Publicado el 2014-11-04 In Jubileo 2014

¡EN MARCHA… GENERACIÓN 2014! ¡Rumbo al segundo siglo!! ¡Rumbo a los TIEMPOS más NUEVOS!

PORTUGAL, Lena Castro Valente. A medida que el tiempo transcurría veloz y el 18 de octubre de 2014 se perfilaba, rodeado de expectativa y ansia, en el horizonte más próximo de la historia, los ojos del alma abiertos de par en par no cesaban de querer “mirar hacia atrás”todo el camino recorrido. En esa visión del transcurrir del tiempo mi corazón comenzó a sentir el impulso profundo de arrodillarse y agradecer…

 

¡Gracias, Santísima Trinidad! Porque misericordiosamente “trazaste” un plan de infinito amor para ayudar al hombre viejo a despojarse de sus harapos de soledad…. de carencia de hogar… de masificación… de auto-suficiencia… de intolerancia…

¡Gracias, querida Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt! Porque aceptaste ser hogar… regazo… refugio… corazón… suave y firme mano conductora… para que la luz del cielo pudiera envolver y revestir al hombre nuevo que sale del santario (tu casa-nuestro hogar y nuestra patria) para la lucha de la vida diaria.

¡Gracias, querido Padre fundador! Porque aceptaste a María en tu corazón y te dejaste educar por Ella, haciéndote instrumento del Altísimo…. instrumento moldeable como “el barro en las manos del alfarero”…, porque a través de las cruces de tu vida, cargadas en tus hombros con tanto amor… en la oscuridad de la fe y en el vértigo de numerosos “saltos mortales” de la razón y del corazón… eres ANTORCHA luminosa ardiendo en la noche de los tiempos, guiando a tus hijos a la VICTORIA… , eres PADRE, siempre y sólo PADRE.

¡Gracias, Catalina Kentenich! Porque en la simplicidad de los pocos años que tenías entonces, diste un sí corajudo a la vida que tu seno albergaba y lo entregaste a María, recorriendo tu sendas dolorosas.

¡Gracias, queridos hermanos Pallotinos! Por la oportunidad que le diste a nuestro querido Padre Kentenich de hacerse sacerdote. Y por el regalo tan valioso de nuestro Santuario… suelo sagrado de la fundación de Schoenstatt.

¡Gracias, san Vicente Pallotti! Por la visión que tuviste de la Obra… que se cumple en Schoenstatt.

¡Gracias, a todos los que pasaron en el tiempo antes de mí! Porque aceptaron en sus corazones la fe en el mensaje de la buena nueva del Evangelio, así como el mensaje de la buena nueva de Schoenstatt… y supieron guardar, muchas veces a costa de su propia vida, para que ella hoy sea vida en mí.

¡Gracias, a todos los que pasaron por mi vida! Porque trajeron amor… cuidado cariñoso… ayuda en la búsqueda de los caminos de luz… alimento para el cuerpo y para el alma… sed de ir más allá. Porque trajeron cruces que me hicieron sufrir y crecer… piedras que me hicieron tropezar y aprender a levantarme… espinas que me hirieron y que me permitieron desear una única cura, aquella que viene de lo alto.

SCHOENSTATT – Alianza de Amor

16 de octubre de 2014 – el camino del Santuario Original y de la Capilla del Fundador.

“Recibe de nuevo, Padre y Mater, a muchos hermanos llenos de nobleza; tengo el derecho de traerlos en mi corazón, y en sus corazones establecer mi tienda…” (RC 576).

Oración de la mañana dentro del autobus de algunos peregrinos portugueses… los primeros en llegar.

“¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor! Me alegro porque puedo entrar en la casa de nuestra Reina, puedo tocar el suelo sagrado del pequeño Santuario…” (Palabras del P. Kentenich el 14 de abril de 1934).

¡Realmente, en mi corazón reinaba la alegría del reencuentro! Pero cuando escuchamos la reflexión: ”Soy ESPERADA en Schoenstatt por nuestra Madre y Reina, por el P. Kentenich, por muchos hermanos y hermanas en la Alianza, del mundo interior…”.

Allí mi corazón dio un salto en mi pecho… la presión de llegar era indecible… soy ESPERADA en Schoenstatt… la Mater y el Padre, mis hermanos me esperan… quiero reencontrar YA a mi Familia… no soy un ser anónimo, ninguno de nosotros es olvidado… SOMOS ESPERADOS.

¡Qué alegría! ¡Nuestra tierra de Schoenstatt vibraba con los cantos… con los saludos… con el miedo de observar a tantos y tantas que casi no creían que habían, finalmente, llegado a casa! ¡Agitábamos nuestras bandera nacionales para saludarnos… y, en el aire, ellas formaban una sola… la bandera de Schoenstatt!

