Casa del Niño: “Es acá dónde quiero hacer mi apostolado”

ARGENTINA| Gabriela Sarquis de Imperatrice •

Hace 7 años aproximadamente comencé como voluntaria en Casa del Niño P. José Kentenich, de Florencio Varela, después de haber ido a compartir y colaborar con el festejo de un Día del Niño. Ese día, al ver las caritas de felicidad de los cerca de 300 chicos que asisten diariamente a la Casa, pensé… es acá dónde quiero hacer mi apostolado. –

Soy Gabriela Sarquis de Imperatrice. Con Gustavo, mi marido, tenemos 5 hijos y pertenecemos a la Federación de Familias de Buenos Aires. Formamos parte de la familia del Santuario de Belgrano. Comencé como catequista con otras mamás voluntarias. Cada semana recorremos 40 km desde Buenos Aires hasta Florencio Varela para estar con los niños. Les hablamos de Jesús, de la Mater, seguimos las principales fechas del calendario litúrgico, les leemos cuentos con valores, vemos videos y mucho más. También los escuchamos mucho.

En la Casa del Niño se respira alegría, respeto y los niños principalmente disfrutan de su niñez. Todo el personal y las voluntarias estamos alineadas con un mismo fin: queremos que cada niño desarrolle sus aptitudes, el sentido de responsabilidad moral y social y llegue a ser una persona de bien.

En la Casa, además de recibir una buena alimentación, los chicos están divididos en grupos guiados por orientadoras, con quienes tienen apoyo escolar, hacen manualidades, educación física, un parque donde jugar, apoyo psicológico, pastoral, control médico y mucho más.

De Casa del Niño uno vuelve con el corazón gigante

Hace tres años los padres de Schoenstatt, cuya casa regional está a 200 metros, asumieron la conducción de la Casa y el P. Guillermo Carmona me invitó a formar parte de la comisión directiva. Acepté agradecida. De Casa del Niño uno vuelve con el corazón gigante. Es tanto lo que recibimos de cada niño que no se puede explicar fácilmente.

Este año, desde que empezó la “cuarentena” el 20 de marzo, la Casa permanece cerrada, pero se le entregan bolsones con alimentos, frutas y verduras a las familias cada 15 días aproximadamente. También desde la catequesis seguimos vinculados con los niños a través de videos que les enviamos en las principales fechas del calendario litúrgico. Los niños nos retribuyen enviándonos dibujos y cartitas. Del mismo modo, seguimos comunicadas con las orientadoras y el personal de la Casa. El contacto entre la comisión directiva y la directora de la Casa es diario.

El día del Niño en plena cuarentena

Para el día del Niño (en Argentina, el tercer domingo de agosto) regalamos bolsitas de golosinas para todos los niños, gracias a la colaboración generosa de muchas personas.

Estamos siempre muy agradecidos a los “amigos” de la Casa del Niño, que todos los meses colaboran, sobre todo en estos tiempos tan difíciles.

Le pedimos a la Mater que abra muchos otros corazones que puedan colaborar con su tiempo y también con su donación económica para esta fructífera y silenciosa misión.

Comisión Directiva. La autora, Gabriela Sarquis de Imperatrice, bajo la imagen de la MTA, con saco negro

Página: http://www.casadelnino.org.ar

Un niño en la Casa es un niño menos en la calle