BURUNDI, mda. Pascua –  la gran noche bautismal de la Iglesia. Quien quiera vivir cómo resucita la Iglesia de Jesucristo en esta noche en cientos de personas, tiene que viajar a Burundi en Pascua. Se hacen cristianos con Su palabra “Alegraos, no temáis” y cantan el aleluya sin parar. Así lo hace el padre Dr. Peter Wolf, rector general del Instituto de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, también en la pascua de este año 2014.

Abbé Gilbert Ndayishimiye recogió al padre Wolf en el aeropuerto el viernes santo. Es el párroco de una parroquia que tiene unos 60.000 feligreses, “de los que 194 llegarán al bautismo en la noche pascual”, observó inmediatamente. Así empieza la crónica del padre Peter Wolf sobre su pascua 2014 en Burundi.

Vigilia pascual en Gitega

Tras el encuentro con los padres de Schoenstatt en Bujumbura marcharon el sábado santo a Gitega, que se encuentra unos 1.000 m más alto en las montañas.

El padre Peter Wolf relata:

«En muchos lugares se veían los daños producidos por el enorme temporal, que costó la vida a muchas personas, hace pocas semanas. La carretera estaba cerrada al paso de camiones y en muchos puntos estaban inundadas las cunetas y, en algunas curvas, peligrosamente hundido el firme.

De camino pudimos hablar de muchas cosas: el estado de la candidatura, periodo intensivo de un curso con Abbé Lambert Nishimagizwe y el vasto camino para la fundación de la región de Burundi. Llegamos al cabo de dos horas.

A las 18.30 comenzó la vigilia con el fuego en la plaza de la iglesia y el acompañamiento de jóvenes y mayores. Tres coros se turnaban durante la liturgia, que duró hasta las 23.00 horas. Este año no hubo tantos bautizos en la ciudad. La parroquia del Buen Pastor tiene sólo 6.000 feligreses. Pero se podía ver la alegría de los 21 neocatecúmenos, que no sólo se secaban del rostro el agua bautismal, sino las lágrimas de la emoción y la alegría. Los padrinos estaban orgullosos detrás de ellos y les ponían constantemente las manos en los hombros, cuando el Abbé Jean-Marie les bautizaba con agua, les ungía con crisma o les imponía la vestidura blanca. La alegría pascual y el aleluya no tenían fin en los cantos y bailes tras la comunión. Después de la misa, les regalé a los monaguillos pequeñas cruces de la unidad que bendijo el Abbé Jean-Marie.

Tras un encuentro con dos jóvenes niños de la calle neobautizados, regresamos a la casa parroquial a las doce de la noche, para cenar; allí estábamos todos, también el tercer hermano del equipo parroquial y la secretaria”.

Domingo de pascua: un terreno cercano a la universidad

«A las 6.30 horas oí los cantos de la primera misa“, relata el padre Wolf. “Había quedado con el Abbé Jean-Marie para la misa mayor a las 9.00. De nuevo fue animada la liturgia por un coro de quizá 100 personas desbordantes de alegría. Jean-Marie predicó sobre la fuerza misionera, que surge de la pascua e hizo mención de que también trabajan en Europa  misioneros de la diócesis.

Tras la misa de pascua fuimos al terreno que los hermanos quieren adquirir. Cuando llegamos, observamos que se había descargado en el terreno material de construcción, piedras y arena. Aclaramos, hablando con el vecino, que era para el solar de al lado. El terreno es muy bonito. Totalmente soleado, durante el tiempo que estuvimos allí. Mide 1,7 ha y enfrente se acaba de construir la nueva universidad. Con ello están las acometidas de agua y electricidad aseguradas. Esto representa una gran ventaja con respecto a otros terrenos, que se encontraban en oferta.

La tarde la pasamos en la casa parroquial, con vísperas en la capilla de la casa y cena».

Lunes de pascua: visita a los niños de la calle en el monte santo de Burundi

Burundi sufre profundas heridas de la pasada guerra civil. En general son, como siempre,  los más débiles los que más sufren: los niños.

“Por la mañana visitamos la casa de los niños de la calle. El Abbé Jean-Marie tiene en este momento 151 niños huérfanos en custodia. Su edad media, entre 12 y 13 años. Un grupo me muestra cómo hacen las tarjetas que yo recibo siempre de ellos”, dice  el padre Wolf.

«Después viajamos al monte santo de Burundi, donde, según la fe de los antepasados, vive Dios. Es una montaña impresionante, con una gran vista hacia un país muy fértil. Allí arriba empezaron os misioneros cristianos. En el monte visitamos el “pequeño seminario”, en el que  Jean-Marie  está director espiritual y visitamos la antigua y hermosa catedral. Cerca hay una pequeña capilla con un cuadro de la MTA, donde en ese momento estaban haciendo un examen de catequesis de primera comunión.

En el monte surge ahora un gran centro espiritual. Es la meta de una peregrinación de todo el país el 15 de agosto. También hay una hermosa cueva de Lourdes, construida en la roca, donde renovamos la alianza de amor».

Recordar y contar

Por la tarde comenzó la jornada de pascua del Instituto en Bujumbura:

«Por la tarde viajamos a Bujumbura al encuentro con los candidatos y con los cursos en terciado. Cuando llegamos a la ciudad había un gran arco iris, como una promesa sobre la montaña donde se encuentra el Centro de Schoenstatt. A las vísperas en el santuario asistieron los hermanos de todas partes del país. Después de la cena tuvimos una primera reunión. Contándome a mí éramos 19 hermanos. Todos esperaban ya a los huevos de pascua de Alemania. Después, uno tras otro fueron contando experiencias de los últimos días. Algún diácono se alegró de poder cantar por primera vez el Exultet, otros jóvenes capellanes y párrocos relataban su compromiso como confesores en las largas noches de pascua. Muchos daban cifras de 100 y 200 o más catecúmenos, que pudieron ser bautizados en la vigilia pascual. Uno, que está destinado en la catedral de Ngozi, contaba con orgullo y alegría, que el obispo y con él ocho sacerdotes habían bautizado en la noche de pascua a 650 catecúmenos”.

