PARAGUAY, Sonia Macchi. Convencidos de que los niños – y los que son como niños – son los preferidos en el Reino, algunos miembros de la Familia de Schoenstatt de Ciudad del Este se dispusieron a festejar nuevamente el Día del Niño en el Terruño. Y ese día se vivió la hermosa experiencia de que una real multitud de niños (más de 500) se reunieran en el Terruño a disfrutar, compartir juegos, canciones… ¡Hubo mucha alegría en los pequeños y en los adultos que los acompañaban!
Un espectáculo de títeres, preparado con mucho cariño, por valientes e improvisados artistas, transmitió el mensaje más importante: ¡Esta es la casa de la Virgen María, la mamá de Jesús y mi mamá también!
¡Ella nos recibe acá, por eso nos sentimos tan bien!
Peregrinaron hasta el Santuario, tomados de las manos, los niños y los colaboradores de la Familia, e ingresaron por grupos su interior, donde intercambiaron miradas con la Virgen María que lleva al niño Jesús en sus brazos para ofrecerlo a quien llega, y en un minuto de silencio, con los corazones cargados de emoción agradecieron por tan hermoso momento.
Después hubo carreras para recibir una porción de la gran torta y de la leche chocolatada, completándose la fiesta con las infaltables golosinas.
Quizás faltó orden, la fila no se mantuvo demasiado bien, y algún que otro goloso se sirvió más de una vez, pero esos son los detalles de una gran fiesta donde los niños son espontáneos y están felices… eso es lo importante.
Hubo sonrisas, caritas con merengue y bolsitas llenas de dulces …¡una la fiesta de los niños en la casa de la Madre y Reina!
Por toda esa alegría… ¡MUCHAS GRACIAS!
