Publicado el 2014-08-21 In Vida en alianza

Después de que la Virgen Peregrina, María, entró en nuestras vidas todo cambió

BRASIL, Rejane Pereira da Silva. Quiero decir, después de entrar la Virgen Peregrina, María, en nuestras vidas, todo cambió. Desde mis 13 años, mi abuela Lourdes comenzó el movimiento en el pueblo Vila São José (Interlagos – lado sur de São Paulo). Después de muchas dificultades en la familia, incluidas las de violencia doméstica, mi abuela animó a mi madre a iniciar el movimiento donde vivíamos (Jd. St. Jude – Interlagos – Z. Sao Paulo del Sur). A partir de ahí, mi padre se convirtió en otro hombre, y entonces conocí una familia feliz. Después de eso, nunca más dejé a María, la Madre y Reina. ¡Vencedora!

Le entrego toda mi vida a ella. A los 22 años empecé a salir con un muchacho. Hoy tengo 34, trabajo hace 11 años en una empresa sólida que nos ha llevado a la estabilidad financiera, como para poder casarnos y comprar nuestra casita. Estoy casada con un hombre maravilloso, ¡claro que enviado por Ella!

Conseguimos nuestro apartamento a través de la intercesión de María. Y después de cuatro años, vivo en mi casa (como siempre soñé) en zona tranquila, de la forma en que siempre pensamos, ¡pero lo veía tan distante! Pero con María, ¡se hizo tan real! Tengo un hijo bendecido y muy inteligente. Son tantos los testimonios…

Un «ángel» en la forma de hombre

Pero quiero dejarles la última: Mi marido tenía un empleo en un estacionamiento, donde no podía siquiera calentar su vianda. Tenía que calentarla en casa como a las 5:00 de la mañana y comerla a eso de las 12h o 13h… comida ya fría porque la espuma de isopor del envase no podía conservar la temperatura. Además de ser un lugar muy peligroso, tenía que trabajar… Maria nuevamente intercedió por nosotros, haciendo que mi marido conociese en este trabajo un «ángel» en forma hombre en un negocio al lado del aparcamiento y le animó a tomar un curso y diciéndole que cuando terminara el curso, el lo indicaría en la empresa.

Nos apretamos el cinturón y pagar el curso que duró 2 meses y mi marido durmiendo sólo cuatro horas por noche. Pedí mucho la ayuda de nuestra Madre, porque yo tenía miedo que quedarse dormido al volante, cuando iban a trabajar. Gracias a Dios y la Madre nuestra, el curso terminó y este «ángel» en forma de hombre, señaló a mi marido a la empresa como lo había prometido. Al día siguiente mi marido tomó el certificado, el ya estaba realizando los exámenes para entrar en esta empresa, que tiene beneficios y también paga más que la otra. Hoy lleva la vianda cuando quiere, pues recibe cupones de alimentación y tienen una sala tranquila donde se almuerza y come la comida caliente. Siempre pido la protección de nuestra Madre querida, para mi marido y por su trabajo, siempre.

Fue exactamente el 18 del mes pasado

Ah, y el detalle de todo: el día que se unió a la compañía fue exactamente el 18 del mes pasado. Ayer hizo un mes y estoy seguro de que no fue una coincidencia, pero sí providencia. Pues todos los días 18 recuerdo la Alianza de Amor y de hacer mis oraciones, agradecimientos y peticiones .Es por eso que y por toda mi vida, voy a estar eternamente agradecida a María, Reina y Madre tres veces Admirable de Schoenstatt que siempre intercede por nosotros con Jesús.

Pido muchas bendiciones y salud para mi abuela y mi madre Ana Lourdes, que eran personas que me enseñaron a creer en la ayuda milagrosa de nuestra Madre.

Que Nuestra Madre hoy y por siempre bendiga el joven que señaló mi marido a la empresa. ¡Qué desciendan sobre él y toda su familia, muchas bendiciones, paz, salud y prosperidad! ¡Que así sea, amén!

Original: portugués. Traducción: Kikito Vazquez, Asunción, Paraguay

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Después de que la Virgen Peregrina, María, entró en nuestras vidas todo cambió

BRASIL, Rejane Pereira da Silva. Quiero decir, después de entrar la Virgen Peregrina, María, en nuestras vidas, todo cambió. Desde mis 13 años, mi abuela Lourdes comenzó el movimiento en el pueblo Vila São José (Interlagos – lado sur de São Paulo). Después de muchas dificultades en la familia, incluidas las de violencia doméstica, mi abuela animó a mi madre a iniciar el movimiento donde vivíamos (Jd. St. Jude – Interlagos – Z. Sao Paulo del Sur). A partir de ahí, mi padre se convirtió en otro hombre, y entonces conocí una familia feliz. Después de eso, nunca más dejé a María, la Madre y Reina. ¡Vencedora!

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