NIGERIA/BURUNDI, mkf. En una visita a la Oficina de Prensa con motivo de los preparativos para las actividades del Año Sacerdotal y el Centenario del Sacerdocio del Padre Kentenich, el Padre Franz J. Brügger – que hasta el mes de diciembre era Superior de la Provincia de Sión de los Padres de Schoenstatt – ofreció una visión interesante acerca de su viaje hacia Nigeria y Burundi en diciembre del año pasado.
El viaje ya estaba planeado desde hace mucho tiempo para diciembre de 2009, en relación con los retiros para la Comunidad de los Padres de Schoenstatt allá. El Padre Juan Pablo Catoggio, de Argentina, asumió la responsabilidad de las conferencias y pláticas mientras que el Padre Franz Brügger se encargó de las misas, homilías, y las horas de oración.
El 8 de diciembre los Padres y estudiantes en Ibadan-Ijokodo celebraron con una eucaristía el traspaso de la presidencia del «Consejo de Nigeria» al Padre Juan Pablo Catoggio. En los próximos años, la Región del Padre (Argentina, Paraguay, Uruguay e Italia) se encargará de tomar a Nigeria bajo su responsabilidad.
«Luego de la cena festiva, se llevó a cabo en el salón del seminario una gran ronda por parte de la comunidad, con los filósofos, los teólogos y los Padres, que se mostraron muy vivaces y emocionados. La conducción providencial en la historia de esta Fundación africana en Nigeria destelló de nuevo», nos cuenta el Padre Brügger.
En los días posteriores hubo mucho intercambio y planificaciones.
«Ya se pueden sentir los vientos de futuro, la fundación de una filial de Padres, fuera de las comunidades de formación, debe ir tomando forma. Será importante que nuestros hermanos, quienes aún hacen sus prácticas pastorales en parroquias en Alemania, se preparen para las tareas de la comunidad y el movimiento y asuman responsabilidades. A ellos se les espera con ansias. ¡Un paso importante en el futuro cercano para la expansión de nuestra comunidad en Nigeria! ¡MPHC!».
En Burundi
El 21 de diciembre el Padre Brügger viajó por Addis Abbeba hacia Bujumbura, y nos informa:
«Un cambio de escena impresionante – la época de las lluvias – todo se encuentra verde, un Sión único, con vista hacia el lago Tanganyika (con 650 km de longitud y de 20 a 80 km de ancho) y al Congo, cuya frontera está delimitada por el lago. Hay que estar ahí para entender: por el Camino de María se llega al centro de todo: el Santuario, establecido y bendecido en 1994 y aceptado inusitadamente por la gente. Desde temprano por la mañana hasta tarde por la noche siempre hay peregrinos y fieles orando dentro y fuera del Santuario. ¡Y también escriben! Cantidades de peticiones y acciones de gracias llenan cada semana la tinaja del Santuario. Luego, la majestuosa Iglesia, expansión del Santuario: un edificio grande y abierto, que afuera tiene una terraza que ofrece espacio para miles de fieles durante las misas.
Poco a poco se pueden ver las instalaciones con las cuales cuenta el gran predio, debidamente dividido en zonas para que las vidas de los Padres, los peregrinos, los fieles y los visitantes no entren en conflicto. Le encargué a nuestro practicante nigeriano elaborar una lista con las instalaciones: la casa de los Padres, con espacio para visitas; desde 2005 la casa de los novicios (siete por el momento); la casa de los teólogos; la casa de los filósofos (Casa Carlos Leisner); una Casa del Apostolado con capacidad para albergar huéspedes (Casa Padre Kentenich); la casa para los visitantes y practicantes, un bloque para oficinas, con secretariados y una tienda, un gran salón para grandes fiestas y eventos. Cerca del terreno, también hay un centro social para el trabajo con niños de la calle, «Maria Arafasha». Y pegada, muro con muro, las Hermanas construyeron su gran Casa de formación y casa del movimiento. La colaboración entre Hermanas y Padres funciona muy bien. En el centro del Padres trabajan una comunidad de Hermanas nigerianas y alrededor de 60 empleados.
Celebrar la Navidad en este pequeño paraíso también tiene un brillo especial. La misa principal de Navidad reunió a unos 6000 fieles, acompañada con coros, grupos de baile, muchos símbolos religiosos y procesiones. Simplemente hay que dejarse llevar y movilizar por los demás, e ir al portal de Belén donde multitudes se acercan a echar un vistazo.
Nosotros, los Padres, celebramos la Nochebuena en el Santuario con el Padre Ewin Germann, que asistía a su visita anual a esta filial, para luego de los días navideños estar presente en la reunión anual de los Padres. Por supuesto que visité también el primer Santuario de Burundi en Mutumba, arriba del Lago Tanganyika , donde están las raíces de nuestras Hermanas y desde 1974 también las raíces de nuestra comunidad, y donde trabajaron los pioneros: el P. Fred Kistler (72), el P. Carlos Pfeiffer (74), el P. Ewin Germann (74), el P. Otmar Landolt (74), el P. Ruedi J. Hüppi (75), el P. Josef Barmettler (80), el P. Josef Hälg (81) y el P. Karl Widmer (89). El punto inicial de nuestra comunidad fue la parroquia de Mutumba, que visité con mucha devoción, asombro y conmemoración hacia nuestros pioneros. Los tiempos difíciles de la guerra civil dejaron profundas huellas, pero a la vez sirvieron de simiente para el crecimiento de nuestro movimiento.
En cada lugar donde aparecen nuestros Padres de Schoenstatt son conocidos, se sabe también de Monte Sion Gikungu y hay vínculos hasta en los círculos más altos de la sociedad.
Diez Padres pertenecen hoy a la filial, con el P. Zingg como rector. Durante las comidas nos sentábamos representantes de 10 naciones, en paz y con una mezcla de idiomas que confundía a veces: kirundi, francés, inglés, ibo, alemán y «schwizerdütsch» (dialecto suizo del idioma alemán). Así es cuando burundeses, congoleses, suizos, chilenos, nigerianos y alemanes se encuentran en Sión. Y eso tiene futuro, porque ELLA obra».
