos decirles que el tema central no es poder comulgar. Se trata de que no estás en comunión contigo mismo, no te has reconciliado con tus decisiones y sus consecuencias. Que por esa puerta tenemos que entrar primero. Tu corazón es un santuario desde el bautismo pero está dañado, enfermo. Dar un sí a tu situación concreta de hoy, a tu oscuridad y dolor de hoy. Tenemos un gran camino abierto hacia esa puerta: María que escuchó muy bien aquello de Jesús: mujer, ¡ahí tienes a tu hijo! Y el hijo, le hace caso a Jesús y la toma como mamá y maestra. La hace suya, la lleva a su casa, a su corazón. Con ese sí aliancista, tu vida se sana y estás listo para reconciliarte con este papá Dios que hace rato te estaba esperando. Tu bautismo vuelve a estar vivo. El Espíritu Santo que se te regaló allí tiene vía libre para hacer de vos otro Jesús: sacerdote, profeta y rey.
¡Cuánta gente comulga que no debería por no estar en condiciones! Pero entonces tampoco sana. El camino va por el lado que acabamos de diseñar: tener la mirada de Dios y confiar en su fidelidad que nos sana y salva. Así vivimos, absolutamente todos los momentos de nuestra vida SENU en infinita paz y la certeza de vivir como hijos verdaderos de Dios. Y como acaba de decir el papa Francisco, la comunión espiritual es una verdadera comunión. Y como rezamos: Tu presencia me sana… Tu arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados» (P. Antonio Cosp, julio de 2014).
La Pastoral de la Esperanza en las carpas virtuales de la cultura de alianza
