“¡Bienvenidos a Miami, con lluvia y todo!”

ESTADOS UNIDOS, Marian Sousa. El pasado sábado 3 de septiembre se vivió una tarde verdaderamente celestial en el Santuario de Miami. Desde el 12 de diciembre del año pasado (día de su inauguración) no hubo oportunidad de reunir a las juventudes femenina y masculina del área en una misma celebración. Sin embargo, con ayuda de la Mater y siguiendo la ley de “la puerta abierta”, surgió el anhelo de organizar la primera Misa para jóvenes. Gracias a la ayuda de las diferentes ramas y a la entrega de la juventud, se pudo disfrutar de una magnífica tarde de bendiciones.

A pesar de las fuertes lluvias, el tráfico y el calor que azotaban esa tarde el sur de La Florida, asistieron alrededor de 45 jóvenes, 16 de los cuales llegaron en peregrinación desde la Argentina. Poco a poco el Santuario se iba llenando… cuando los bancos ya no fueron suficientes, se pusieron sillas en el pasillo y los jóvenes empezaron a llenar cada pequeño rinconcito (¡hasta se metieron en el armario!). Y a pesar de que había más de 40 sillas afuera (que poco a poco también se fueron ocupando), no importaba el calor, el estar apretados. El único anhelo era poder celebrar la Eucaristía DENTRO del Santuario y poder ver como la MTA sonreía alegremente ante tal visita.

Santa Misa con Monseñor Lorenzo de León, de Perú

La Sta. Misa fue presidida por un obispo peruano, Monseñor Lorenzo de León, y concelebrada por el Padre Luis Largaespada, de la parroquia local de Nuestra Señora de Lourdes. Antes de empezar, Monseñor de León compartió con los asistentes su experiencia ante el “Papa de los jóvenes”: Juan Pablo II. Contó como en una de sus visitas al Santo Padre, éste había hecho mucho énfasis en la importancia de los jóvenes para la Iglesia, y relató con gran emoción como los ojos del Papa brillaban siempre que hablaba de la juventud. Monseñor alentó también a los jóvenes a caminar SIEMPRE sobre las huellas del Padre Fundador, pues son el camino más seguro a María… refiriéndose también a las huellas que hay en el camino hacia el Santuario aquí en La Florida.

¡Bendito sea el que es raro por seguir a Jesús!

Ya con los corazones “sintonizados”, comenzó la celebración de la Eucaristía escuchando las canciones que las chicas de la JF con tanta emoción habían preparado. Durante la homilía, el Padre Luis Largaespada animó a los jóvenes a entregarse radicalmente a Jesús, a dejar a un lado las críticas o la presión que les presenta el mundo y a ESCUCHAR sólo la voz de Dios: “¿Qué es lo que verdaderamente quiere Dios de mí?… Les dirán que son raros… ¡bendito sea el que es raro por seguir a Jesús!”. Habló también de cómo las cosas en este mundo van pasando de moda, van y vienen según el estilo que la sociedad decida seguir; sin embargo, las palabras del Evangelio están siempre vigentes, siempre de “moda”. El Padre continuó, a través de sus experiencias personales, motivando a los jóvenes a que no tuvieran miedo de seguir a Jesús.

Hazme un apóstol de Schoenstatt…

Finalizó la celebración con el tradicional “Himno de Franz Reinisch”. La JF y JM competían para comprobar quién podía cantar con más fuerza. ¡Se sentía la emoción, la alegría, la entrega! Ya terminada la Sta. Misa, los asistentes fueron invitados a la “Casa Schoenstatt”, donde se les sirvió un sencillo refrigerio. No mucho tiempo después se descargó una lluvia torrencial, que hizo correr a todos hacia los autos… incluyendo a los chicos que venían desde la Argentina. Fue Dios diciéndoles “¡bienvenidos a Miami, con lluvia y todo!”.

Frutos…

Schoenstatt nació, hace casi 100 años, del corazón JOVEN Padre Kentenich. Hoy es él quien llama a continuar con su misión: a amar a María con todo el corazón y llevar el amor de Dios a cada rincón. La Mater aprovechó esta ocasión para derramar sus gracias de una manera especial sobre todos los que acudieron a su Santuario, sobre cada uno de los jóvenes y sus familiares. Y reina la alegre confianza de que pronto se verán los frutos que este encuentro traerá a la juventud en La Florida y el mundo entero. Gracias, de todo corazón, a los que hicieron de este anhelo una realidad, sobre todo a los jóvenes argentinos que con su visita inspiraron y motivaron la realización de este feliz encuentro.