ALEMANIA, Hna. M. Anne-Meike Brück. Los participantes de la Fiesta Internacional del Encuentro en Schoenstatt experimentaron en forma concreta lo colorido y alegre que Schoenstatt puede ser. Muchos países, como Argentina, Brasil, Filipinas, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Burundi, Congo, India, Polonia, Luxemburgo, entre otros, estuvieron presentes con sus contribuciones musicales o de baile o simplemente con su presencia. En el año del jubileo de los 100 años, esta fiesta fue un pre degustar lo que será el gran jubileo en torno al 18 de octubre.
El equipo moderador con Dinho Alves Ferreira, Carolina Kratzheller y Catarina Souza, junto a la Hna. M. Andrea – Equipo de Peregrinación Schoenstatt – introdujo al comienzo de la fiesta, con palabras de bienvenida en este tiempo especial del jubileo.
Lo central de esta fiesta fue el conocerse entre las culturas a través de contactos personales con personas de otros países y la alegría de compartir esa experiencia.
El lugar de Schoenstatt está especialmente marcado en este año del jubileo por la internacionalidad, algo que ya se veía en el movimiento en los años 30.
Algo de la atmósfera de la Jornada Mundial de la Juventud
La Fiesta del Encuentro ofreció la oportunidad de vivir esta internacionalidad en toda su vitalidad. La Santa Misa del domingo tenía algo de la atmósfera de la Jornada Mundial de la Juventud con las canciones internacionales y la colorida presentación. El Padre Walter, el superior de los Padres de Schoenstatt, presidió la Eucaristía. En su prédica destacó que el reconocimiento de la diversidad y el amor entre unos con otros, son la base de una convivencia pacífica. En Schoenstatt se puede experimentar que María construye puentes entre países y culturas y así surge una cultura de alianza.
Los casi 800 participantes en esta fiesta – entusiastas personas de muchas nacionalidades, colores de piel y todas las edades – estuvieron en esos días en medio de la alegría jubilar. Antes del fin del encuentro junto al Santuario Original, la Hna. M. Isabel Machedo de Brasil agradeció a todos los participantes por su entrega única y por la alegría de vida que se regalaron unos a otros.
Para muchos fue claro: habrá un reencuentro el 18 de octubre próximo en la gran fiesta del Jubileo.
Original: Alemán Traducción: Tita Andras, Viena, Austria