¡Firmar el Acta de Fundación! ¡Aquí está mi nombre… cuenten conmigo! ¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy!

Cuando me aproximé al Santuario Original, la estatua del Padre me esperaba… corrí como una loca para arrojarme en sus brazos, porque sabía que era esperada… el mar sin fin que baña mi país brotó del interior de mis ojos llevando en su torrente… las dudas… la soledad… la sensación de marginalidad… ¡Yo soy hija de este Padre que me abraza!

¡Llegó la hora de Portugal de presentarse a la querida Mater! “De todos los pueblos acudimos a tí, Madre tres veces Admirable…”. Traíamos nuestro Capital de Gracias, nuestras intenciones y nuestros pedidos… El Capital de Gracias, intenciones y pedidos e nuestros hermanos y hermanas que no pudieron venir… el Capital de gracias, pedidos e intenciones de nuestra Familia Nacional. Y la emoción profundamente sentida, arrancó de mi corazón lágrimas y más lágrimas… y un inequívoco sentimiento de total pertenencia a la Familia Portuguesa del Padre, rama portuguesa de la Familia internacional del Padre.

El Padre esperaba por mí en su capilla de la iglesia de la Adoración… Lo que fue dicho y escuchado está guardado en mi corazón como un tesoro precioso para la vida… En el museo del Padre – Casa Padre Kenteich – él me entregó una pulsera en que, con su letra, está escrito !Ich gehe mit… J.K.! ¡Él va conmigo! ¿Qué más necesito?

17 de octubre de 2014 – Santuario Original… Vigilia de Alianza

A la mañana, finalmente a solas con la Mater en su Santuario, mi casa.

Promesas intercambiadas… miradas intercambiadas… bienes e intereses intercambiados… corazones intercambiados…

Arena – Vigilia de Alianza . Llegada de la Peregrina original… 140.000 Km. Sobre los débiles hombros de un santo de nuestro tiempo: Joao Pozzobon… recorriendo los caminos del mundo, matando el hambre y la sed de amor de los más simples… Llevando consuelo y palabras de esperanza… llevando la Alianza de Amor… Generadora de millares y millares de Peregrinas por ese mundo de Dios, atravesado por océanos, desiertos, montañas y planicies… pero unidas en una misma misión. La misión de nuestro Padre.

Llegada de la antorcha, bendecida por Francisco, que llevó por montes y valles, ciudades y campos, cruzando varios países, el Fuego de la Alianza… el Fuego del Amor…

En una Arena que era traspasada de su dimensión física gracias a la moderna tecnología que permitió llevar a todo el mundo schoenstattiano y traer de vuelta la realidad que nos esconfirmada todos los días… en cosas del corazón no hay geografía que nos separe… Cantos de alabanza y gratitud… la alegría de todos juntos, tan diferentes, venidos de los cuatro puntos cardinales y esparcidos a los cuatro vientos por el mundo, seremos un sólo corazón, cobijado en el Inmaculado Corazón de la Mater y en el corazón de nuestro querido Padre Fundador… Vigilia… anticipo de la Fiesta.

18 de octubre de 2014 – Renovación de la Alianza de Amor

“¡Es el día que hizo el Señor!”

¡El día que verá el nacimiento del segundo siglo de Schoenstatt! ¡El día que trae consigo la certeza del nacimiento de la Generación 2014… Todos llamados a colaborar… todos llamados a pasar el testimonio, intacto, a la Generación del tercer siglo… la Generación 2114!

La Madre sale de su Santuario… visita a sus hijos en júbilo… y cuando nada lo hacía prever… se dirige hacia mí, bien de frente… viene a mi encuentro… “Vengo a llamarte, hija mía… necesito de tí, como mi pequeño instrumento… te amo como eres… tráeme todas tus debilidades… todos tus pecados… juntas haremos grandes cosas…”. Sí, Madre… yo quiero serte útil… pero, ¿cómo es posible que la Madre de mi Señor venga hacia mí? No soy digna… es mi respuesta ahogada por todas las lágrimas, habidas y por haber, desde la purificación del mundo hasta el horizonte infinito de la historia…

Renovación de la Alianza… todos a una sola voz, prometemos alzar bien alto la Cultura de la Alianza… prometemos “no dejarla escondida bajo nada”… recibimos la Cruz de la Unidad… cayado del peregrino, apoyo del caminante… ¡Esa será la señal!

19 de octubre de 2014 – Un hacia el cielo breve en la tierra

Abajo en el valle… encima del monte… mutliplicábanse las eucaristías… la escogida fue la de la iglesia de la Adoración… porque allí el Padre estaba más próximo… el ambiente de cielo era palpable… la paz visitaba mi corazón. ¡Qué bien se estaba! ¡Podíamos poner allí tres tiendas! La tumba del Padre… para las últimas promesas (de mi parte) y las últimas recomendaciones (de su parte)… de nuevo el cielo abierto sobre mi cabeza y mi corazón… derramando tanto amor y tanta paz.

