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Publicado el 2021-03-09 In José Kentenich, Temas - Opiniones, Voces del tiempo

¿Las Hermanas pueden hacerlo?

BRASIL, Luciana Rosas • 

Carta al Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt. —

Estimada comunidad del Instituto de Hermanas de María de Schoenstatt:

Hoy, en el Día Internacional de la Mujer (08.03.), me parece importante escribirles esta carta, no sólo en el contexto y el significado de hoy, sino también tras el anuncio de la oficina de prensa de la diócesis de Tréveris, según el cual el obispo Ackermann, responsable de llevar a cabo el proceso de beatificación del P. José Kentenich, ha decidido crear una comisión de expertos ajena al proceso en lugar de una comisión de historiadores dentro del proceso de beatificación, y la publicación de la carta de la superiora general del Instituto, la Hna. M. Aleja Slaughter y el director general, Dr. Bernd Biberger, con fecha 6 de marzo de 2021 (un día después del anuncio del cambio de procedimiento por parte de la diócesis competente), informando al Movimiento de Schoenstatt que el Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt emprende acciones legales contra la autora del libro «El padre puede hacerlo» («Vater darf das»), la Dra. Alexandra von Teuffenbach y contra la editorial Traugott Bautz.

En este momento, recuerdo una entrevista que le hizo el P. Guillermo Carmona a la actual superiora general, la Hna. Aleja, (disponible en el canal de YouTube de Schoenstatt Argentina), cuando al cabo de 1h 14’, el P. Guillermo Carmona pregunta cómo recibió la comunidad la publicación del libro, y la superiora general comienza diciendo: «Cuando se ataca al fundador, se ataca a todo Schoenstatt», y luego explica que la información fue sacada de contexto, y que para la gente que no entiende esta realidad, la publicación de esta información es como «darle perlas a los animalitos». (o «darle margaritas a los chanchos» en español)

He leído el libro y puedo decir que no es un ataque a Schoenstatt. Soy schoenstattiana y en ningún momento me he sentido atacada por el contenido del libro.

He leído el libro y puedo decir que no es un ataque a Schoenstatt. Soy schoenstattiana y en ningún momento me he sentido atacada por el contenido del libro. Me sentí traicionada y engañada por la Presidencia General y las áreas de influencia dentro del Movimiento de Schoenstatt, especialmente la comunidad de las Hermanas de María, porque han ocultado y falsificado la historia de Schoenstatt. Nadie ni ninguna comunidad tiene derecho a hacerlo.

Y hacer que la información sea científicamente accesible no es “darles perlas a los animalitos”, Hna. M. Aleja. Ya no aceptaremos que nos oculte información, ni que nos tilden de incapaces e imposibilitados de acceder a cierta información.

La Comisión de la Diócesis de Tréveris es responsable de juzgar la veracidad de esta información, y nosotros, los schoenstattianos, tenemos derecho a una información completa, clara, sin tapujos y sin interpretaciones.

La información sobre las acciones legales contra la publicación y la autora, una historiadora que basó su trabajo en documentos históricos disponibles para ser consultados, es un signo de censura. Lo esperable sería una apertura al diálogo y la transparencia con todas las partes implicadas. Estamos en el año 2021 y no vamos a aceptar este tipo de injerencias desde arriba.

La Comisión de la Diócesis de Tréveris es responsable de juzgar la veracidad de esta información, y nosotros, los schoenstattianos, tenemos derecho a una información completa, clara, sin tapujos y sin interpretaciones.

Pronto el libro estará también disponible en español, lo que aumentará en gran medida el acceso del Movimiento de Schoenstatt al material publicado. Esto permitirá un debate y reducir las intervenciones e interpretaciones a voluntad.

Me complacería observar el mismo compromiso y celeridad en la investigación de los casos de abusos denunciados recientemente en su comunidad.

Estamos preparados y listos para recibir la verdad sobre el P. José Kentenich. Un ser humano capaz de cometer errores, como todos. Ya no aceptaremos más actitudes de obstrucción que utilicen la frase: «Tú eres mi promesa para el mundo» (PJK) como justificativo para posicionarse como dueños de la verdad.

Estamos preparados y listos para recibir la verdad sobre el padre José Kentenich. Un ser humano, capaz de cometer errores, como todos.

Más apertura y transparencia. Menos obsesión por la canonización y más vida.

Más sororidad. Es triste darse cuenta de que este tipo de actitudes provienen precisamente de una comunidad femenina que  hasta este momento no ha sido capaz de una sola palabra de empatía para con todas las personas que han compartido sus testimonios, que ahora por fin se han hecho públicos.

No necesitamos discursos románticos en los santuarios ni tarjetas con la foto de la MTA para el Día de la Mujer. Necesitamos respeto y dignidad, transparencia y verdad.

Por ello lucharemos, siempre.

A favor de la verdad y la transparencia. Con diálogo, apertura y respeto.

 

Luciana Rosas – Brasil

Original: Portugués. Traducción: Paz Leiva, Madrid, España

Las opiniones vertidas en artículos de opinión son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento del equipo editorial de schoenstatt.org. 

