ALEMANIA, Hna. Anika Lämmle. “Nuestra oferta es justamente lo que hace falta”, Reinhold B. resume al fin del día, y comienza a intercambiar las primeras consideraciones acerca de la “Jornada para dos” para el próximo año con los demás responsables de los talleres. Para este año – de acuerdo a sus propias observaciones y los comentarios recibidos – ya lograron la meta propuesta: matrimonios satisfechos y felices que agradecen al despedirse. “La jornada para dos”, un proyecto conjunto de la Obra familiar y de la Rama de madres de Schoenstatt que comenzó hace algunos años, entre tanto ha sido aceptada por muchos matrimonios de los alrededores y les ha movilizado mucho las relaciones mutuas y los corazones.
“Una jornada como esta nos aleja del bullicio cotidiano”. Ania y Jacek C. valoran las Santas Misas para las familias que se celebran en Liebfrauenhöhe, y aceptaron por primera vez la invitación a participar en la “Jornada para dos”. Con Mónica y Román R. sostienen con firmeza que justamente esto es lo importante: invertir en las relaciones de pareja cuando – como es el caso de ellos – se tienen muchos hijos.
Brigitte y Ulrich S. se enteraron por el diario, lo que los motivó a hacer algo que ellos aún “no habían hecho nunca”: aprovechar un ofrecimiento para la pareja. Llegaron por primera vez al Centro de Schoenstatt, buscaron algunas informaciones en el sitio Web y presentaron con firmeza sus preguntas pertinentes, pues ellos encuentran aquí sus propios valores y son comprendidos.
Cuatro caminos hacia la felicidad
Gabriela y Uwe E. fueron invitados por la buena publicidad de Ania y Heinz H. “Con el matrimonio expositor se puede hacer publicidad sin mayor reflexión”, opina Heinz H. Él conoció a Klaus Glas en Suiza y está nuevamente impresionado – y no es el único – por las explicaciones fundamentadas profesionalmente. Esta vez se trató el tema “Caminos hacia la felicidad”. Con los datos de las más nuevas investigaciones, el matrimonio expositor demostró que el dinero y las posesiones materiales no proporcionan una felicidad duradera; mostraron cuatro caminos hacia la felicidad: disfrutar, cultivar las relaciones, comprometerse y agradecer. La divertida presentación estimuló la apertura de los matrimonios, que después de conversar durante el café, aprovecharon, sin ninguna excepción, la oferta de los talleres para profundizar en estos caminos.
Los responsables de los talleres constataron con alegría “las animadas y entusiastas conversaciones de los matrimonios” que resultaron de una breve motivación y de sus propios ejemplos de la vida. Para Desirée y Martín S., responsables de un taller, esto es para ellos una de las pequeñas alegrías de la vida cotidiana, que vale contemplar y disfrutar.
Un programa especial para los niños
Para los matrimonios que llegaron con sus hijos gran parte de su disfrute se debe al hecho de que pudieron tomarse el tiempo para ellos, como pareja, gracias al cuidado profesional de los niños. Este año lo hizo nuevamente un equipo de las dirigentes jóvenes de la juventud femenina de Schoenstatt con María y Karl W. Fue un desafío ocuparse de más de sesenta niños.
Bendición
No podía faltar en esta jornada – forma parte del plan – el cierre con la bendición de cada matrimonio y cada familia, impartida por el P. Philip, de Ergenzingen. Debido al clima invernal no se hizo en el Santuario sino en un salón destinado a la oración y a la meditación.
“Nuevamente nos hizo bien”, agradeció al despedirse Martina M. Ella pertenece a la rama de madres del Movimiento de Schoenstatt y manifestó su felicidad al poder participar en esta Jornada con su esposo.
Orignal: alemán. Traducción: aat, Argentina