Por los silenciosos caminos del monte el encuentro con Fritz Esser, el mártir silencioso, el autor del marco iluminado de la imagen de nuestra querida Mater… la visita al santuario de Adoración…

Schulungsheim… la voz del Padre en la capilla… el cuarto del Padre… el teléfono del Padre… el mensaje final… el cúmulo de toda la peregrinación… ¡no había otro mensaje que me pudiera dar más alegría!

BELMONTE (tierra del Padre) – ROMA – el Envío

Fui invitada a ir a Belmonte para colaborar, como voluntaria, en la acogida a los peregrinos de Schoenstatt que fueran a Roma para la audiencia con nuestro Papa Francisco.

Medité durante meses… quería tener la certeza de que era voluntad de la Mater… arriesgué… fui.

Belmonte se yergue como un “Himno de alabanza” a la imagen preconciliar de la Iglesia de nuestro Fundador y, como “rampa de lanzamiento” para la misión de llevar a la Iglesia y al mundo la Visión profética de nuestro Padre… de una Iglesia que es Peregrina – una roca peregrina … roca porque se asienta solidamente en lo que Jesús vino a enseñarnos en la Tradición de la Iglesia – Peregrina porque va al encuentro de los pueblos… como un barco surcando las olas en alta mar (Duc in altum)… avanzando rumbo a las nuevas playas de la historia…una Iglesia que es heroica – Schoenstatt tiene tantos hijos héroes y mártires – José Engling y muchos otros…, pero que, al mismo tiempo es simple… es fraterna… es pobre… es humilde… es mariana, siempre conducida por el Espíritu Santo…

Belmonte es promesa… primero, del Padre al Papa… Schoenstatt trabajaría siempre para el bien de la Iglesia… para ayudar a la Iglesia a cumplir con su misión… será el corazón de la Iglesia para que la Iglesia pueda ser alma del mundo… después, de los hijos al Padre… llevaremos tu testimonio, tu visión y no dejaremos de ir permanentemente a descubrir nuevas playas… hasta los confines del tiempo y del espacio.

¡Belmonte es de todos nosotros!

Hace diez años, le llevamos una escultura, nuestro Capital de Gracias – como contribución para la consagración del Santuario – Llevamos también en ella, la riqueza de nuestros pueblos… el mensaje de Schoenstatt será cada vez más fuerte… más difundido… más escuchado… será más vida, “las aguas que brotan cristalinas de la fuente de nuestro origen.” Se mezclarán las aguas sagradas de los ríos y mares que irrigan y bañan nuestras patrias…

Estar en Belmonte ahora, durante el Jubileo, fue un regalo de la querida Madre y de nuestro Padre. Recibir, “en la casa de todos”, a hermanos y hermanas llegados de todo el mundo… Poder conocer sus realidades fue un privilegio… Intercambiar impresiones… vivencias… un enriquecimiento…

Cuando, en la audiencia con el Santo Padre se hizo la llamada de los diferentes países presentes… que emoción… ¡eran tantos venidos de los cinco continentes! ¡Cómo el sí, en la oscuridad, de un hombre puede generar tanta vida! Algo que comenzó tan discretamente en el corazón de algunos… en cien años ya conquistó millones… ¡cómo será de maravilloso el Jubileo del segundo centanario!

Estar con Francisco es estar con un padre…

Él conoce la vida, porque siempre la “tocó” de cerca.. nos habla con palabras cotidianas… todas se entienden.

La Eucaristía en la basílica de San Pedro… Schoenstatt celebrando la misa en San Pedro… El cuadro de la Mater en el costado del altar… junto a la tumba de Pedro… las peregrinas sobre la mesa de la comunión del altar mayor… yo sólo podía alabar y agradecer, recordando las palabras proféticas de un santo que en nuestro país se llama JOSÉ KENTENICH:

“Úsame según tu voluntad; haz que por Schoenstatt vuelvan a llenarse las amplias naves de la santa Iglesia y que alabanzas circunden tu trono”. (RC 8)


Original: portugués . Traducción: Agda Grupe, Córdoba, Argentina

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¡EN MARCHA… GENERACIÓN 2014! ¡Rumbo al segundo siglo!! ¡Rumbo a los TIEMPOS más NUEVOS!

PORTUGAL, Lena Castro Valente. A medida que el tiempo transcurría veloz y el 18 de octubre de 2014 se perfilaba, rodeado de expectativa y ansia, en el horizonte más próximo de la historia, los ojos del alma abiertos de par en par no cesaban de querer “mirar hacia atrás”todo el camino recorrido. En esa visión del transcurrir del tiempo mi corazón comenzó a sentir el impulso profundo de arrodillarse y agradecer…

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