PARAGUAY, José Aníbal Argüello Rojas. A una semana del inicio de la peregrinación que llevan adelante los Novicios del Curso Iberoamericano, hemos podido contactar con el Padre Bernardo Parra, quien nos compartió algunos detalles sobre esta “locura de amor”.

Recordemos que los Novicios, junto con su maestro el Padre Bernardo Parra, se han propuesto unir en peregrinación los Santuarios de Ciudad del Este y el de Tuparenda. Para lograr esta meta, deberán caminar más de 300 kilómetros que separan ambos Santuarios.

Nos comenta que su jornada arranca muy temprano, a las 4 de la mañana. Entre las oraciones del laudes, el desayuno, y alistar las pocas cosas que cargan, inician la peregrinación a las 6 de la mañana, con la intención de ganarle al ya afamado abrasante -y a su vez cálido- sol paraguayo.

Peregrinando con la Mater en brazos

Hacen un promedio de 20 a 25 kilómetros diarios, en 4 a 5 horas de caminata. Caminan con la Mater en brazos, rezando el rosario, saludando a los que, con mirada extraña, los observan pasar y les devuelven una sonrisa. Ya son conocidos en la ruta, y quienes frecuentan ese camino diariamente, los saludan con bocinas y gritos de aliento.

Destacó el Padre Bernardo que ha sido una de las experiencias más significativas y sorprendentes de los Novicios, que siendo verdaderos peregrinos extranjeros, van descubriendo las maravillas del Paraguay profundo. Sus pueblos, su gente, la ancestral devoción mariana. Refirió que “está siendo una experiencia extraordinaria de Iglesia y de conocer a un Paraguay profundo. La hospitalidad y la Fe no tienen igual”, y agregó que decantar todo lo vivido tomará sus buenas semanas de conversaciones.

Con el pueblo de Dios

Una vez alcanzada la distancia marcada para el día, buscan un lugar donde hospedarse. La Mater siempre se encarga de esto, y pese a llegar a los lugares siempre sin previo aviso, son recibidos con la mayor hospitalidad y gentileza por quienes admirados por la hazaña que realizan, los reciben como a verdaderos hijos.

Han llegado a capillas, parroquias, colegios, en donde hasta se han suspendido las clases con el fin de que los alumnos compartan una misa con los Novicios y el P. Bernardo, y escuchen de ellos el testimonio de esta peregrinación. También han acompañado momentos intensos, como el de acompañar a una familia que acaba de perder a un ser querido, y rezar el responso con ellos.

Peregrinando hacia el jubileo

Los novicios van peregrinando hacia el Centenario. Ellos decidieron hacerlo a pie, como lo hizo Cristo en su tiempo. Ellos acompañan a Cristo en su peregrinación al Jubileo y, lo mejor de todo, es que la Mater los guía y los cuida.

Recemos por esta locura de amor que están realizando los novicios. Aun queda más de la mitad del recorrido. El calor y el sol son fuertes, el cansancio hace temblar las piernas; pero el espíritu y la fuerza de la Alianza de Amor, superan cualquier obstáculo, y de la mano de la Mater, todos los pasos se hacen firmes.

Mt. 10, 6-10

“Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y proclamen que está llegando el reino de los cielos. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios; gratis lo han recibido, entréguenlo también gratis. No lleven en oro, ni plata, ni dinero en el bolsillo; ni morral para el camino, ni dos túnicas ni sandalias ni bastón; porque el obrero tiene derecho a su sustento”.

PARAGUAY, José Aníbal Argüello Rojas. A una semana del inicio de la peregrinación que llevan adelante los Novicios del Curso Iberoamericano, hemos podido contactar con el Padre Bernardo Parra, quien nos compartió algunos detalles sobre esta “locura de amor”.

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