Nuevos Jefes de la Liga Apostólica de Familias en Paraguay

PARAGUAY, Revista Tuparenda. Daniela y Antonio Peralta son oriundos de Argentina, se casaron hace casi 20 años y desde entonces viven en Paraguay. Tienen 5 hijos: Gissela de 18 años, Santiago de 16, Maitena de 11, Chiara de 6 e Iñaki de 4.

Hace 18 años que pertenecen al Movimiento, donde se incorporaron inicialmente al grupo Huellas y luego ingresaron al Instituto de Familias en el Curso Signum Spei Patris, donde recientemente firmaron su Contrato Consagración Perpetuo.

Daniela y Antonio, ¿qué los llevó a postularse como Jefes de la rama?

En realidad fuimos convocados a ser parte de la terna para la elección de Jefes de la Liga Apostólica de Familias, y realmente lo sentimos como un llamado, como un pedido de la Mater en este tiempo, para trabajar en forma directa e integral con toda la Liga Apostólica de Familias y continuar con nuestra tarea con toda la Obra Familiar, a través de la Coordinadora de la Obra Familiar (COF). Nosotros dimos el sí, nos pusimos a disposición.

¿Cómo ven a la Rama Familiar hoy en día? ¿Podrían hacer una «foto» instantánea de lo que somos hoy?

Vemos a la Liga Apostólica de Familias en crecimiento, principalmente en la cantidad de grupos que están en los diferentes niveles de formación y en los Miembros de los Círculos de Liga. También vemos un esfuerzo de los Colaboradores de la Liga por crecer en su pertenencia al Movimiento.

Hoy somos un gran Familia que está creciendo y afianzándose, no sólo en Asunción sino cada vez en más Diócesis; con los desafíos propios del crecimiento.

¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de la Rama?

En una primera mirada, por lo que conocemos hasta ahora de la Liga Apostólica de Familias -desde nuestra visión de Asesores Laicos y Miembros de la Coordinadora de la Obra Familiar-, y que seguramente iremos profundizando, vemos como las más importantes las siguientes:

Fortalezas:
1. Organización
2. Dinamismo
3. Crecimiento

Debilidades:
1. Dificultad para encaminar la pertenencia de los Colaboradores de la Liga
2. Tendencia al activismo

Hoy la Familia como institución está siendo más atacada que nunca, ¿eso repercute en nuestra Rama?

Evidentemente repercute ampliamente en cada una de las familias que componen nuestro Movimiento y por consiguiente en nuestra Liga Apostólica también. A la vez nos interpela a asumir el desafío de trabajar con más fuerza no solo por las familias de nuestro Movimiento, sino también por todas las familias del Paraguay, defendiendo nuestros valores, la vida y la familia, como hijos del Padre Kentenich. Es parte de nuestra Misión.

¿Cuál creen que es su carisma y qué pueden aportar con ello a la Rama?

Siempre nos definimos como «instrumentos» en manos de María, con fuerte conciencia de misión, espíritu apostólico y familiar.

A partir de ello quisiéramos regalar a la Liga Apostólica de Familias, nuestra paternidad/maternidad y el espíritu de familia; una visión integral de la Obra Familiar y sobre todo nuestra disponibilidad y entrega, siguiendo el ejemplo del Padre Kentenich: «nos ponemos enteramente a su disposición, con todo lo que somos y tenemos … pero sobre todo les pertenece nuestro corazón».

¿Qué apoyo necesitan en su tarea?

Necesitamos antes que nada mucha oración, y colaboración de todos, principalmente de los matrimonios de la toda Obra Familiar, porque esta es una tarea de equipo. Somos concientes de que la tarea es grande pero estamos confiados en que Dios Padre y la Mater siempre que encargan una tarea también regalan las gracias para llevarla adelante.

¿Qué puede aportar la Rama Familiar para el Jubileo del 2014?

Creemos que el aporte de la Liga Apostólica de Familias para el Jubileo del 2014 está relacionado con las corrientes de vida que se han generado en nuestra familia, y en particular con la corriente de vinculación al Padre Fundador; la corriente de ser hogar, regalar hogar, que tiene que ver con nuestra vivencia de familia y la corriente de Alianza que en sus diferentes grados se está experimentando.