Traspaso de la posta: un nuevo comienzo en la Casa de la Alianza

mkf. «Centro de unión de la familia y de irradiación misionera, fuente de gracias junto con el Santuario Original, lugar desde el cual «en aquel tiempo» el Padre Kentenich y sus colaboradores brindaron un aporte decisivo a la Iglesia y la sociedad desde el punto de vista pedagógico, apostólico y espiritual, todo eso era el ‘Bundesheim’, la ‘Casa de la Alianza’, que el 15 de agosto de 2003 celebró su 80º aniversario». Esperamos que muy pronto lo sea nuevamente, ese fue al menos el desafío a futuro que dejó la celebración de este aniversario, que culminó el día domingo 17 de agosto con una Misa festiva de marcado carácter internacional en el patio central de la Casa. No hay ningún plan, plazos ni proyecto futuro para el uso de la Casa, pero esta celebración se orientó fuertemente hacia una perspectiva común, orgánica, misionera, que lleve de una herencia común a una misión común…». Este era el titular de un artículo que apareció en esta página hace siete años, sobre aquella casa que «es muy importante y querida para muchos y al mismo tiempo les quedó a los presentes la pregunta – por el momento sin respuesta – de cómo y para que se la podría utilizar algún día». Dentro de una Santa Misa celebrada en el oratorio de la Casa de la Alianza el pasado 23 de noviembre, se realizó la entrega de la posta, como lo describió el Dr. Luis Jensen, de Chile: Fernando Arrau, también chileno, firmó el traspaso de la Casa mediante un contrato de comodato, a la nueva Sociedad registrada «Schoenstatt Internacional – Casa de la Alianza», para su uso y aprovechamiento.

Más arriba que el Santuario Original

La sesión constitutiva de la nueva Sociedad «Schoenstatt Internacional-Casa de la Alianza» (integrada por Dr. Luis Jensen y su esposa Pilar, de Chile, miembros del Instituto de las familias; el P. Egon Zillekens, de Alemania, miembro de la Federación de sacerdotes diocesanos; Francisco Matte, de Chile, de la Federación de familias; José María Fuentes, de Chile, de la Federación de hombres; el Dr. Peter Kleinitzer, de Austria; Birgitt Winter, de Alemania, del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt) y la firma del contrato definitivo del comodato, marcaron un nuevo comienzo en la historia de esta Casa, situada «arriba del Santuario Original»; difícilmente otra casa en Schoenstatt esté tan intrínsecamente ligada a la historia del Movimiento de Schoenstatt como la «Casa de la Alianza», el «Bundesheim». Los primeros planes para su construcción surgieron en 1924, diez años después de la fundación de Schoenstatt, y fue bendecida el 15 de agosto de 1928, apenas dos años después de la fundación de las Hermanas de María. Los audaces sacerdotes y laicos que apoyaron la construcción de una gran sede para el entonces pequeño Movimiento de Schoenstatt y sus (futuras) actividades apostólicas eran muy jóvenes: el Padre Kentenich, de tan sólo 42 años de edad, la Hna. Emilie, de 35, y los demás en torno a los 20 años. En los años treinta, los retiros del Padre Kentenich para sacerdotes y sus Jornadas Pedagógicas atrajeron a un tercio del clero alemán y a un gran número de laicos vinculados mayoritariamente al quehacer pedagógico. Durante muchas décadas esta casa fue la sede de un prolífico y bendecido apostolado. El Padre Kentenich vivió allí hasta 1951. Después de la separación dispuesta por la Iglesia entre la Obra de Schoenstatt y la sociedad de los Padres Pallottinos (1964), la Casa quedó como propiedad y para el uso de estos últimos hasta 1998. Cuando ellos la pusieron en venta, la compró Fernando Arrau con la fundación cercana a Schoenstatt «María, Reina del trabajo», con el fin de conservarla para Schoenstatt.

La entrega durante la Santa Misa

Dentro de la sencilla celebración de una Santa Misa en la capilla situada en el ámbito de las habitaciones en las que vivió y trabajó el Padre Kentenich, se efectuó la entrega de la posta. El P. Heinrich Walter, presidente de la Presidencia general de Schoenstatt, la concelebró con el P. Egon Zillekens, rector de la Casa Marienau y uno de los dos presidentes de la nueva sociedad. Al comienzo, el Dr. Luis Jensen, como presidente de la Asociación, agradeció a Fernando Arrau por su compromiso durante los pasados doce años y por la entrega de la posta a los actuales responsables de la Casa y de su restauración.

Corriente de retorno

El P. Walter se unió en la gratitud a Fernando Arrau e invitó a rezar para que esta Casa pueda ser un lugar de encuentro internacional y comunitario en Schoenstatt, especialmente en vista al año 2014. Teniendo en cuenta al santo que se recordaba ese día – San Columbano, monje peregrino irlandés que en el siglo VI impulsó una gran misión en el continente europeo – dijo el P. Walter: creemos que la corriente de retorno que actualmente llega desde América Latina hacia Alemania y hacia toda Europa, es una bendición para el Santuario original y para este lugar, Schoenstatt.

En la oración de los fieles se rezó por los primeros que vivan y trabajen en esta Casa y que la llenarán de vida. Birgitt Winter – quien como el matrimonio Jensen había llegado este mismo día desde Chile – recordó a la Dra. Inge Birk, fallecida el día anterior, para quien la Casa de la Alianza y su futuro destino fue siempre el gran anhelo de su corazón.

Y ahora ¡a trabajar!

Antes del ofertorio, Fernando Arrau, los miembros de la nueva «Sociedad Schoenstatt Internacional-Casa de la Alianza» y el P. Heinrich Walter como testigo, firmaron el contrato de comodato, que permaneció sobre el altar durante la Santa Misa. «Y ahora ¡a trabajar!», dijo el Dr. Luis Jensen una vez concluida la Eucaristía. Valía la pena aprovechar el breve tiempo que quedaba hasta la partida del matrimonio Jensen – que iba participar en un congreso en Roma – para que se reuniera la Sociedad y diera los primeros pasos para procurar la pronta renovación del ala oriental y la primera «colonización» de la Casa.

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Traducción: aat, Argentina