Publicado el 2013-10-20 In Jubileo 2014

Con banderas, flores, ofrendas y el corazón en la mano para dar su sí renovado

PARAGUAY, Ana Bogarín. Bajo el lema “Tu Alianza, Nuestra Misión” miles de personas acudieron al Santuario en procesión con banderas, flores, ofrendas y el corazón en la mano para dar su sí renovado a nuestra querida Mater. Una verdadera fiesta, se vivió en Tuparendá este 18 de octubre del 2013, donde el testimonio de todos los peregrinantes que visitaban el Santuario, se resumía en una frase: ¡Que bien estamos aquí!


Y no podía ser menos porque más de 1.500 voluntarios trabajaron intensamente en la preparación de este día que no dejó de sorprender a los visitantes durante toda la jornada que empezó a las 07:00 hs de la mañana y culminó a las 23:00 hs. Los visitantes eran recibidos por alegres voluntarios, quienes vestían con chalecos de colores distintivos, y eran conducidos respetando el orden hasta el recinto de Tuparendá. A los enfermos se los llevaba en transportes especiales y eran ubicados en un lugar preferencial. Trabajando juntos y renunciando a sus salarios laborales del día, la familia de Schoenstatt puso todo el cuidado y empeño para recibir a cada peregrino con el cobijamiento de nuestra querida Mater. Y se sintió “Qué bien nos atienden aquí”, “aquí se siente mucho cariño”, “en este lugar se respira mucha paz”, “me recibieron con una sonrisa”, “me encanta venir a este lugar, porque se siente que es la casa de la Virgen”, eran frases que se repetían entre los peregrinos.

Para que nazca Jesús en todos los hogares paraguayos

Cada comunidad que llegaba desde diversos puntos del país, marchaba en solemne procesión, encabezada por carteles y una gran imagen de la Mater Peregrina. Las procesiones eran una más linda que la otra. Era emocionante ver el despliegue de banderas, flores y ofrendas que llevaban. Las misioneras, cargaban su imagen super decorada según el carisma de cada una. Se las veía tan orgullosas de ser servidoras de la Virgen que era contagiante. Se escucharon muchos testimonios de milagros, transformaciones y cobijamiento. Con el paso de cada visitante, se veía una gran diversidad de personas, carismas, clases sociales, temperamentos. Sin embargo, se sentía una muy fuerte unidad de sentimiento y un solo interés común: el amor que todos profesamos por nuestra Mater, y las ganas de ser sus misioneros para que nazca Jesús en todos los hogares paraguayos.

Misa y procesión

Cada misa era precedida por una gran procesión que partía del Santuario y llegaba al altar ubicado en el portal de la iglesia Santa María de la Trinidad.

Acompañaba la procesión una alegre banda de música. Todos los presentes saludaban a la Mater ondeando banderitas blancas. Una sencilla danza con ropas típicas precedía cada misa ante la atenta mirada de los feligreses.

En Tuparendá, se celebraron 4 misas. A la mañana, la misa de las 9:00 fue precedida por Monseñor Sebelio Peralta. La misa de las 11:30 hs fue celebrada por el Padre Martin Gomez. La de las 16:00 hs es también la misa de los enfermos y fué celebrada por el P. Antonio Cosp. La de las 20:00 hs. fue celebrada por el P. Tommy Nin Mitchel.

Se notó la presencia de la Santísima Trinidad en cada homilía, los celebrantes se dirigían a la congregación con mensajes simples pero llenos de contenido. Los cantos en cada ceremonia eran preciosos, las voces que se escuchaban y las músicas elegidas demostraban que nada fue improvisado. Durante las misas se veía a personas arrodilladas en el pasto, rezando, otras lagrimeando, otras escuchando atentamente los mensajes, otras cargando a sus hijitos para que se porten bien. En la misa de los enfermos, el Santísimo los visitó. Era estremecedor ver el rostro de cada anciano, de cada enfermo al paso del Jesús Consagrado. Todos extendían sus brazos y tomaban la brisa que sentían a Su paso para llenarse de Jesús, nuestro Salvador.

