10 años de profunda fidelidad a la misión

ARGENTINA, Manuel Díaz/mkf. Si uno toma un taxi en Buenos Aires puede suceder que el viaje incluya un encuentro con Jesús y la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt. Ella es la Patrona de la Misión Taxistas Católicos – proclamada así en 2001 por el Cardenal Jorge Bergoglio – y hay varios taxistas misioneros que llevan la Virgen Peregrina en sus taxis. Cada jueves, los que pueden, se encuentran en el Santuario de Schoenstatt en el barrio de Belgrano, en Buenos Aires, para rezar el rosario por las intenciones de todos sus pasajeros que viajaron en compañía de la gran Misionera… Este último tiempo han estado preparando con enorme entrega y compromiso la 11ª peregrinación de taxistas al Santuario del Padre, llevada a cabo el domingo 13 de septiembre.

Hace ya diez años, en el año 1999, la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt se convirtió en taxista… Fue cuando Cliver Beltramo organizó la primera peregrinación de taxistas al Santuario de Nuevo Schoenstatt en Florencio Varela. Desde entonces acompaña a los taxistas de la gran ciudad de Buenos Aires como su patrona, y ya muchos de los taxistas se consagraron como misioneros con el compromiso de llevarla en sus taxis, donde los pasajeros reciben su compañía y pueden dejar sus peticiones en un cuaderno. Los taxistas misioneros se reúnen todas las semanas para rezar el rosario por todos los que dejaron sus pedidos en estos cuadernos. Mientras tanto, hay taxistas misioneros también en otras ciudades de Argentina, como Bariloche, Córdoba, o más recientemente, Tucumán.

El día del taxista, denal Jorge Bergoglio celebró una Santa Misa con los taxistas, concelebrada por el Padre Jose Maria Casadevall – el Padre Pepe para sus amigos. ¡La parroquia estaba colmada de gente ese día!

De auto en auto…

Las Peregrinas andan de auto en auto y de casa en casa de los Misioneros Taxistas. Ya no tienen a cargo la Imagen Auxiliar el P Guillermo Carmona les había entregado temporalmente en custodia, sino que se maneja cada misionero con la suya: «Seguimos tratando de trasmitir la palabra de Nuestro Señor Jesucristo tal cual El se lo pidió a sus discípulos, por supuesto sin querer compararnos con ellos ya que nos separa un abismo, pero seguimos adelante tratando de que la Misión crezca día a día. Cuesta un poco ya que la gente elude el compromiso diario, pero por lo menos estamos contentos de que a cada Santa Misa asistan siempre más personas…».

Con motivo de los 10 años de la Campaña de la Virgen Peregrina entre los taxistas, Manuel Díaz y Cliver Beltramo, los primeros dos misioneros de esta modalidad, transmiten su testimonio sobre lo significa para ellos estos 10 años de misión:

Cliver Beltramo: Diez años no son nada, o «sí»

Desde que empecé a repartir estampitas a los pasajeros que transportaba de un lado a otro por la enloquecida ciudad han pasado diez años. En la vida de una persona pueden ser muchos años, quizás para un niño significa demasiado, para un hombre mayor serán unos pocos años, en la eternidad un abrir y cerrar de ojos. En mi vida personal, diez años es la quinta parte de lo que llevo vivido. Ahora, si ese tiempo lo miramos desde un punto reflexivo, quizás cambian demasiado las cosas, y pueden cambiar para mejor o para peor, según las circunstancias vividas.

Para mí debo confesar que estos diez años fueron un renacer, un volver a vivir, me acuerdo de una persona que al cumplir los cuarenta años sufrió un infarto…, al llegar el cumpleaños número cuarenta y uno, lo festejó como el primer año de vida, quiso que a su torta le pusieran una sola velita, comentaba con todos sus amigos que era «este» el primer cumpleaños de su vida que festejaba con renovada gracia de Dios, porque le había dado una nueva oportunidad.

Muchas veces no tomamos conciencia de lo que significan diez años de vida en nuestra propia vida. Este año festejamos el cumpleaños número diez de la pastoral de los taxistas católicos. Al recordar cada uno de estos años pasados, se llenan de muchos recuerdos. Gracias a Dios todos los momentos vividos están llenos de alegría: recuerdo cómo fueron acercándose cada uno de los integrantes de esta hermosa pastoral, incluido el Padre «Pepe», en cuyo nombre resumo el nombre de todos, para no olvidarme de ninguno.

