Publicado el 2020-06-06 In Vida en alianza

“Regálanos la conversión para ser tus instrumentos”.

CHILE, P. Juan Pablo Rovegno y equipo trabajo de la Dirección Nacional •

La antífona que escuchamos repetidas veces durante la ceremonia de coronación expresa y resume el espíritu del proceso que vivimos, porque la ausencia de la corona, que acompañó en forma silenciosa y creciente este tiempo de múltiples crisis, nos ha hecho recorrer como familia un camino de conversión, no sólo frente a los desafíos del tiempo, sino frente al contenido y la concreción de nuestra misión. —

Conversión que parte del propio corazón. Cada uno está llamado a sanar el organismo de vinculaciones que toca tantas dimensiones de nuestra vida: personal, familiar, comunitaria, espiritual, social. Cada comunidad también tiene que hacer lo suyo, también la sociedad. Pero ante el desafío de sanar, restaurar, reconciliar, nos sentimos desvalidos, y necesitamos de la gracia, del poder transformador de nuestra Alianza de Amor, para que sea posible. La corona expresa esa confianza y esa tarea.

Dentro de los muchos testimonios y ecos de la coronación, que coinciden en lo sencillo, profundo y emotivo, uno me conmovió mucho, porque viene de un hombre mayor, con años de Iglesia y de Schoenstatt en el cuerpo:

“Padre, venga a nosotros tu Reino, es la confianza en la fidelidad del padre, a pesar de nuestras arrogancias y momentos de crisis. Fue la oración de un hijo a un padre más sincera y profunda de los últimos tiempos, yo la viví de punta a punta profundamente. Y el repetir la antífona para que Dios me regale la conversión, que nunca llega, fue para mí lo más profundo. Confío en que esa conversión me llegue para ser útil en las manos de Dios. Gracias por haberme participado de esta tremenda comunicación entre la nada y el todo”.

Si bien, como suele ocurrir con lo importante, tuvimos fallas técnicas y de trasmisión, era tal la entrega de todos que la Mater recompensó con creces el “nada sin nosotros”, con un sobreabundante “nada sin Ti”. El corazón de las personas fue tocado en algún momento y eso es la mayor alegría que podemos experimentar.

El camino de la liturgia bien nos puede servir para mirarnos humildemente frente a la misión encomendada: la pequeñez de los instrumentos, la magnitud de los desafíos y, por sobre todo, la fidelidad y generosidad de la Mater.

Cinco pasos de un proceso de conversión

Los pasos fueron:

  1. Reconocimiento del origen,

peregrinando al Santuario original, para desde allí peregrinar a nuestra Tierra santa de Bellavista, nuestro cenáculo, e implorar el Espíritu Santo. Qué importante es reconocer que la vida no comienza con nosotros, que hay una historia, que hay cimientos, que la casa se edifica sobre la entrega y fidelidad de muchos que nos precedieron. Conciencia que purifica cualquier pretensión mesiánica, de reformismo arrasador, de protagonismos de péndulo. Es un gesto de humildad.

  1. Un corazón agradecido,

porque las limitaciones, debilidades e infidelidades nos pueden hacer creer que nada ha resultado o que hay que cambiarlo todo, cuando hay tanto por qué y por quiénes agradecer.

  1. Un corazón contrito,

capaz de reconocer nuestro desvalimiento, debilidades y límites. Sólo así podemos abrirnos al poder educador de la Mater, superando la tentación del orgullo, la justificación y la competitividad.

Este reconocimiento es personal y comunitario, y nos ayuda a abrir el corazón a Dios y a los demás, porque nos necesitamos mutuamente para responder adecuadamente a los desafíos del tiempo. Es un reconocimiento que asume las crisis que hemos vivido y vivimos, no como observadores u opinólogos, ni menos desde la pretensión de perfección o un triunfalismo desconectado de la realidad, sino como parte de un entramado vincular, que también hemos herido.

  1. Un corazón confiado en la conducción de Dios y la victoriosidad de la Mater.

La coronación expresa nuestra confianza filial y fraterna. Volvemos a mirar a la Mater con la confianza puesta en los planes de Dios, porque el desvalimiento no nos puede desanimar o encerrar en nosotros mismos, sino que nos abre a una renovada entrega y confianza.

Las palabras fueron las del padre fundador del 5 de junio de 1949, a las que se unieron las nuestras con la frase, que nos ha acompañado durante este proceso, hecha oración. Se trata del sentido de la estrella, símbolo que refleja la actualidad de nuestra misión.

Actualizamos la coronación como lo hicieron los jóvenes de la Cruzada de María al cruzar los Andes después del robo, como lo hizo la familia de Bellavista un año después, lo hicimos con las palabras que han acompañado el proceso de coronación, hechas oración:

  1. Un corazón enviado:

Así como abrimos la liturgia de coronación con la lectura del cenáculo que describe la escena de los Apóstoles reunidos en común oración con María, la culminamos con la lectura del día de Pentecostés, para renovar y actualizar nuestra misión en medio del mundo concreto, como iglesia y familia al servicio de la humanidad.

La quema del Capital de gracias simbolizó nuestra colaboración y compromiso por la gestación de un mundo nuevo, un nuevo orden social, una patria familia y una casa común.

 

“Pertenecemos a la iglesia que nace en Pentecostés.
Somos un carisma dentro de ella.
Tenemos un pastor, el papa Francisco,
que nos llama a servir en medio del mundo.
Por eso, con humildad, vamos al encuentro de nuestro prójimo.

Nuestro Padre busca aliados para la misión.
Nuestro compromiso con él lo expresamos
en cada una de las respuestas que enviamos desde todo el mundo,

y que depositamos en la vasija del Capital de gracias”.

 

La Mater coronada es el signo crucial del proceso que hemos realizado, pero no su término, sino el comienzo de una nueva etapa, porque más que nunca el mundo de hoy y el tiempo que vivimos, concreto y de cada día, necesita del compromiso y la colaboración de todos y cada uno, para la sanación y renovación que tanto precisamos de nuestro organismo de vinculaciones. Nuestra conversión por la misión del padre es don y tarea.

 

GUÍA LITÚRGICA

CANCIONERO

 

Tenía que estar alguien de la generación fundadora

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1 Responses

  1. Maria Teresa Tello dice:

    Estoy contenta y aprendiendo cada día mas sobre la Mater y su misión
    Hace poco me consagre

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