BRASIL, Hna. M. Silvana Pin. «»De verdad, mereces la corona, la mereces espléndidamente!» Con certeza fue el sentimiento que unió a todos los hijos de Schoenstatt que participaron en el acto de alabanza a la Reina de la Filialidad Heroica el 20 de agosto. El jubileo de los 60 años de la coronación realizada por el Padre y Fundador en 1949 unió a la Familia de Schoenstatt en una ininterrumpida corriente de oración.
En preparación a este día, la Reina oyó muchísimas veces la oración de coronación, rezada por ramas, grupos, comunidades y personas. El día 20, una Paraliturgia en la Capilla Tabor, elevó nuestros corazones al cielo y saludamos a la Reina coronada. La ceremonia se inició con la incensación de la imagen de la MTA por el sacerdote. Luego participamos de la Liturgia de la Palabra que nos recordó la imagen de María en la Sagrada Escritura: la Reina que intercede por su pueblo y la «Gran Señal en el cielo».
La oración de coronación que el Padre Fundador rezó en 1949
Inmediatamente después, acompañamos el himno solemne «Akatistos del Tabor», cantado por las Hermanas de María intercalando palabras de nuestro Padre Fundador y fuimos en procesión al Santuario llevando banderas, luces y la gran cantidad de coronas que representaban las aspiraciones de las diferentes Ramas del Movimiento y otros grupos durante su preparación al jubileo.
Todos los que pudieron entraron al Santuario para renovar una vez más la coronación con la oración rezada por el Padre y Fundador en 1949. Después de la oración, rodeamos el Santuario haciendo el «círculo de la fidelidad» y proclamando tres veces: «quedamos en eso: permaneceremos sencillos y fieles». Fue grande la alegría en este momento de gracias y bendiciones. En el rostro de todos se podía apreciar gratitud por las gracias recibidas. Muchas personas dieron testimonios de gracias en días de coronación. Por eso podemos repetir a nuestra Reina con amor y gratitud: «De verdad, mereces la corona, la mereces espléndidamente!»
Traducción: Carmen M. Rogers, Santiago, Chile