 

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15 Responses

  1. Fernando Riveros dice:

    Es difícil e improbable que todos vayamos a todas las charlas que se realizan en el movimiento, como así también que todas las hermanas, sacerdotes y personas que tienen o tuvieron algún cargo en movimiento, al unísono repitan todo.
    Por qué digo esto, porque en esas pocas reuniones que asistimos es donde se instala la semilla de la vocación a la familia de Schoenstatt y así que al salir de esas reuniones, por el anhelo de saber más de la familia, nos volcamos a los o deberíamos querer volvcarnos, para saber más acerca de nuestros familia de Schoenstatt.
    Lo que no todos están haciendo en parte, es asumir que no se lee lo suficientemente.
    Tal vez no hayamos asistido justamente a la reunión donde se habló de temas que nos parecen crucial y así nos perdemos esa información, pero en los libros están revelados por así decirlo, ya que consideran que recién es revelado, pero no es así, hace tiempo están allí.
    No es bueno que querramos hacer responsables a otras personas de nuestra falta de diligencia para interiorizarnos de la historia de nuestra familia.

    • Poner la responsabilidad de informarse sólo y exclusivamente en los individuos es riesgoso: Podría interpretarse como una excusa para evadir o minimizar las responsabilidades organizacionales estructurales de los superiores (desde 1968 hasta hoy) frente a situaciones que claramente hoy son no sólo muy confusas, sino donde hay vacíos graves de qué, cómo, a quiénes se transmitió y cómo se interpretaron (incluso hasta hoy) determinados hechos sobre Kentenich. Ejemplos: las causales del exilio y todo lo vinculado al 31 de Mayo.
      Este cuadro de complejidad informativa es el que muchos cuestionan/cuestionamos, no para destruir, sino para de forma racional, fundada y cristiana tener criterios maduros, sanos y transparentes sobre el fundador y sobre su historia.
      Y hoy, aunque a algunos lo nieguen, hay sombras. Y muy oscuras.
      Así muchos pensamos que la vida del fundador tiene muchas situaciones, ahora reveladas, que la Madre Iglesia deberá pronunciarse después de la investigación en curso en Trier. Y con esto, posiblemente, deba iniciarse un proceso de reforma estructural profunda, dolorosa pero necesaria.

  2. Erika dice:

    Tengo derecho a escoger mis fuentes confiables y creeme, aún tengo mucho material valioso que leer. La verdad saldrá a la luz! Hemos ofrecido muchísimas contribuciones al Capital de Gracias para que se mueva el proceso de canonización y al fin se ve un camino, que no nos ahorra ni cruz ni dolor, pero que recorro fiel y con confianza de hija.
    No es fanatismo en lo absoluto, me sorprende que utilices palabras con las que nos señalan a los cristianos. Es sólo amor, amor a Schoenstatt que en la fuerza de la Alianza, me lleva al encuentro de Dios Trino
    «El medida del amor es un amor sin medida»

  3. Alejandra Leon dice:

    Las Hermanas obviamente juzgan que la doctora vT comete un delito o varios, como por ejemplo podría ser calumnias, injurias, etc. Si esto fuera así, ¿quién no actuaría legalmente en contra de quien estaría manchando inescrupulosamente la propia honra o la de quien ama y de su propia comunidad? Contrariamente a ser un acto incorrecto, sería sin duda un acto de amor y justicia. O acaso quien critica este hecho, si tuviera la certeza de que se tratara de agravios injustos, ¿se quedaría callado?

    ¿Cuál es el problema de ir a la justicia, para que esta determine si hay delito en el actuar de la doctora vT? Si ella creyera que no hay delito en su actuar, no tendría problema alguno. Aquí no se cuestiona legalmente la publicación de investigaciones con obvio contenido parcial y unilateral y con el total desprecio por presentar la defensa del acusado, sino que se trata de determinar si ella y la editorial están cometiendo un delito. Tan simple ¿Cuál es el problema?

    • Alejandra: El problema es que una investigación, como la de Alexandra von Teuffenbach (que es investigadora de nivel doctoral) que no utiliza documentación periodística amarillista o anticlerical sino tiene como fuente primaria documentos de la mismísima Santa Sede (!), en primer lugar debería ser discutida con otras investigaciones con fuentes confiables y verificables. Lo que hasta ahora ni las Hermanas ni ningún investigador/a han podido confrontar a nivel racional, científico y documental para contrarrestar las gravísimas acusaciones contra J.Kentenich. ¿Dónde están investigaciones publicadas para ese debate?
      El primer nivel de discusión debería ser el científico. No el judicial. Y creo que la claridad investigativa de Von Teuffenbach hasta ahora no ha podido desmentirse o desacreditarse. La vía judicial creo que aclarará todo más aún a su favor y en contra de quienes no desean ver la cruda realidad.

