PARAGUAY, P. Antonio Cosp. Los jefes de guardianes le dicen a los Huber: «Rolf, vos y tu señora como guardianes se ocupan de estar todo el día dentro del Santuario para que la gente circule bien». A los que ellos responden: «Gracias, qué buena tarea».
Y permanecen dentro del Santuario, sin comer, hasta la noche, cuando Tupãrenda se queda casi sin gente. Los guardianes que están afuera intentan acelerar la circulaciónde los miles de personas que quieren saludar a la Mater mirándola de cerquita.
Los Huber desde dentro le permiten a una misionera estar en un rincón muy largo tiempo rezando en voz alta el rosario seguido por otros… Con mucho amor y tranquilidad se desarrolla el encuentro de hijo a madre. Necesitan de «su» tiempo. «Vienen de lejos, con sus pocos ahorros, a visitar a su mamá. Y eso lleva para algunos más tiempo que para otros», comenta Marina. La calidez en la atención es uno de los puntos positivos más mencionados por los que hemos podido entrevistar…
Un súper Equipo 18
«Creemos realmente que la Mater se preparó un súper Equipo 18 para organizar su fiesta, hemos cumplido cabalmente la tarea que nos encomendó», escriben Agosto y Ale Sánchez, del equipo 18 de octubre.
Muchísimas gracias a todos. Se notó todo el corazón que cada uno puso durante todos el tiempo de preparación previa y especialmente los días 15, 16, 17 y 18. Estamos seguros de que la Mater les sabrá recompensar.
Realmente fue una fiesta llena de emoción y alegría propiciada por una gran familia (juventud masculina, femenina, matrimonios, madres, profesionales, Hermanas de María, Novicios, Padres, etc. ) para los 60.000 peregrinos que aproximadamente se acercaron para recibir las gracias que nuestra querida Mater nos regala en su Santuario.
Creemos que cada uno de los aliados de la Mater – guardianes, servidores, coordinadores y sub coordinadores de cada área, Hermanas de María, Padres de Schoenstatt etc… – pusieron todo para «Regalar Hogar». Cada peregrino que visitó sintió eso: Tupãrenda es también SU Hogar«.
