ARGENTINA, Claudia Echenique. Un nuevo aniversario del Santuario de Sión, en Florencio Varela, convocó el domingo 24 de febrero a la Familia de Schoenstatt del Gran Buenos Aires, para acompañar a los Padres de Argentina y Paraguay.
«La Mater quiso que festejáramos la Fiesta de Sión bajo un techo seguro y nos trajo a la Iglesia de Dios Padre para protegernos del frío y de la lluvia». Así comenzó el saludo inicial de la misa el P. Francisco Pistilli, Superior Provincial de los Padres de Schoenstatt de la Región del Padre. En la madrugaba había llovido torrencialmente en Florencio Varela y alrededores, por lo que la misa de la Fiesta de Sión debió realizarse en Nuevo Schoenstatt.
Bienvenidos de vuelta
Al terminar la Jornada anual en la que los Padres de la Región estuvieron reflexionando, trabajando y rezando juntos durante dos semanas, la Comunidad quiso compartir con toda la Familia la Acción de Gracias por el 19º aniversario de su Santuario.
La Región de los Padres de Argentina, Paraguay y Uruguay crece y este año concelebraron 23 sacerdotes. Se destacaron las presencias del P. Ángel Strada, que estuvo en este tiempo con la comunidad; el P. Gerardo Cárcar, que luego de su tarea como párroco en Italia, regresó a la Argentina y continuará su trabajo en Córdoba; el P. Andrés Rodríguez De Bella, que luego de 3 años de misión en Nigeria, pasó un tiempo de descanso, visitó a su familia en Argentina y ahora se instalará en Italia; y varios de los seminaristas, que este año están haciendo su práctica pastoral en las diversas casas de la región.
«Cuando uno se encuentra con Dios, reconoce que hay un antes y un después que definen el tiempo de nuestra vida.»
En su homilía, el P. Francisco se refirió a Abraham y cómo Dios en ese encuentro, «le dio una nueva vida y lo hizo padre de un nuevo pueblo. Dios trazó una línea de fuego en el corazón de Abraham y esa alianza hizo que caminara siempre hacia adelante con Dios».
Meditando sobre el Evangelio de la Transfiguración, expresó: «La fe del que escucha y sigue al Hijo de Dios también traza una línea imborrable en la vida. Le pasó a los discípulos. Nos pasó a nosotros por medio de la gracia del Bautismo. Un antes y un después. Ya no pertenecemos a la patria vieja; somos ciudadanos del Cielo, la patria nueva. Y la línea que define nuestra ‘ciudadanía’ es la Cruz de Cristo, donde el Hijo se regala para sellar una Alianza definitiva.»
Sobre el tiempo actual de la Iglesia y de nuestros países, el P. Francisco destacó los muchos signos y mensajes que «nos vuelven a marcar que es tiempo de la trazar la línea de la conversión, de la renovación, la línea de una vida de fe más fiel y más fuerte. ¿Adónde pertenecemos? ¿A la tierra de la hipocresía, de la corrupción, de los injustos, de las desigualdades, del odio, del miedo? Esa es la ‘tierra vieja’. ¿Acaso no pertenecemos a la tierra que anuncia que somos hermanos, que fuimos lavados, purificados para ser santos, que pertenecemos a tierra del perdón y la unidad, la solidaridad y el amor?»
Luego expresó: «El mundo necesita experimentar otra vez la Pascua. Es necesario hacer el camino de la Pasión para ‘apasionarnos’ nuevamente por la misión de Cristo. Los cristianos apasionados no se esconden de la Cruz, la levantan como signo de contradicción y con la Cruz trazan la línea que marca ‘ese antes y después’, la conversión que es un morir para vivir. Que la gente vea no solamente un cambio de discurso sino un cambio de vida.»
Dos invitaciones muy concretas para este tiempo
Al concluir, el Superior Provincial hizo dos invitaciones:
1. «Necesitamos varones que recen y que sean firmes en la oración. Les propongo una vez por semana rezar el Santo Rosario. Y que el papá, el hermano mayor, los varones de la casa sean quienes lo recen y dirijan. Sin obligar a nadie pero dando un signo de que pertenecemos a la tierra de la fe»
2. «A las mamás, a las chicas las quiero invitar a mantener en la vida cotidiana ese fuego encendido cada día. ¿Por qué no volver a rezar el Ángelus cuando nos reunimos a almorzar en casa o el Magnificat en la cena familiar?»
Finalmente agradeció la oración de toda la Familia de Schoenstatt «que nos sostiene y también queremos renovarnos y crecer en nuestra tarea como Sacerdotes, Pastores y Padres.»
La Iglesia de Dios Padre estuvo colmada de gente a pesar del día lluvioso. Estuvieron presentes feligreses de la Parroquia San Pantaleón, acompañando a su párroco el P. Federico Piedrabuena, peregrinos y miembros de la Familia de las zonas de Temperley, Valentín Alsina y las diócesis del Gran Buenos Aires. El círculo Vocacional, la Federación de Familias de La Plata y el coro de jóvenes de San Isidro colaboraron en las diversas áreas de la organización de la fiesta.
Nuevas ordenaciones sacerdotales
El P. Pistilli agradeció la cercanía, la alegría, la oración y el estímulo constante de la Familia hacia la Comunidad de Sión, como también los aportes materiales que permiten sostener las vocaciones en su camino al sacerdocio. Tres de esas vocaciones completaron sus estudios y se ordenarán este año.
El 20 de abril serán ordenados Diáconos en Chile, el argentino Manuel López Naón y los paraguayos Óscar Saldívar y Santiago Cacavelos. La ordenación sacerdotal de Manuel será el 12 de octubre en la Iglesia de Dios Padre (Florencio Varela) y la de Óscar y Santiago será el 9 de noviembre en Tuparendá, Paraguay. En mayo, también habrá 4 ordenaciones sacerdotales en Nigeria.
Al terminar la celebración eucarística, los Seminaristas repartieron el folleto de Sión 2013, en el que se refleja la vida de la Comunidad durante el año 2012 y se presentan los nuevos proyectos.
Los Padres saludaron agradecidos en el atrio de la Iglesia frente al Santuario Nacional. No es habitual tener a 23 Padres de Schoenstatt juntos!! Ellos lo saben y con alegría disponen de ese tiempo, en el que muchas familias y amigos saludaron brevemente a cada sacerdote para poder dialogar con muchos de ellos.
Luego de este momento de saludos y reencuentros, se dirigieron hasta Sión para compartir el almuerzo y continuar el festejo en el Salón José Engling.
Prédica – P. Francisco Pistilli (mp3)
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