Vamos a Belén a la Navidad viva

¿Vamos a Belén?

En el portón está la invitación: «¿Vamos a Belén?». Quien acepta la invitación y entra, puede vivir una atmósfera sagrada. Todo adornado con luces de colores, animales y niños, vestidos de ángeles, brincando en el mismo espacio, pastores y campesinas, la Sagrada Familia junto al pesebre y también los Reyes Magos. Un grupo, con instrumentos y coros, acompaña con cantos de Navidad. Es increíble el silencio que reina, aunque nadie lo exija. Simplemente las personas entran y guardan silencio. Se sientan en las sillas o se quedan en el césped contemplando y meditando la escena de la Natividad. Muchos concluyen ese momento con una oración dentro del Santuario. «La gente se queda con un sentimiento muy bonito en el corazón. Yo creo que así fue también la primera Navidad», dice Marisa Mancio, de Araraquara, que vino, con su esposo y su hijo, por primera vez.

La Navidad como fue originalmente

Es el segundo año que se lleva a cabo la «Navidad Viva». La Hna. Mariane Galina, asesora local, dice que «Todo comenzó con el deseo de que las personas vivieran una Navidad diferente. El objetivo es ese: ayudar para que cada persona entre, lo más que se pueda, al espíritu de la Navidad, tal y como ocurrió en Belén». Ella explica que no se trata simplemente de un Nacimiento vivo, sino de representar, en la medida de lo posible, lo que fue realmente la primera noche de Navidad.

¡La Familia de Schoenstatt asume con mucha responsabilidad ese apostolado tan bonito! Como confiesa el Padre Samir Silva Souza, capellán del Santuario: «¡Son una Familia de Schoenstatt con los pies en la tierra! Son cristianos muy conscientes y comprometidos con la misión». El elogio del Padre se ve confirmado en la realidad: los dirigentes y participantes del Movimiento de Schoenstatt renuncian a todos los fines de semana antes de Navidad para estar en el Santuario, representando a la Navidad Viva.

Misioneros bendecidos

No sólo es eso, sino que ellos mismos preparan todo. Incluso construyeron un lago en medio del jardín. La atmósfera sagrada que la Navidad Viva representa es el resultado de la Alianza de Amor tomada en serio, aplicada a la vida diaria. El matrimonio formado por Luciano Miguel y Érica Marcomini, de la Federación de Familias, forma parte de la representación por segundo año consecutivo y comenta: «Participar en la Navidad Viva nos lleva a la reflexión. Estar ahí hace que la gente se interiorice y sienta mucha paz». Dicen también que donar su tiempo para ese apostolado y vivir la Navidad «hace que la gente piense más en el prójimo». Gabrieli y su hermanito, hijos de los Marcomini, participan por dos horas en la Navidad Viva. Vestidos a modo, caminan por el césped, brincan con los animalitos y adoran al Niño Jesús. Todo en silencio. El brillo en la mirada de los niños prueba que participan de corazón y con libertad. Gabrieli dice que lo que más le gusta es el lugar en el que están Jesús, María y José, y también: «Me gusta mucho ser un ángel en el pesebre. El ángel está bendiciendo al Niño Jesús».

Debido a un imprevisto, el matrimonio que sería la Sagrada Familia no pudo estar presente, así que Audrei y Lenir D. G. Tomasini, con su pequeña hija, son María, José y el Niño Jesús, en la noche del 18 de diciembre. A pesar de haber permanecido por 2 horas frente al público, salen emocionados: «Haber sido José y María fue una sorpresa y una gran emoción», dice Audrei, y su esposa añade: «Fue un regalo para nosotros. Eso ayuda a crear un ambiente realmente navideño para la llegada del Niño Jesús. Fue muy emocionante». La Hna. Mariana explica que los matrimonios se inscriben para representar a esos personajes tan importantes y llaman al Santuario para saber las fechas de la Navidad Viva y elegir el día que más les convenga.

Vienen de muchos lugares a Belén

Si el evento, en su primer año, impresionó a la ciudad de Araraquara, a pesar de que no se invirtió en promoción, este año aumentó la visita de personas venidas desde lejos. «Goiânia, estado de Goiás» escribe alguien en el libro de visitas del Santuario. Hay visitantes de diversas comunidades del estado de São Paulo, como São José dos Campos, Barretos, Matão, Atibaia. Muchos que presencian la Navidad Viva regresan con parientes y amigos: «¡Mi hermana vino el año pasado y nos llamó para venir este año!», dice un visitante de São José dos Campos. El evento llama la atención de los medios. La TVARA, local y regional, está presente y hace un reportaje. Si sigue así, será bueno ampliar el espacio, pues muchos vienen a Belén. «Muchas personas conocieron el Santuario porque vinieron a ver la Navidad Viva», dice la Hna. Mariane. Un visitante, al salir, concluye: «¡Hermana, parece que estoy realmente en Belén! ¡Es algo nunca visto!».

Fuente: www.maeperegrina.com.br

Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México