INDIA, Fr. Andrew Pastore. El arzobispo de Bangalore, Monseñor Bernard Morris, vino a la casa de nuestra comunidad en Bangalore, para ordenar a siete diáconos para nuestra comunidad.
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La comunidad se había reunido en el Santuario la noche anterior para presenciar que estos siete estudiantes hicieran su contrato perpetuo con la Comunidad de los Padres de Schoenstatt.
Este fue un pequeño hito en la historia de la comunidad aquí, ya que el número de miembros perpetuos superó la marca de medio siglo (perdón por el lenguaje de cricket, pero estoy en la India …), llegando a 56. El superior regional, P. Pushparaj fue quien aceptó el contrato hablando de la alegría de la comunidad y dándoles la bienvenida a participar en el desafío de construir Schoenstatt aquí en la India.
Nuestra casa de estudios estaba llena del espíritu festivo. Toda la comunidad de casa estaba involucrada en la preparación y ejecución de la fiesta. Las decoraciones estaban preparadas, y con el olor de la comida de fiesta proveniente de la cocina, los invitados comenzaron a llegar. Una práctica de último minuto del coro y un ensayo corto de los diáconos – y el escenario estaba listo.
La transmisión de la fe en una sociedad que cambia increiblemente rápido
El obispo llegó y fue recibido frente a la casa – y todos se trasladaron para revestirse para la celebración. En su sermón, el Año de la Fe estaba muy en primer plano en su mente y en su mensaje. Reflexionando sobre lo que ocurría en el Sínodo sobre la Nueva Evangelización en Roma, y teniendo en cuenta los desafíos que la Iglesia aquí está enfrentando en la transmisión de la fe, especialmente a los jóvenes que crecen en una sociedad que cambia increiblemente rápido, invitó a los diáconos no sólo a ayudar a construir una iglesia de fe, sino a ser personas de fe y de servicio – como testigos del mensaje del Evangelio. El obispo reconoció el reto asumido por los Padres de Schoenstatt que trabajan con la juventud inmigrante – miles de adultos jóvenes vienen de todo el mundo a Bangalore para estudiar y se encuentran desarraigados y sin hogar.
Una cultura de Alianza para el mundo de hoy
Aquí, como en muchos otros lugares, no sólo se necesitan buenos proyectos e iniciativas – como lo atestiguamos en el camino hacia 2014 – una nueva cultura, una cultura de alianza es necesaria para el mundo de hoy. Un testimonio de vida convence y transforma, sana y construye, es inclusivo y alienta. Vamos a orar por nuestros nuevos diáconos en su camino de fe hacia su ordenación sacerdotal en este Año de la corriente misionera.
Original: inglés. Traducción: Eduardo Arnouil, Chile