ARGENTINA, Mariela Reche. La peregrinación de los jóvenes fue una confesión de fe y un canto de esperanza; la llegada, un encuentro de amor en los brazos de la Mater. Se ofrece vivirla a través de los testimonios e historias de los mismos participantes.
Al comienzo de la peregrinación:
Diego, organizador: “la organización fue larga, es la primera vez que la vivo desde adentro. Los chicos vienen a la peregrinación con ganas de compartir, pero en el camino se dan cuenta de otra cosa: que María los acompaña”.
Alumnos de la Escuela de Policía: “es la primera vez que hacemos la peregrinación porque queremos saber qué se vive y aprender de ello. En otras palabras, esperamos algo de María”.
María de los Ángeles, adulta, colaboradora de la Catedral: “hoy estoy sirviendo el desayuno a los chicos por amor al prójimo y al servicio desinteresado de mi comunidad. Trato de cumplir con la misión que nos pide el Papa: salir a la periferia a llevar el Evangelio”.
Romina, del Movimiento Familiar Cristiano: “hacer esta caminata es una forma de acercarme más a Dios”.
Agustín, de 14 años: “me invitó un amigo, es la primera vez que lo hago y siento algo muy fuerte, nunca viví algo así”.
Lidia, mamá de dos adolescentes: “Soy catequista y estoy acá porque amo a María, confío que Ella interceda por nosotros y le pido que no nos separemos de Ella, que sea siempre nuestra dulce compañía. Me identifico con Ella como madre, por eso traigo a mis hijos Leonel y Camila, los educo en la fe para que puedan lograrlo todo y siempre trato de que participen activamente en la Iglesia”.
Al finalizar la peregrinación
Micaela, Parroquia de San José: “este encuentro me dejó mucha alegría, me gustó compartir cosas con los otros jóvenes. Me dio ganas de tomar otra iniciativa y de hacer algo por la Iglesia”.
Sofía, Parroquia de San José: “me dio mucha alegría al ver tantos jóvenes. Es la primera vez que la hago y la volvería a hacer”.
Mariela, madre de un adolescente: “ver a mi hijo entre tantos jóvenes manifestando fe, fue algo importante para mí. Pedí que se contagie de esa alegría de saberse cerca de María y de Dios. El tiempo lo dirá…”
Julieta: “es la primera vez que la hago y la experiencia fue buena, me dejó mucho amor y unión. No experimenté el individualismo como en otras ocasiones. De aquí en más fomentaré la comunicación, la comprensión y la unidad en comunión”.
Sebastián, de la Parroquia de la Inmaculada Concepción: “este año se cumplieron diez años de mi primera peregrinación y me tocó vivirla de un modo distinto pero no menos intenso, desde la organización. Fui el encargado de darles la bienvenida a los jóvenes en la ciudad de Tafí Viejo (Tucumán), no estaba preparado para eso pero le pedí a María su ayuda y las palabras salieron”.
Integrantes de la Familia de Schoenstatt
Aída Palazzo, miembro Liga Apostólica de Familias: “esta tarde quedó grabada en mi corazón y en el de mi esposo Ramón, porque sentimos que se ha cumplido el sueño del Padre y Fundador: Schoenstatt en la Iglesia, de la Iglesia y para la Iglesia. Fue impresionante percibir y compartir el fervor, el respeto y la veneración hacia la Mater”.
María Perinotti, de la Juventud femenina de Schoenstatt: “hago la peregrinación porque me interesa salir a la calle a manifestar el amor a María”.
Padre Guillermo Mario Cassone, coordinador regional del Movimiento: “fue una experiencia real de jubileo, jóvenes alegres que abrazaron el manto de la Virgen sin fijarse de que comunidad provenían y sellaron una alianza de amor con Ella. La Familia de Schoenstatt recibiéndola con los brazos abiertos es una familia misionera, y como resultante creadora: mayor presencia de Schoenstatt en la Iglesia, gran ofrenda al jubileo de un Santuario de puertas abiertas. Como regalo, el mensaje del Papa y de nuestro arzobispo a los jóvenes y a toda la familia schoenstattiana”.
Julio Saguier: colaborador de la Liga Apostólica de Familias: “La peregrinación del domingo me permitió revivir, a través de la participación de mis hijos, aquella fe juvenil que tanto marcó mi corazón, y la decisión de vida de buscar siempre ser ‘callejeros de la fe’. También poder observar la madurez del Movimiento de Schoenstatt, expresada en su integración pastoral a la Iglesia en Tucumán. Todos en el Santuario y el Santuario para todos. Esta unidad eclesial es el mejor testimonio de la madurez en la fe”.
Silvia Losada, Campaña del Rosario: “todo lo vivido hoy nos demuestra que el futuro es promisorio. El Santuario colmado de jóvenes y la Familia de Schoenstatt de Tucumán trabajando unida, fue una muestra que junto a nuestra renovación de la alianza, Schoenstatt puede ofrecerse a la iglesia y al mundo como quería el Padre José Kentenich”.
Agustín Cervera, Madrugadores: Cuando se prendieron las velas, me hizo recordar al Santuario de la Virgen de la Fátima en Portugal. Este festejo puso en movimiento a toda la Familia, tanto en las casas como en el terreno. No se distinguía si era juventud, madres, matrimonios, Campaña, custodios, Madrugadores, federación, miembros, colaboradores de la Liga, o de otros movimientos. Muchos conocieron el Santuario ese día y seguramente volverán, porque ahora son aliados y hermanos en la Mater”.
Redes Sociales
“Realmente muy buena la #pere2014_sch. Brindando un servicio distinto, pero ¡servicio al fin! que más orgulloso que llevarla a quien nos guía en este caminar… muy emocionante lo mejor #parami: la adoración…. Una pregunta, es pronto, pero bueno… la próxima ¿volvemos a la reducción?…pregunto, porque no sé si alguien más se dio cuenta: la llegada fue tan distinta, el clima fue otro. ¿Tendrá que ver mucho el lugar? o ya lo tenía pensado Dios… la paz, la tranquilidad, la satisfacción que se vivió al entrar a Schoenstatt ¡único…nunca lo viví…sin palabras…!”.
En el horizonte del jubileo
Padre Tomás Dell´Occa, asesor de la Juventud Masculina: “la peregrinación de la juventud fue una experiencia muy importante, creo que por un lado fue regalarle a la Mater, en estos cien años de alianza, la experiencia de abrir el Santuario, abrir nuestra casa, de llevarla a Ella hacia tantos corazones de tantos jóvenes… es lo que nos pide el Santuario: que el envío misionero se haga realidad. La Alianza de Amor no es para nosotros sino que es para regalarla a todo el mundo, Ella en el Acta de Fundación nos prometió que iba a atraer corazones juveniles al Santuario, y para eso necesita del aporte de cada uno de nosotros. Creo que la experiencia diocesana de la juventud justamente fue hacer realidad lo que prometió la Mater en el acta de fundación. Corazones jóvenes que arden por Ella, corazones jóvenes que caminaron para Ella y junto a Ella. Y por otro lado la experiencia como familia de Schoenstatt, que nos unió detrás de una tarea, una misión, detrás del profundo amor que le tenemos a la Mater. Fue una gran alegría ver a todas las ramas y acciones del Movimiento trabajando juntas con profunda alegría y emoción. Creo que la cosa más linda fue llegar caminando al Santuario y observar los rostros de la gente del Movimiento viendo a tantos jóvenes que se acercaban. Creo que en estos cien años de Alianza de Amor podemos decir que con la peregrinación vivimos lo que es el misterio de Alianza de Amor, el misterio del Acta de Fundación”.
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