Publicado el 2009-10-23 In Santuario Original

Dios puede más

P. Joaquín Alliende - Foto: Josef Hugmkf. «Un periodista alemán pidió entrevistar a unos seminaristas congoleños. Les preguntó: «¿Por qué ustedes decidieron entrar a una comunidad fundada en Alemania?». Como un rayo, el líder de los seminaristas contestó: «Lo que decidirá nuestro futuro es la educación del alma africana en la tradición viva de nuestra Iglesia. Hemos escogido Schoenstatt, porque el P. José Kentenich es un maestro de educadores profético. Yo tengo sólo una vida sacerdotal y la quiero regalar, como hijo de José Kentenich, a mi pueblo». Estos seminaristas congoleños conocieron la Alianza de Amor a través de Burundi, uno de los países más pobres del planeta, donde Schoenstatt crece y, tal vez, sea la Familia más misionera de todo el mundo». Con este testimonio al comienzo de su conferencia del 18 de octubre en la Iglesia de Peregrinos, el P. Joaquín Alliende ya había captado a los oyentes, entre ellos al Nuncio Apostólico en Alemania, Mons. Jean-Claude Périsset.

Mons. Périsset escuchando a la prédica - Foto: Josef Hug«Dios puede más»: Con este titulo, el Padre Joaquín Alliende Luco, Presidente Internacional de Ayuda a la Iglesia que sufre, y auditor del Sínodo de África que se lleva a cabo estas semanas en Roma, dio una conferencia magistral en la Iglesia de Peregrinos el 18 de octubre de 2009. Partiendo de dos fechas clave – 20 años de la caída del muro del Berlín, un año de la caída del «el capitalismo salvaje» – el Padre Joaquín Alliende condujo a su audiencia ante una pregunta sorprendente: «¿Qué tiene que ver el «Cántico al Terruño» del «Hacia el Padre-Himmelwärts» con la crisis desatada en la oficina de Lehman Brothers en Manhattan? Establecer una relación entre ambos, ¿es un hecho de ingenuidad religiosa, o de fantasía romántica que nos distrae de las verdaderas soluciones realistas?», contestando con firmeza: «Me atrevo a afirmar justo lo contrario: sin el «Cántico al Terruño» y sin otras visiones similares, sin fuentes de gracias como el Santuario de este valle de Schoenstatt, no habrá solución práctica y duradera a las brutales injusticias económicas de la humanidad y a la parálisis social, causada por la debacle del 2008″.

Cien años obligan

Conferencia - Foto: Cássio LealLlamó a todo el Movimiento de Schoenstatt, a cinco años del centenario de la Alianza de Amor, a jugarse con su carisma mariano, porque «la presencia activa y femenina de María es necesaria para que no volvamos a sobrevalorar la organización y la estructura. Lo más importante es aquello que el P. Paul Vautier llamaba, reiteradamente, una «decisión radical por el personalismo», por la persona, por el vínculo. En tal campo, la mujer tiene un «genio propio», del cual trata toda la Carta Apostólica «Mulieris Dignitatem» (1988), de Juan Pablo II. José Kentenich consideraba como cuestión de vida o desierto el que la pastoral personalizara, localizara e historiara el Evangelio de Cristo».

Por otro lado, convocó a una corriente de santidad, porque «sin una corriente de santidad impregnándolo todo, no será posible la nueva primavera. Planes nuevos, reorganización, sí, pero heroicamente animados por la cercanía y la ternura que viene de Jesucristo, y por la belleza alegre del Espíritu Santo. Debemos contar con todas las instituciones necesarias, pero como lo formuló von Balthasar, ya antes del Concilio Vaticano II, la organización en nuestra Iglesia debe ser siempre «amor cristalizado». Esto es para nuestro Movimiento, amor personalizado, esto es organismo de vínculos vivientes, esto es una red de Santuarios diocesanos, del hogar y del trabajo, una red de centros de vivencias».

