ARGENTINA, Hna. Maria Esther. Como lo viene haciendo en las grandes fiestas marianas y en los acontecimientos de la vida del Padre y Fundador, este pasado 15 de agosto el equipo de pastoral de niños del Santuario «Tabor de María» en el barrio de Belgrano, Buenos Aires, convocó a niños y familias vecinos al Santuario, para festejar a la Reina del cielo.
La tarde, muy fría, estaba ventosa pero soleada cuando a las 15hs comenzaron a llegar los primeros chicos. Experiencias anteriores hacían esperar que llegaran muchos niños pequeños, pero la primera sorpresa fue que acudieron – a pesar del fin de semana largo – chicos desde dos hasta doce años.
Huellas de María
El equipo de pastoral les dio la bienvenida y les explicó el motivo de la fiesta.
Luego se dio inicio a la gran búsqueda de las huellas de María. Se dividieron en dos equipos que tenían los colores del manto de la Virgen. En el patio había preguntas como:
– ¿Quién anuncia a los hombres que en su Casa vive María? (la campana)
– ¿Quienes son los cuatro hombres que viven siempre en el Santuario con la Mater? (San Pedro, San Pablo, San Miguel, el Padre Kentenich)
– ¿Qué hay bajo el vestido de la Virgen? (nubes)
– ¿Qué tienen algunos cuadros de la Mater en la parte de arriba? (corona)
– ¿Quién celebró hace cien años por primera vez la Sta. Misa, en Alemania y que amó mucho a María? etc.
Cada equipo recibía una bandera con su color cuando encontraba la respuesta y después podía colocarla en unas macetas que estaban a la entrada del Santuario.
¿Qué hace María desde el cielo?
Con las respuestas se hizo un resumen, y ya reunidos todos en el salón, debían, por equipos, ordenar las diez escenas de la vida de María que narran los evangelios. Había once ilustraciones dispuestas en forma desordenada. Esta parte fue muy linda porque los papás presentes les daban datos y entre todos pudieron reconstruir la historia hasta llegar a la última lámina, que era la Asunción de María. Allí se detuvieron y comentaron qué hace María desde el cielo. Se dio un lindo intercambio.
Luego se proyectó, con dibujitos, el cuarto y el quinto misterio glorioso, y entre uno y otro misterio se rezó la decena correspondiente del rosario.
En el Santuario
Después los niños fueron invitados a mandarle a María un mensaje al cielo. Allí escribieron sus nombres con lápices de cera en unos corazoncitos, y los papás armaron cuatro globos aerostáticos de papel (uno se prendió fuego y dio más emoción a la cosa). Fue muy lindo porque no son como los de gas, ya que estos hasta que remontan crean una gran expectativa, y no se sabe hasta último momento si van a volar.
Luego todos fueron al Santuario, y allí contemplaron el cuadro de la Mater. Y si bien María está en cuerpo y alma en el cielo, también espera aquí para escuchar y educar a sus hijos, como lo hizo con Jesús. Luego rezaron todos juntos y… no podía faltar una rica merienda con tortas y chupetines.
Los padres no se querían ir y aunque el patio no es tan grande, los chicos corrían y jugaban divertidos.
Seguramente la Mater, desde el cielo, sonreía.
