Publicado el 2010-07-26 In Vida en alianza

«Hijo mío, estoy a tu lado»

Nueva ermita en De la GarmaARGENTINA, Marinés Garda de Gariglio. Una nueva Jornada de Alianza, bajo la atenta mirada de María, en una tarde muy fría y de suaves lloviznas que bendecían con dulzura a todos los que con mucha alegría se congregaron en el predio del ferrocarril de la localidad de De la Garma, perteneciente al Partido de Adolfo González Chaves, provincia de Buenos Aires, Argentina, para honrar a la Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt en un nuevo hogar.

 


Nueva ermita en De la GarmaMientras se entonaban las estrofas del himno a la Virgen Peregrina, una mayólica era descubierta por un niño y una adolescente, quienes de esta manera daban un aire fresco de entrega a la Jornada.

Luego el párroco, Padre Rubén del Pian, procedió a la bendición, tras lo cual una de las primeras misioneras, Susana Rueda, junto a Dorita Walter (misionera emprendedora y entusiasta de este acontecimiento) le colocaron un rosario a la imagen.

Nuevas misioneras

Nueva ermita en De la GarmaPosteriormente el sacerdote bendice y entrega tres imágenes peregrinas a las nuevas misioneras: Diana Giglio de López, Susana Fernández de Wibaux (de esta localidad) y María del Carmen Baigorria (de Juan E. Barra, distante unos kilómetros, terruños del querido y recordado Padre Vicente Pasanante).

Los misioneros de González Chaves acompañan en el rezo de la pración de entrega, y un fuerte aplauso abraza y felicita a los nuevos «burritos de María».

A continuación, el Padre Rubén del Pian bendijo un cuadro de la Mater pintado por la joven Victoria Cicarelli, que es destinado a presidir el salón parroquial de esta comunidad.

Un día especial para De la Garma

Cuadro de la MTA pintando por una jóvenCon gran alegría se compartió la presencia de Edda, Lourdes y Pocho Fournau, que desde Coronel Dorrego llegaron para participar de este día tan especial para la Familia de De la Garma y de Schoenstatt.

Posteriormente se compartió una mateada para dar calorcito al cuerpo ya que los corazones están templados por dar a nuestra Madre y a su Hijo la posibilidad de llegar a nuevos hogares.

Finalmente y con mucha emoción se unieron en la celebración de la Eucaristía, antes de regresar a sus respectivos destinos, dando un «gracias» inmenso a Dios Padre por permitirles una vez más recibir las tres gracias de nuestra Madre y Reina del Cielo.

 

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