Al mismo tiempo en el Santuario Original - Foto: LealMientras que al mismo tiempo aún había cientos personas esperando en fila, con el frío otoñal de Alemania, poder entrar al Santuario Original, el P. Joaquín Alliende dijo a su audiencia: «De la vieja capilla de un cementerio, de un depósito para las herramientas del jardín, pudo hacer un Santuario, que es el nudo de un resistente tejido de lugares de gracias en los cinco continentes. De esta certeza en el poder de Dios, emerge un estilo de vida y una manera de sentir el misterio de Schoenstatt. Así, hace pocas semanas el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, predicó en Alemania a un círculo de dirigentes de Schoenstatt, invitándolos a que «en la hora actual, no basta la conciencia de misión, necesitamos estar poseídos por la misión».

Un proyecto de santidad

Durante la Conferencia - Foto: Cássio LealConvocó a un proyecto de santidad para todo el Movimiento, destacando: «aspiramos a una familia de santos. Pero esto no es una letanía de nombres yuxtapuestos. Cada uno de ellos es singular y es hermano nuestro. José Engling es el garante de la vitalidad del Acta de Fundación. Y no sólo en Alemania, como lo demuestra el seminarista diocesano mártir en Burundi, Sebastián Bitangwanimana, quien se declaró discípulo de José Engling en el arte de la oración. Gertrud von Buillon es la hermana mayor de todos nosotros. João Pozzobon quiere caminar, con la Virgen Peregrina, también por Europa, África, Asia y Australia. El proceso de beatificación de Mario Hiriart no es sólo una cuestión de los Hermanos de María y de los chilenos. Mario muestra que el carisma de Schoenstatt fecunda el mundo de la ingeniería, de las matemáticas, de la sensibilidad artística y de la mística cósmica que Mario encarna. Las tres Señoras de Schoenstatt, María Laufenberg, Lothe Holubars y Maria Hilfrich, tienen estremecedoras páginas en el Martirologio Alemán, publicado por la Conferencia Episcopal, para el Jubileo 2000. En ellas sentimos presentes los nombres de toda una generación de schoenstattianos heroicos, de los tiempos del nazismo. Los Juan Bautista del Instituto de las Familias, Fritz y Helene Kühr, son las figuras providenciales para toda la Rama Familiar en el mundo».

Hacia el 2014

Terminó su conferencia con tres tesis:

1. No habrá primavera de Schoenstatt sin humildad mariana verídica; sin expiación por nuestros pecados como Familia; sin pedir, recibir y regalar perdón, desde el alma y en la vida práctica.

2. Imploremos «casa-Heimat». Vivamos «casa-Heimat». Ofrezcamos «casa -Heimat». Así, los centros espirituales en torno a los Santuarios de la Mater (MTA), serán más atrayentes y más bullentes. Entonces, se extenderá más un archipiélago de minorías abrahámicas por el mundo. «Las minorías creativas son las que determinan el futuro.

3. Disipemos toda forma de rutina, de fórmula repetida, como nos lo pidió el fundador. Mendiguemos el fuego santo del carisma, el alegre entusiasmo misionero, y la pasión por el amor trinitario».

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Dios puede más

P. Joaquín Alliende - Foto: Josef Hugmkf. «Un periodista alemán pidió entrevistar a unos seminaristas congoleños. Les preguntó: «¿Por qué ustedes decidieron entrar a una comunidad fundada en Alemania?». Como un rayo, el líder de los seminaristas contestó: «Lo que decidirá nuestro futuro es la educación del alma africana en la tradición viva de nuestra Iglesia. Hemos escogido Schoenstatt, porque el P. José Kentenich es un maestro de educadores profético. Yo tengo sólo una vida sacerdotal y la quiero regalar, como hijo de José Kentenich, a mi pueblo». Estos seminaristas congoleños conocieron la Alianza de Amor a través de Burundi, uno de los países más pobres del planeta, donde Schoenstatt crece y, tal vez, sea la Familia más misionera de todo el mundo». Con este testimonio al comienzo de su conferencia del 18 de octubre en la Iglesia de Peregrinos, el P. Joaquín Alliende ya había captado a los oyentes, entre ellos al Nuncio Apostólico en Alemania, Mons. Jean-Claude Périsset.

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