ALEMANIA, Renate Immler. El alcalde de Kemten Thomas Kiechle llevaba solo 17 días en el cargo y, naturalmente, había acaparado muchas tareas, sin embargo vino. Vino a plantar un árbol para el colegio, porque él ha apoyado al Colegio Josef-Kentenich in Kempten-Leubas desde que era miembro del consejo municipal. Cuando entró el en el colegio Josef Kentenich, quedó sorprendido. La charla de bienvenida, ante uso 100 invitados, no la pronunció el director, sino tres alumnos de cuarto curso. Entretuvieron a los invitados de forma divertida y con suoerioridad y cosecharon un montón de aplausos.
Que en ningún sitio le habían dispensado un recibimiento tan simpático, dijo el alcalde Kiechle. Y agradeció al Colegio-Josef-Kentenich que haya conseguido la promoción individual y que sea el hogar para todos, desde los que necesitan ayuda hasta los altamente dotados. Acentuó que esta era la fuerza de este colegio, que suponía para él un distintivo de calidad. Y reafirmó que se notaba que a los alumnos les gustara estar aquí y que les fuera bien.
Puso de relieve que este colegio hubiera nacido de un sueño, largamente perseguido. Recordó la reforma realizada en el colegio de primaria de Leubas, en gran parte de forma altruista (2012), la estupenda construcción (2013) y añadió que con la plantación del árbol comenzara la última etapa: la estructuración del espacio exterior del colegio (2014).
Espacio vital
Esta tercera etapa empezó hace unas semanas. Se forma un jardín natural, un espacio de vida y experiencia para los alumnos, pero también, un lugar para la fauna indígena, paraíso para pájaros y plantas para mariposas, etc. El patio del colegio debe ofrecer a los niños, por una parte relajación, por otra, debe posibilitar experiencias interesantes en la naturaleza.
Bajo un tilo se proyecta un aula al aire libre con 20 asientos. Para posibilitar el ejercicio físico se instalarán elementos para escalar, una portería de futbol y una canasta para baloncesto. Se ha pavimentado el nuevo patio interior del colegio y se ha colocado un tablero de ajedrez gigante, que se ha convertido en punto de encuentro para padres y niños de todas las edades. Los trabajos más necesarios se realizan por autoconstrucción con padres de alumnos y miembros de la asociación de utilidad pública titular del colegio. Completaron la fiesta el conjunto de viento de Leubas, cantos y bailes de los niños y un pequeño mercado infantil.
„Me gusta estar aquí, podemos intentar sentarnos“, dijo uno de los de cuarto curso durante el saludo de bienvenida al alcalde. Se percibía un poco de nostalgia.
Un paso más allá
Los primeros de cuarto curso tuvieron que hacer un examen de acceso en colegios de continuación, porque el Colegio Josef Kentenich – como colegio privado nuevo, tiene un procedimiento en curso para obtener la habilitación – la mayoría, ha aprobado con éxito. Continuarán su camino ahora en el instituto Carl-von-Linde y en diversos institutos de enseñanza media. Uno de los alumnos repetirá probablemente el cuarto curso, por razones de salud. El Colegio Josef-Kentenich promociona a los niños de forma individual y cuidadosa. El paso a colegios de continuación no tiene importancia para algunos niños, para otros supone un auténtico desafío, y va a suceder siempre de nuevo que alguno no llegue al instituto, como se desea. Pero la base que adquirieron aquí, en cuatro años, nadie se la podrá quitar.
Vale mucho más
„Mi hijo sufrió mucho en la escuela normal por su mala caligrafía y era un alumno triste”, cuenta una madre. “A pesar de ello, me costó mucho tomar la decisión de cambiarlo al Colegio-Josef-Kentenich. Hoy estoy muy contenta de haberme decidido. En los dos últimos años ha aprendido a aceptar sus debilidades. Al mismo tiempo ha reconocido sus capacidades y las ha desarrollado. Ahora es un alumno seguro de sí mismo. Puede pronunciar un discurso en los eventos del colegio junto con otros alumnos y lo disfruta. Es interesante que también reconoce las capacidades de sus compañeros. Respeta sus debilidades, es decir, lo difícil en ellos, y, a pesar de ellas, los quiere. Este positivo desarrollo de la personalidad vale mucho más que un aprobado…”
Vuelve a ser nuestra feliz hija de antes
„L. Entró por la vía no convencional y está, desde las vacaciones de carnaval, en primer curso con Frau Bächtigers. A nuestra hija, antes motivada, socialmente integrada, con mucha curiosidad e interés, le subía la fiebre meses antes de comenzar el colegio. Lamentablemente no se pudo acostumbrar (…) hasta enero a la normalidad de la jornada escolar (ruido, demasiados niños, entorno agresivo en el patio). La consecuencia fueron problemas como miedos, dolores de barriga no fisiológicos, alteraciones del sueño seguidas de frustraciones y agresiones. Varias personas (también expertos pedagogos) atendieron la conducta triste y trastornada de L.”, relata la familia K.
Y continúa: “Nuestra expectativa de una comunidad escolar sólida, en la cual los niños aprendan en un entorno tranquilo, sin estrés, con tareas comparables, cuando no más altas, es decir válidas para todos y amplias, ha sido ampliamente satisfecha. A L. le gusta de nuevo ir al colegio, vuelve contenta y de buen humor al mediodía, duerme bien, y ha vuelto a ser nuestra feliz hija mayor. Los anteriores problemas han desaparecido bruscamente, en el plazo de dos semanas y se ha confirmado, lamentablemente, que el camino convencional no siempre tiene que ser el más sano y el mejor para el hijo único…Cada niño debe decidir, dentro del marco posible, su libertad de acción y su ritmo, sin embargo, ningún niño es protegido o tratado de forma especial, sino simplemente se le trata de forma adaptada a su edad y sus necesidades. A todos los profesores se les nota el amor a su profesión y en especial a los niños, cada uno vive el proyecto, es decir el concepto y se implica ejemplarmente y en gran medida de forma personal.
L. se siente bien en la pequeña comunidad escolar, a pesar de que no conocía a ninguno de los niños. No ha habido problemas de adaptación, los antiguos amigos son los mismos, los nuevos se añaden. Lo que más nos gusta en el caso de L. es que la vemos protegida por una relación sólida de confianza y, sobre todo, como padres, que nuestras preguntas son siempre bienvenidas. L. acepta entusiasmada ciertas actividades como excursiones, paseos, pruebas y sobre todo la clase de música…
¿Por qué tienen que aguantar niños pequeños en la línea de salida situaciones insanas? ¿Por qué pasarlo? Simplemente pasarse y probar algo nuevo…”
Original: Alemán – Traducción: M. Paz Leiva – Madrid – España
