ARGENTINA, Guillermo Romero. El pasado viernes 18 de marzo, el sol radiante anticipaba una jornada llena de luz para la Familia nogoyaense. La Mater aguardaba a sus hijos abriendo las puertas de su Ermita para recibirlos en las actividades de un nuevo año.
Jornada de inicio en la Ermita de Nogoyá
Comenzaron la jornada cobijados en la Ermita: la oración de inicio y el canto preparado por los jóvenes eran la certeza de que estaban congregados una vez más, pidiéndole a la Mater «ser instrumentos aptos en sus manos y asemejarnos cada vez más a Ella…». En ese momento íntimo todos se reunieron espiritualmente a la peregrinación 2014 rezando la oración que el Movimiento propone para caminar juntos al jubileo de los 100 años de la «Alianza de Amor»: «Querida Madre del Señor y Madre nuestra. Con alegría peregrinamos a tu Santuario…». Unas 200 tarjetas de oración, bendecidas en el Santuario Original y enviadas por correo están por llegar en los próximos días: «Si fueran posible unas 100 estaré agradecido y si fueran más también así puedo entregar a los misioneros para que cuando lleven la peregrina dejen en cada hogar…».
Viviendo el año de la corriente del Padre
En el salón de actividades, se recordaba que como Familia de Schoenstatt transitamos el año de la «Corriente del Padre» con el bello poema: Conoces aquel hombre. Allí el Padre Gustavo Monteagudo brindó una plática en donde hizo descubrir aspectos de la vida del Padre Kentenich a la luz del tiempo de cuaresma.
Luego, la Santa Misa, en donde se le regaló a la Mater una bella casulla mariana con la imagen de la Madre y Reina en el centro, la que fue usada para la celebración. Como Iglesia recibieron ese día al niño Lucas Santiago, quien fue bautizado por el celebrante.
De ese inicio, surgió un nuevo impulso en la Familia que, sabiéndose herencia tan noble, no deja de decir: «Buscabas, Padre, aliados para tu misión, y la Madre te trajo a estas tierras…».
