SUDÁFRICA, Hna. Joanne Petersen. El 16 de diciembre, la Familia de Schoenstatt de Sudáfrica celebró el jubileo de diamante de su «Santuario Madre». El santuario en Cathcart, Eastern Cape, Sudáfrica fue dedicado el 18 de diciembre de 1949. Fue el primer Santuario de Schoenstatt construido en el continente africano y por eso es afectuosamente conocido como «el Santuario Madre de África». Fue erigido en un área semidesértica que es a la vez un área muy rural y de misiones.
Las parroquias y los párrocos de los alrededores, junto con dos hermanas de María de Schoenstatt han preparado esta celebración durante los últimos meses. Su duro trabajo fue recompensado con un día maravilloso y lleno de gracias. Nuestra MTA realmente se preocupó porque el día anterior, cuando se colocaron las carpas delante del santuario, el viento era tan fuerte que algunos de los tubos salieron volando hasta dos veces. Cuando los organizadores se levantaron al día siguiente su gran pregunta era: ¿Estarán las carpas aun en pie?
¡Y así fue! Las carpas estaban de pie y el día entero fue muy despejado y sin viento. Las celebraciones comenzaron a las 10:00 am con una procesión que formada por 3 obispos y mas de 25 sacerdotes. El número de congregantes ascendía a unas 800 personas, principalmente de la diócesis local pero también había peregrinos de East London, Port Elizabeth, Cape Town, Johannesburgo y hasta de Lesotho. El celebrante principal de la Santa Misa fue Monseñor Michael Wuestenberg, Obispo de la diócesis vecina y a la vez administrador apostólico de la diócesis de Queenstown a la cual pertenece el santuario de Cathcart. Mons. H. Lenhof SAC, Obispo Emérito, estuvo presente junto con Mons. A. Sithembele de Mthatha. Un coro masivo formado por coros de tres parroquias, había practicado los himnos para la misa desde hace un mes.
Pequeñas piedras, pequeños diamantes
La parroquia local decidió brindar un almuerzo para todos los asistentes después de la celebración eucarística; así, estuvieron muy ocupados matando una vaca, cuatro ovejas y cincuenta pollos. Lo que no pudo ser cocinado el día anterior, fue cocinado ese mismo día en la explanada al lado del santuario. Todo fue cocinado en forma tradicional, sobre fuego en ollas africanas de tres patas.
La Misa terminó a la 1:30 pm, y todos se alinearon para el almuerzo festivo. Fue maravilloso ver a tanta gente llenando los jardines alrededor del santuario, riendo y disfrutando de la compañía de todos los presentes. Y seguramente el P. Kentenich nos sonreía desde el cielo.
En 1948, el último día que el P. Kentenich estuvo en Cathcart, en su prédica a las personas del área, él confió a los presentes el secreto de las Hermanas de María.
El secreto era que las Hermanas anhelaban construir un santuario en Cathcart. El P. Kentenich motivó a las personas para que apoyaran a las hermanas en este proyecto a través de sus oraciones y sacrificios. Cuando el Santuario de Cathcart estaba en construcción fue necesario usa dinamita para romper la roca donde irían los fundamentos. Las mujeres y los niños se acercaban al lugar para picar la roca y convertirla en pequeñas piedras para los fundamentos del santuario.
Sesenta años más tarde podemos decir que esas pequeñas piedras y pequeños sacrificios, verdaderamente se convirtieron en diamantes y en un fundamento de gracias que surgen desde este primer Santuario de Schoenstatt construido en el continente africano.
Emocionante la noticia de este acontecimiento en Africa. Este gran continente, tan injustamente tratado por los hombres, tiene sembrado por la Mater una enorme semilla de renovación y libertad. Trae mucha alegria y paz saber que el Padre tuvo esa memorable visión de salir al mundo a buscar aliados para la gran Misión de este tiempo crucial y que entonces, en ese 1949 tan audaz, vio claro también que Africa era tierra fértil para María.
Gracias por traernos estas buenas noticias de la Misión en el mundo!!!!