Muchos se acercaron y se quedaron; otros pasaron y siguieron su camino; otros estuvieron un tiempo; otros vienen de vez en cuando; pero todos tuvieron un encuentro con Dios a través de la oración, las misas, los tiempos dedicados al rezo del rosario en el Santuario, y cada uno de ellos se adentró en el corazón de cada uno de nosotros.

Esto que parece sencillo es el quehacer de una hermosa pastoral, pero también fue y es la misión que a cada uno de nosotros el Señor nos ha encomendado.

De esta manera fui recolectando lo más preciado que Dios puede hacer en las personas: «la unión en común con todos, a partir del amor que sembró en nuestros corazones». Claro que no todo fue siempre sobre rieles; hubo algunas tristezas que nos hicieron crecer como hijos, padres, esposos, amigos, compañeros, hubo pérdidas y partidas a la casa del Señor, y aunque nos causaron mucho dolor, hoy podemos decir que en esas circunstancias fuimos bendecidos por Jesucristo, porque pasábamos difíciles momentos «todos juntos acompañándonos unos a otros».

Por eso hoy quiero decirles, amigos taxistas: ¡FELICES DIEZ AÑOS! de esta hermosa pastoral, de la que tengo el gran gusto de formar parte.

Manuel Díaz: «¿Diez años son poco o mucho? ¡Qué importa!»

Pensar que ya hace diez años desde el Santuario de nuestra patrona, la Virgen de Schoenstatt, nació una idea: la de cumplir con un mandato de Dios en la tierra, que es llevar su palabra, enseñada por su hijo Jesús, a todos nosotros.

Creo que muchos ya escucharon o les comentaron cómo nació esta «movida» de nuestra Mater, cuando nuestro amigo Cliver organizó la primera peregrinación taxista al Santuario Nacional en Florencio Varela.

Quiero resaltar que lo que nació hace diez años aún sigue en pie. Pasaron muchas cosas: alegrías, porque con el correr de los años se fueron sumando nuevos taxistas; penas por amigos que regresaron a la casa del Padre, en especial Miguelito que logró ganarse el corazón de todos; recordar las charlas del Padre Guillermo Carmona en nuestros comienzos, una vez al mes en el Santuario de Belgrano. Junto a él buscábamos nuestra identidad naciendo el nombre de movimiento de taxistas católicos, luego cambiado por el actual: misión taxistas católicos.

Recuerdo también la creación del logo: la imagen de Santuario, desde la puerta del cual sale un taxi (particularmente es una de mis grandes alegrías).

La gran noticia de encontrarnos de un día para otro con un capellán nombrado por el Cardenal Jorge Bergoglio, nada más y nada menos que el Padre José María «Pepe» Casadevall, un grande entre los grandes. De su mano pasamos buenos momentos y los seguimos pasando.

En el mes de agosto de 2001 nombramos a la Mater PATRONA DE LOS TAXISTAS, y celebramos la primera misa en la Catedral para festejar por primera vez «el día internacional del taxista».

Los segundos domingos de cada mes nos reunimos en la Santa Misa, en la parroquia del Padre Pepe. El rezo del Santo Rosario los lunes y jueves, guiado por Javier o Pablito; la misa del primer lunes de mes en el Santuario de Belgrano, los retiros todos los 9 de julio y las peregrinaciones una vez por año, en fin, tantas cosas lindas…

Mirar para atrás, recordando desde el comienzo hasta hoy, y pensar que pasaron diez años y seguimos, muchos, poco importa el número, ya que aprendimos a valorar a nuestros sin distinciones.

Recibí mucho, di poco. Les agradezco de todo corazón al Padre Guillermo Carmona, que fue el motor que me impulsó en mis comienzos con la Misión.

Sé que juntos podemos tratar de hacer que la vida pueda ser mejor si tenemos fe en nosotros mismos, y en especial en nuestro Señor Jesucristo y en nuestra Mater.

Queridos amigos, hermanos en Dios y en María, les deseo muy feliz 10 años a todos. Gracias por estar. Creo que sin todos ustedes la cosa sería más difícil. Gracias, Padre Pepe.