ROMA, Irmgard Classen. Por primera vez tuvo lugar en Belmonte – Roma, desde el 26 al 30 de Junio del 2014, la Jornada de Reflexión de la Presidencia Internacional de la Obra de Schoenstatt. Su inquietud fue conocer el Santuario y el Centro, e intercambiar ideas sobre la misión, las tareas y el significado para la Familia de Schoenstatt Internacional. – actualizado –
En este tiempo se trabaja con intensidad para terminar la construcción de la Casa de Retiros, todo debe quedar terminado para el Jubileo en Octubre. El Santuario Matri Ecclesiae y el Centro están ubicados en un terreno ya preparado de tal forma, que invitan a descansar, rezar y meditar, así como al encuentro y a compartir con otros.
Después de un detallado recorrido por el lugar y de la visita a la casa acompañados por Monseñor Peter Wolf y el Padre Egle, fueron inmersos en la historia y la misión de Belmonte.
Me quedo con tres momentos importantes:
La promesa hecha en 1965 por la Presidencia Internacional al Padre Kentenich
En su cumpleaños número 80, el 16 de Noviembre de 1965, la entonces Presidencia Internacional prometió al Padre Kentenich construir en ese lugar un Santuario y un Centro Internacional. El Fundador creía a su vez que el Instituto de Sacerdotes Diocesanos debía asumir esa responsabilidad. Sin embargo, este inmenso objetivo no podía ser llevado a cabo por si sólo, tanto en la responsabilidad financiera, como personal y espiritual. Según el convencimiento del Padre Kentenich, el Instituto tenía que ser apoyado solidaria y corresponsablemente por el Movimiento Internacional de Schoenstatt.
Solo juntos es posible alcanzarlo.
Tarea y Misión de Belmonte
Belmonte debe llegar a ser el rostro de Schoenstatt en Roma, en el Corazón de la Iglesia
¿Cómo lograrlo?
El Padre Kentenich quiso que Schoenstatt estuviera presente aquí en Roma con sus diversos miembros y comunidades, a través de algunas personas o pequeños grupos y así previvir, de manera concreta, la misión de Schoenstatt. Ellos deben cuidar el contacto con quienes conducen la Iglesia y con los otros Movimientos y Comunidades eclesiales. Así podremos acercar aún más, a la gran meta del Padre Kentenich: la Confederación Apostólica Universal.
Belmonte quiere convertirse en un Hogar para los Schoenstattianos de todo el mundo que peregrinen hacia Roma.
Belmonte como púlpito y foro de nuestro Fundador en Roma
En este lugar, se debe reflexionar sobre el mensaje de nuestro Fundador y llegar a contribuir al diálogo dentro de la Iglesia. Para el Padre Kentenich era muy importante mantener una estrecha unidad con Roma, ciudad que él visitó 8 veces como Fundador. Esto debe mostrarse en los temas y a los participantes de las diversas Jornadas o Conferencias Internacionales
Belmonte como punto de encuentro de la Familia de Schoenstatt italiana
En el tiempo de construcción, fue creciendo la Familia de Schoenstatt Italiana. A través de ellos, la Iglesia romana se da cuenta, más que antes, de la presencia del Movimiento de Schoenstatt. Como Presidencia Internacional, nos alegramos cuando ellos encuentran su hogar en Belmonte.
También la difícil situación financiera fue puesta de manifiesto. Para concluir el Centro Internacional son necesarios y urgentes muchos benefactores y apoyarlo con nuevas acciones benéficas.
(Dentro de poco: Informaciones sobre la nueva Página web: www.offerta.roma-belmonte.info )
Para darle vida al nuevo Centro, son necesarias personas de las diversas comunidades y de diferentes países que estén dispuestos trabajar en el lugar. Es necesario llegar a desarrollarse con conceptos pastorales.
En tal situación, un agradecimiento de corazón al Instituto de Sacerdotes por su gran y larga permanencia en Belmonte, sin la cual no tendríamos hoy el Centro y con ello inconcreta nuestra promesa de 1965.
¿Que queremos hacer como Presidencia Internacional para Belmonte?
Tomamos en serio la promesa hecha en 1965.
Al mirar el tamaño de los desafíos de Belmonte, experimentamos como Presidencia Internacional el desvalimiento y la pequeñez. Confiados en el obrar de la madre de Dios y la ayuda de nuestro Padre y Fundador, quisiéramos abogar para que el Centro de Belmonte llegue a ser conocido en todo el Movimiento internacional y en nuestras comunidades.
Quisiéramos invitar todos los Schoenstattianos a hacer de Belmonte nuestro proyecto internacional común, a apoyar al Instituto de Sacerdotes en la oración, así como personal y económicamente.
Para hacer presente nuestra corresponsabilidad como Presidencia internacional, hemos decidido encontrarnos una vez al año, en nuestra Jornada de reflexión, en Belmonte y sacar adelante caminos concretos de ayuda.
Entrega del Centro
El domingo, 29/6/2014, en el marco del rezo de las vísperas, entregamos en un sencillo acto de confianza en la Madre de Dios y en nuestro Padre, el Centro Internacional de Belmonte.
“Construyamos juntos con su Visión”
Este lema de Belmonte debe encender siempre y en todo momento al Movimiento Internacional de Schoenstatt y tomar en serio nuestra corresponsabilidad.
La autora es la Superiora General del Instituto Ntra. Sra. de Schoenstatt
Prédica de Mons. Dr. Peter Wolf, 29 de junio de 2014: San Pedro y San Pablo en Roma
Observaciones de la redacción:
Simultáneamente a la Jornada de Reflexión de la Presidencia Internacional fueron presentadas por la Gerencia de Comunicación del Centro Internacional de Schoenstatt en Belmonte, para ser elegidas, una serie de nuevas tarjetas postales. De las respuestas se producirá no sólo la selección de los motivos y la forma de las tarjetas postales, sino también una experiencia: ¡Belmonte vive! En el 2004 se transformó en el “Santuario de todos nosotros“… y permanece siendo el “Santuario de todos nosotros“.
Un eco desde Argentina:
“¡Qué magnífico. Estas imágenes me llevan directamente al día de la bendición del Santuario! ¡Que bello que está creciendo! ¡Magnífico! Llevo conmigo la nostalgia de aquellos bendecidos días de hace 10 años. En mi Santuario Hogar se encuentra el pequeño Cántaro recibido en aquel entonces. ¡Gracias, inmensas gracias! ¿Cuando puedo recibir las postales? Las quiero todas”.
Original: alemán. Traducción: Manuel Huapaya, El Callao, Perú
