ESPAÑA-JMJ, Servicio de Comunicación del Movimiento de Schoenstatt en Madrid. En la tarde noche del 17 de agosto tuvo lugar lo que se denominó “Festival de la Alianza”. A través de diversas expresiones (musicales, audiovisuales, testimoniales…) la juventud internacional del movimiento de Schoenstatt quiso celebrar, compartir y regalar a la Iglesia y al mundo, la riqueza de vivir en Alianza con María. Este evento estaba incluido dentro de los eventos oficiales que ofrecía la JMJ y evidentemente como responsables de la organización estaba toda la juventud de España.
La vida de Schoenstatt
Todo comenzó a las 19.00 hrs. y durante las dos primeras horas se podían recorrer diferentes stands que mostraban de alguna manera la vida en Schoenstatt. El primero estaba dedicado a Schoenstatt internacional en donde se mostraba qué es Schoenstatt, el Fundador, en qué lugares del mundo estamos y también algunos schoenstattianos daban su testimonio. Otro estaba dedicado a diferentes cosas como hacerse un capitalario, una foto junto al Padre Kentenich, firmar en el libro de la alianza o sacar una tarjeta del teléfono del Padre gigante. Se presentó la iniciativa: Dame tu rostro. En otro lugar se podían hacer diferentes juegos que nos invitaban a competir en amor y armonía. En otro se podía cantar alguna canción y de entre todas se seleccionaría alguna para después cantarla a todos desde el escenario.
Y por supuesto no podía faltar el sector dedicado especialmente a España donde se podía degustar algún tipo de comida española: gazpacho, jamón serrano o aceitunas; disfrazarse de flamenca y torero, y aprender a bailar sevillanas.
En alianza con María
Se daba un hermoso ambiente en que los jóvenes iban recorriendo todos los rincones del terreno. Además a la entrada recibían el libro para seguir todo el festival en varios idiomas, una vela y un mechero de recuerdo. A las 21.00 hrs. se fue invitando a que todos se reunieran en torno al escenario porque iba a comenzar el musical “María en nuestro camino”. Con música, textos, escenografía ideada para la ocasión se fue mostrando algunas escenas de la vida de María, en su entrega desde el sí de la Anunciación, el sí al pie de la cruz, el sí a la Iglesia en Pentecostés. Y todo ello en paralelo con nuestro Padre, su vida de entrega, su amor a la Iglesia, pero siempre en alianza con María.
Adoración y Santa Misa en el primer minuto del día 18
Como a las 23.30 hrs. comenzó la adoración. Se trajo el Santísimo desde el santuario en solemne procesión hasta el escenario que tenía de fondo un bonito dibujo del santuario por dentro. Reinaba una atmósfera de Dios, había silencio, los jóvenes rezaban. Era un sencillo texto con oraciones y canciones que ayudaron en este momento tan profundo de oración. Y ya cuando se acercaban las 24.00 hrs. se dirigieron todos hacia el santuario, al altar instalado en la parte de afuera donde iba a ser la santa misa de Alianza. Todo muy bien preparado, igualmente con textos sencillos, con hermosos cantos en diferentes idiomas, pero destacando en todo momento que nuestra vida ha de ser en alianza con María, que nuestro camino a Cristo pasa por María porque Ella es la que nos conduce a El. Era ya como la 1.30 hrs. cuando terminaba todo pero había sido una vivencia y experiencia muy de Dios, de un encuentro de verdad con Dios, de un experimentar la fuerza de la Alianza.
Evidentemente participaron en todo ello la juventud de Schoenstatt, pero fueron también muchos los jóvenes que conocieron un poco más de nosotros, que se acercaron y experimentaron cómo es nuestro camino junto a la Reina.
Lo nuestro para la iglesia
Y al terminar había que tratar de ordenar todo. Era tarde y todos estábamos cansados, pero fue muy bonito como todo el equipo de jóvenes que habían preparado el festival, también tuvieron en cuenta esta parte y ayudaron a que todo volviera a estar en su lugar. Además de ellos hubo voluntarios de otras ramas de nuestra familia que también estuvieron ayudando. Se dio un ambiente familiar de entrega y colaboración, con ese orgullo de haber podio dar de lo nuestro a la Iglesia, de compartir nuestro gran tesoro con todo aquel que quiera enriquecerse con ello.
Prédica del P. Heinrich Walter
Fotos: Festival de Alianza
