ARGENTINA, Hna. Clara María Bercetche. El 28 de noviembre, primer domingo de adviento, se recordaron con inmensa alegría los 75 años de la llegada de las primeras cuatro Hermanas de María a la Argentina. Con ellas llegó Schoenstatt: la semilla de un mundo nuevo, el Santuario, la Alianza, el amor al Padre y Fundador, comprobado y probado en su vocación misionera. Fue el tiempo de siembra para Schoenstatt en la Argentina, y posteriormente en el Uruguay y Paraguay. Esa alianza se hizo misión en miles de hombres y mujeres y se multiplicó en cada uno de los Santuarios.
En la Iglesia de Dios Padre
Participaron unas setecientas personas en la solemne Santa Misa celebrada en la Iglesia de Dios Padre, en Nuevo Schoenstatt, a las 10 de la mañana. Precedieron a la procesión de entrada las banderas argentina, paraguaya, uruguaya, papal, alemana, y la bandera de la Provincia de Nazaret, de las Hermanas de María, que abarca a los tres países. Luego se acercaron los símbolos que acompañarían la celebración: el símbolo del Padre que el Padre Kentenich colocó en el Santuario – inaugurado por él el 20 de enero de 1952 – el 19 de marzo siguiente, como representación de la gran corriente patrocéntrica que el Padre mismo impulsó desde este Santuario; el cuadro de la MTA, y un cuadro del Padre y Fundador. A continuación los sacerdotes: el P. Juan José Riba, celebrante principal, y los Padres Guillermo Carmona, Pablo Pol y José Parodi.
En los primeros bancos de la Iglesia había varias Hermanas que vinieron de Alemania como misioneras de Schoenstatt. Representaban a las muchas que ya partieron a la casa del Padre y a las que no pudieron estar físicamente presentes.
Realzaron la celebración los hermosos cantos entonados por el coro de las Hermanas y de un grupo de jóvenes del Colegio Mater Ter Admirabilis, de Buenos Aires.
Gratitud y alegría
En la homilía el P. Juan José destacó las notas de la fiesta: la gratitud y la alegría. La gratitud por la audacia del Padre Kentenich al enviar cuatro Hermanas jóvenes a un país para ellas tan lejano, y por todo lo que ellas y las que las siguieron (en total 62 Hermanas desde 1935 hasta 1973) pudieron sembrar. Ahora se puede ver la cosecha. «Si siempre se las ve contentas a las Hermanas, hoy la alegría es más patente en sus rostros», siguió diciendo. Destacó la importancia de la contribución de las Hermanas a la Obra del Padre pues esta Provincia aportó elementos decisivos a Schoenstatt: el primer Santuario filial (Nueva Helvecia) y la corriente del Padre. No hay duda, recordaba, que en la Iglesia el mayor tesoro son las personas (…) las personas consagradas que aspiran a la santidad.
Un cirio con el símbolo de 2014
En el ofertorio se expresó la fecundidad de la vida de la Alianza en estos 75 años con distintos símbolos: 40 rosas por las 40 Hermanas misioneras que ya partieron a la eternidad, un cirio con el símbolo de 2014, como evocación de la luz de Schoenstatt que ellas trajeron hace 75 años y que quiere seguir irradiándose hacia el futuro, y la cruz de la misión que recibió cada Hermana en el momento del envío como signo del sacrificio y la entrega.
Al finalizar la Santa Misa, la Hna M. Úrsula (la de mayor edad, 96 años, pues las cuatro primeras ya fallecieron), entregó el cirio de 2014 a la generación que lleva el fuego de Schoenstatt hacia el futuro. Así se inició la peregrinación al Santuario cantando «Fuego de tu fuego».
Programa variado
Desde la puerta de la Iglesia hasta el Santuario, distintas personas formaron un cordón llevando flores y espigas que representaban el espíritu del día.
Luego de renovar la Alianza de Amor con la Santísima Virgen, se descendió al auditorio de la Iglesia de Dios Padre – debajo del atrio – donde se desarrolló un nutrido programa. Comenzó con una canción interpretada por las Hermanas, luego unas palabras de la superiora provincial, Hna. M. Elisa. Recordó que «en los inicios se encontraron con las dificultades propias de toda fundación: costumbres e idioma desconocidos, clima muy diferente, precariedad y pobreza de medios… Todo lo superaron con una profunda conciencia de misión (…) Hoy, como ayer, sigue viva, el Padre continúa presente y activo en su Obra y renueva su llamado: busca aliados para realizarla. Su Alianza es hoy nuestra misión. Vuelve a preguntar como lo hizo a las primeras misioneras en 1935: ‘Sangre joven, ¿a qué te atreves?’«.
Expo Hermanas de María
A continuación se proyectó un video sobre la historia y la misión de la las Hermanas de María en estos 75 años en la Argentina, Paraguay y Uruguay. Finalmente los presentadores le entregaron un ramo de rosas a la Hna. M. Elisa como muestra de gratitud a todas las Hermanas.
Los peregrinos visitaron durante todo el día la carpa con la exposición junto a la Iglesia: una muestra de fotos históricas y de los campos de apostolado actuales; material informativo, etc. También se podía adquirir el nuevo CD «Siempre María» (canciones de las Hermanas) y la biografía de la Hna. M. Margarita, de reciente aparición.
Un único sentimiento reinó en ese radiante domingo: la gratitud a la Madre y Reina, al Padre y Fundador, y también a la comunidad de las Hermanas de María por estos 75 años de entrega.
GRACIAS, porque de su mano nos trajeron este maravilloso movimiento que nos cobija,transforma nuestros corazones y nos envía a compartir las maravillas de La Mater en su Santuario.
Queridas Hnas Ursula, Hna Liberta y comunidad de Hnas de María:
Dios las Bendiga siempre con buenas y Santas vocaciones.gracias por venir a Argentina y traernos Schoenstatt y al Padre…Cada una de uds es un regalo del Cielo!!!
Agradezco haberlas conocido y admirarlas cada día más , son ejemplo VERDADERO de Santidad.
Gracias Hermanas por todo el cariño que me han brindado en mi corto paso por el Santuario, Gracias a la Mater que transformo mi vida, eternamente agradecida. Un cariño muy especial a la hermana Armtrudis Clara María y Bibiana.
Gracias queridas hermanas todas!!
por su entrega,generosidad, sacrificio y fidelidad!!
Dios multiplique con nuevas vocaciones vuestro obrar!!cariñoso saludo para la hna Ursula de parte mio y de Héctor.