      Quien tiene ojos, que vea…

  4. Lena Castro Valente dice:

    Si se me permite, me gustaría hacer una sugerencia. Creo que no es insignificante que cuando un artículo se refiera/responda a otro artículo o declaración formal -como es el caso- se le dé al lector de schoenstatt.org acceso a ese otro artículo o declaración. Por casualidad leí la declaración de las Hermanas de María -con fecha 6 de marzo- y descubrí que, por decisión judicial, son las legítimas defensoras de la persona del Padre Kentenich post-mortem. Y, la protesta del Instituto es contra el pre-juicio del Fundador hecho en el libro publicado. En ningún momento se menciona en el comunicado que el Padre Kentenich sea inocente. Pero, hasta que no se demuestre lo contrario, no se le puede acusar de un delito. Además, también comunican que, sus archivos están totalmente disponibles y abiertos a la Comisión de Expertos de la Diócesis de Tréveris para lo que sea necesario. Que esto sea una jugada inteligente o no depende enteramente del Instituto de las Hermanas.

    • Estimada Lena Castro Valente, me parece raro que Usted, como miembro del equipo de schoenstatt.org, hace sus propuestas y criticas via el canal de comentarios. Ademas, dentro del articulo esta el enlace al comunicado mencionado, enlace a la página oficial del Instituto de las Hermanas de María. O saea, aunque Ud ha leido «por casualidad» dicha declaración, no es esto el destino de otros lectores, pues sin casualidad ninguna pueden leer el comunicado al seguir simplemente al enlace.
      Para clarificar, no se trata de un «protesta» de las Hermanas sino de medidas legales / juicio.

    • Lena Castro Valente dice:

      Por coherencia y amor a la verdad rectifico la primera parte de mi comentario, hay un enlace en el artículo al comunicado de las hermanas. Yo mantengo todo lo demás.

  5. Erika Cedeño dice:

    Apreciable Luciana, leí tu artículo y me permito opinar que sí ¡Las Hermanas sí pueden hacerlo!
    Con la misma libertad que tienes para expresar tu pensamiento personal, la seguridad con la que la Dra. Alexandra von Teuffenbach presentó sus acusaciones y editó un libro con su versión particular producto de sus investigaciones, las Hermanas también tienen sus razones valiosas y respetables para demandar se respete su Comunidad si se sienten vulneradas.
    Mis derechos terminan cuando empiezan los de los demás.
    El diálogo en nuestra Familia debe estar basado en la empatía y el amor, valores que promueve nuestra Iglesia y tan necesarios en la humanidad, eso lo aprendí en Schoenstatt, yo también soy schoenstattiana.
    Hoy con libertad expreso, que no necesito leer ningún libro para confirmar, de manera determinante, mi apoyo a la Comunidad de las Hermanas de María de Schoenstatt, las acompaño con mi oración en unión a nuestro Padre y Fundador José Kentenich

    Erika Cedeño
    Guayaquil, Ecuador

    • Es mi deber de conciencia, sagrada también, señalar que negarse a ver la realidad, leer todas las documentaciones de forma madura, pensada y orada es hoy un imperativo de justicia y de caridad evangélica.
      Sin fanatismos que nos alejan del único que debe ser nuestro centro: El Dios Trino, fuente única de Verdad y Amor.

  6. Rosario Zamora dice:

    Gracias Luciana, en el día de la mujer unidas

  7. Gracias Luciana por la claridad y firmeza tan cristiana de tu texto.
    La imagen perfecta de Dios Padre es su Hijo amado Jesucristo, Nuestro Señor! Ningún ser humano!

  8. Juan Zaforas dice:

    Gracias Luciana por compartir en schoenstatt.org tu carta dirigida al Instituto de las Hermanas de Maria de Schoenstatt con relación a los últimos acontecimientos y en concreto a la demanda presentada por dicho Instituto a la historiadora la Dra. Alexandra von Teuffenbach y contra la editorial Traugott Bautz.
    En el título de la carta se pregunta ¿Las Hermanas pueden hacerlo?. Es evidente que pueden, ya que lo han hecho. Pero la pregunta es si deben, si es oportuno, si han tenido en cuenta la opinión de los schostattianos antes de dar este paso,…
    Judicializar esta causa en mi opinión es un grave error y de consecuencias imprevisibles. Recomendaría a las Hermanas de María revisar su estrategia, si es que la tienen, y replantearse sus asesores en esta cuestión.
    Pero dicho lo anterior, lo que me deja más perplejo es ver en su actuación un dejar en segundo lugar a todos los schostattianos y al resto de comunidades al otorgarse cómo suyas determinadas cuestiones que compartimos todos y son de todos. Su unilateralidad sorprende y cuestiona lo hecho.

    • Lena Castro Valente dice:

      Gracias Juan por tu participación en este debate que nos implica a todos. Llevar estas cuestiones a los tribunales es un paso cuyas consecuencias se nos escapan. Puede ser grande o no. Pero sólo las Hermanas pueden hacerlo porque han obtenido el derecho a defender la persona del Padre Kentenich post mortem a través de los tribunales. Nadie más puede. Me parece que las Hermanas no quieren que se le declare inocente, sino que no se le juzgue y condene en la plaza pública con sólo las conclusiones hasta 1958 sin saber todo lo que hay por delante y sin posibilidad de contradicción. Como he escrito antes, es difícil adivinar cuál será el resultado de todo esto a nivel de la Obra y de todo lo demás.

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