Más de 45.000 personas, renovaron su Alianza de Amor con la Virgen María

Una vista general mostraba a familias congregadas frente a la hermosa iglesia Santa María de la Trinidad, se las veía cobijadas por el gran abrazo de la Mater, que es lo que representa la estructura de nuestro templo. Para culminar la misa, se hacía una peregrinación hasta el Santuario.

Por el camino, había que atravezar el Pórtico del Jubileo que se inauguró el día de ayer, y a través del cual pasaremos todo este año hasta el 18 de octubre del 2014. Recordaremos la primera Alianza de Amor con María y encenderemos nuestra Alianza para conquistar corazones. Más de 45.000 personas, renovaron su Alianza de Amor con la Virgen María y se ofrecieron para llenar las vasijas del Santuario con Capital de Gracias para que Ella siga haciendo presente a Cristo en el mundo. En un rito muy emotivo, los presentes se comprometieron a ser sus misioneros y regalar la Cultura de la Alianza a la Iglesia y al mundo.

Cada espacio, una fiesta

Fue un verdadero deleite observar cómo todo el recinto de Tuparendá estaba ocupado por personas de todas las edades. Cada una de ellas, participando de actividades diversas: confesiones, rezo del rosario, ofrecer capitales de gracias, recibir bendiciones, rezar al pié de la cruz del peregrino, visitar el Santuario, escuchar la santa misa, visitar un stand o simplemente tenderse al pasto bajo la sombra de algún frondoso árbol para descansar. Muchas personas fueron a pasar el día, y algunas hasta participaron de más de una misa, lo cual fué una sorpresa. Es que daba demasiado gusto estar en Tuparendá, bajo ese cielo azul, sin nubes y con tanta riqueza espiritual.

¡Qué interesante este lugar!

En todas las áreas habían creativos y motivadores stands. Era imposible no parar en cada uno de ellos para ver qué novedad había allí. El P. Kentenich recibía a los peregrinos en su stand, con interesantes materiales explicativos sobre su vida y obra. La Hna. Emilie, recibía a todos los que llegaban, con su valija llena de ofrecimientos para Dios. También estaba la Pastoral Juvenil, con super buena onda acogía a quien se acercaba. Para los querían meditar y orar, había un templo móvil. También estaba la Campaña del Rosario con su cálida bienvenida a los misioneros. Para explicar a las personas de qué se trataba la fiesta del Jubileo, había un stand donde se repartían unos preciosos trípticos en forma de Santuario. Muchos sacerdotes schoenstattianos y parroquiales confesaban a filas de peregrinos, como no reconciliarse con Dios, sentados a la sombra de los árboles.

La Rama de Hombres invitaba a las personas a rezar el Rosario, el quincho se llenaba de gente con muchas ganas de rezar. Era novedoso escuchar voces masculinas dirigiendo el Rosario. Luego de visitar a la Mater en su Santuario, los peregrinantes recibían una bendición especial. Jóvenes recorrían el lugar enseñando a la gente a rezar el Rosario.

A la Mater, ¡nuestro corazón!

A un costado de la iglesia había un enorme santuario que se vió cargado de corazones que cada peregrino ofreció a la Mater. Era una actividad muy atractiva, todos querían poner su corazoncito en el Santuario, en la Virgen. Los corazoncitos fueron aportados por los grupos de las diversas ramas de la familia de Schoenstatt.


FOTOS

October 18, 2013 – Tuparenda

 

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Con banderas, flores, ofrendas y el corazón en la mano para dar su sí renovado

PARAGUAY, Ana Bogarín. Bajo el lema “Tu Alianza, Nuestra Misión” miles de personas acudieron al Santuario en procesión con banderas, flores, ofrendas y el corazón en la mano para dar su sí renovado a nuestra querida Mater. Una verdadera fiesta, se vivió en Tuparendá este 18 de octubre del 2013, donde el testimonio de todos los peregrinantes que visitaban el Santuario, se resumía en una frase: ¡Que bien estamos aquí!


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