JMJ-BRASIL, Maria Rita Fanelli Vianna. La edad está mucho más allá de la juventud… No sólo la mía sino de tantas otras personas que estaban allí. Sin embargo, sabemos que una de las promesas de la Sma. Virgen – Atraeré hacia mí los corazones juveniles – con la que el P. Kentenich motivó a la generación fundadora a sellar la Alianza de Amor con la Madre tres veces Admirable, no se dirige solamente a los jóvenes. El énfasis está justamente en «corazones juveniles».
¡Y fue con esa certeza que participamos de la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013! ¡Personas, muchas de la llamada ‘tercera edad’ (yo, entre ellas…) con espíritu joven, dispuestas a acompañar todo el maratónico ir y venir, acompañaron al Papa Francisco donde quiera que él estuviera!
Muchos kilómetros andados, muchos caminos recorridos…
¡¡¡Y por dónde se anduviera, allí estaba la JMJ!!! Esparcida por toda la Ciudad Maravillosa, como es conocida la ciudad de Río de Janeiro. JMJ manifestada en banderas cargadas por grupos de jóvenes (y no tan jóvenes…), usando camisetas o cualquier otra cosa con los colores de su país de origen. Un grupo de Hawai, que desde el sábado hasta el domingo acampó frente al hotel en que estábamos hospedadas, llamaba la atención por las camisas estampadas con flores, símbolo de su país.
Santuario Peregrino
Al costado de la Iglesia de Santa Teresita, en el barrio de Botafogo, fue colocada una pequeña réplica del Santuario de Schoenstatt!
Allí, miembros de la Familia de Schoenstatt de Río de Janeiro y de Niteroi se alternaban acogiendo a los peregrinos, entregando los rosarios rezados, difundiendo Schoenstatt, la Madre tres veces Admirable, el P. Kentenich, cuya estatua estaba delante del Santuario Peregrino, arriesgándose hasta a conversar en otros idiomas.
Sacarse una foto al lado del Padre Fundador, tomado de su mano, provocó una inmensa sensación de gratitud…
Los peregrinos se detenían, interesados en la pedagogía schoenstattiana, y colocaban sus peticiones y agradecimientos en la tinaja del capital de gracias, que estaba frente a una imagen de tamaño real del Trono de Gracias y de la Sma. Virgen.
Recé este rosario por ti
¡Un regalo que el Padre Bueno me concedió! ¡Cuánto nos esforzamos, aquí en San Pablo, para conseguir más de mil de rosarios rezados por las intenciones de un(a) joven de la JMJ! Fueron rezados por los que reciben la visita de la Mater Peregrina, en los días de adoración al Santísimo Sacramento, en los grupos de Rama…
De pronto, me encontré en la Catedral de Río de Janeiro, el día del Festival Mariano, promovido por los Jumas de Brasil, distribuyendo aquellos rosarios (que llegaban de todo Brasil) a aquellos jóvenes… Arriesgándome a hablar en inglés, español, ayudada por Breno (seminarista del Instituto de Sacerdotes de Schoenstatt).
¡Qué emocionante fue ver la reacción de aquellos jóvenes! Ellos recibían el paquetito conteniendo un rosario con unción… Observaban admirados que ‘una persona’ había – realmente – rezado aquel rosario por él o ella y prometían rezar por el nombre que estaba en la imagen de la Mater.
Grupos de jóvenes se alternaban presentando cantos, coreografías, oraciones, haciendo colorido y rico el Festival Mariano. Banderas de varios países, jóvenes entrando y saliendo, y todo ello en medio de la lluvia que insistía en caer en una ciudad tan tropical…
Original: portugués. Traducción: Agda Grupe, Córdoba, Argentina