La Iglesia es joven, la Iglesia crece.

Santidad de la vida diaria, testigos de esperanza y alianza de amor

«Tras las laudes pascuales con hermosos himnos polifónicos y salmos y el desayuno, empezamos a trabajar en dos grupos: el Abbé Jean-Marie, con los candidatos y el Abbé Lambert con los hermanos en primer periodo intensivo.

Los candidatos tratan el tema de la “santidad de la vida diaria”. El libro apareció en francés y Jean-Marie les introduce en el pensamiento de nuestro padre. Me incorporo en la segunda unidad y Jean- Marie dirige la conversación al futuro ideal de curso. El dirigente del curso, Sylvestre y otros relatan lo que para ellos ha sido importante hasta ahora. Los pensamientos giran en torno a la idea de ser “testigos de esperanza”. Quieren apostar por la esperanza en su país en construcción; quieren crear la esperanza por medio de la fe. Se han hecho importantes para ellos imágenes bíblicas de la esperanza, como Abraham, Job y María y especialmente la persona de nuestro fundador, el padre Kentenich. Les impresiona que nunca renunciara a la esperanza, a pesar de que a menudo estaba en situaciones críticas. Antes del almuerzo, celebramos la misa con nuestro neosacerdote,  Revocat, que hizo una hermosa reflexión pascual, según me aseguran los hermanos.

Por la tarde estuve con el curso que está en terciado. Lambert había hablado con ellos del acta de fundación de Schoenstatt y ellos habían trabajado el texto. Había gran interés en el trasfondo y las fuentes del acta de fundación al principio del movimiento de Schoenstatt. Estoy contento de haber tenido presentes los textos del nuevo libro sobre la alianza de amor.  Por la noche celebramos el cumpleaños de Leonidas y escuchamos más relatos interesantes sobre los días de pascua en el país. Muchos tuvieron la misión de bautizar a cientos, uno de ellos estuvo hasta semana santa con malaria. Un joven hermano de una parroquia con 100.000 feligreses, cuenta sobre 676 bautismos en la vigilia pascual. ¡En el último año tuvieron más de 1.000! El Abbé Ildephonse Sabokwigina informa más tarde de su nueva parroquia, en la que trabaja como párroco hace algunos años. En la vigilia realizó 140 bautizos y el domingo de Cuasimodo (27.4) bautizará a 400 niños, cuenta lleno de alegría».

Familia

El miércoles de pascua era el 51 cumpleaños del Abbé Jean-Marie Harushimana, responsable actual de Burundi. Es el vicario general de la  diócesis.

«Para el almuerzo llegamos los dos a la casa de los padres. Por la noche tuvimos una bonita celebración entre nosotros. Con la llegada del Abbé Gilbert somos 25.  Llamó por teléfono el sacerdote castrense Adelin Gacukuzi. Acababa de volver de un viaje con el presidente del país, visitaron a los solados en Somalia y África Central. También llegaron saludos de los hermanos que están estudiando en España, Argentina y Estados Unidos. Los hermanos tienen muy presente la jornada de pascua”, dice el padre Wolf.

«El santuario de todos nosotros“

«El santuario de todos nosotros“, en Roma, en Belmonte, está también presente en Burundi y es el tema del último día, el viernes de pascua. Justo ahora que está de actualidad su misión para la Iglesia renovada, según la visión del padre Kentenich – de los pobres, de los peregrinos unidos fraternalmente, de la Iglesia misionera llena del Espíritu, que tanto se parece a lo que el Espíritu de Dios inspira al Papa Francisco entre nosotros, aquí y ahora:

“Están casi todos los hermanos- menos los que están estudiando en el extranjer. Jean-Marie conduce la reunión y da el correspondiente impulso sobre la apertura del año jubilar en Schönstatt, el 18 de octubre de 2013. Después me pide que informe sobre las celebraciones previstas en Schönstatt y en Roma, lo que hago con sumo gusto.   Aprovecho la ocasión para hablar sobre Belmonte y todo lo que hay que hacer allí hasta entonces. A continuación Lambert relata ampliamente la Conferencia de la Dirección en el Monte Moria. Su presencia fue importante para los hermanos. Tras una pausa tratamos el tema del terreno de Gitega, del que también Lambert había hablado en la Conferencia. Falta el tercer plazo de 15.000 francos. Los hermanos se declaran dispuestos a asumir cada uno 180 intenciones para tener el dinero disponible en los próximos seis meses.

Para finalizar celebramos la eucaristía en el santuario y nos quedamos un buen rato de sobremesa tras la comida. Después se van poco a poco los hermanos hacia sus parroquias, donde el fin de semana vuelven a tener trabajo. Adelin me invita a visitar a las hermanas de Mutumba entre las 16 y las 19 horas, y les damos una gran alegría. Celebran este año el 50 aniversario de la bendición de su santuario. Surge una hermosa conversación sobre Belmonte…”.

Original: alemán – Traducción: M Paz Leiva – Madrid – España

BURUNDI, mda. Pascua –  la gran noche bautismal de la Iglesia. Quien quiera vivir cómo resucita la Iglesia de Jesucristo en esta noche en cientos de personas, tiene que viajar a Burundi en Pascua. Se hacen cristianos con Su palabra “Alegraos, no temáis” y cantan el aleluya sin parar. Así lo hace el padre Dr. Peter Wolf, rector general del Instituto de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, también en la pascua de este año 2014.

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