Publicado el 2014-03-25 In Vida en alianza

En el Año Jubilar: Fiesta de la Vida Religiosa y Consagrada junto al Santuario de Bujumbura

BURUNDI, Hermana M. Lisette Seitzer. En vista de que Schoenstatt celebra este año el centenario de su fundación, la Comisión para los Institutos Religiosos y de Vida Consagrada – de la Diócesis de Bujumbura – decidió celebrar la jornada dedicada a ellos, el 2 de febrero de 2014, en el Santuario de Gikungu. Esta jornada fue bien preparada por una comisión en la que estaban representadas todas las comunidades.

Sumando sacerdotes, religiosas y religiosos, y miembros de institutos seculares, se reunieron en el Santuario más de ochocientas personas. La mayoría de ellos hizo una visita personal al Santuario antes de ocupar su lugar en la procesión formada frente a la Iglesia de peregrinación. Se puso en movimiento a las 9,30 hs. encabezada por la Imagen Auxiliar: réplica de la Peregrina Original de Don João Pozzobon (iniciador de la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt). La llevaban dos Hermanas de María. La seguían a continuación, portando velas encendidas, todos los representantes de la vida religiosa y consagrada. Después de ellos, e incluso dentro de la Iglesia, iban dieciocho sacerdotes. Se alternaban los cantos entre un coro de religiosas y otro del Monte Sión. Monseñor Gabriel fue el celebrante principal. El Kyrie fue rezado por los representantes de tres comunidades, y las lecturas proclamadas por otras dos comunidades.

Ser luz del mundo: don y tarea

En la homilía, Monseñor Gabriel animó a todos los presentes y sobre todo a los religiosos y consagrados, a ser luz para el mundo siguiendo el ejemplo de Nuestra Señora que llevó en su seno a Cristo, Luz del mundo, para darlo a los hombres. Puso el acento sobre todo en este año jubilar, en agradecimiento por la luz que brilla para el mundo desde el Santuario de Schoenstatt, ahora ya desde hace cien años en el lugar de origen y cincuenta en Burundi. Además subrayó que el Santuario es un don para todos, donde la Sma. Virgen los espera para otorgar sus tesoros de gracias. Y que todos los que llegaron hoy en peregrinación a este lugar, lo hicieron expresamente para recibir estas gracias jubilares.

Muchas ocasiones para ser «luz del mundo»

La oración de los fieles fue proclamada por diversas comunidades. Fue conmovedora la procesión del ofertorio con la que las comunidades expresaban sus contribuciones para la Iglesia y para el mundo

Cinco comunidades ilustraron de diferentes maneras su compromiso apostólico como «luz del mundo «,  llevándolo simbólicamente al altar.

Las Hermanas de María tenían, por ejemplo, la tarea de expresar que su trabajo es para la Nueva Evangelización: Hicieron una miniatura del Santuario que la Hna. Mariette llevó al altar, y explicó cómo está ayudando el Santuario de la Nueva Evangelización de Burundi. La Hna. Mariette estaba acompañada por una familia – esposo, esposa, hijo – que llevaba una Peregrina y una gran vela decorada con flores, explicando que la Mater con su Hijo es llevada a las familias que se tornan así en luz del mundo.

La tarea de la comunidad de Don Bosco fue presentada por un estudiante y un artesano que explicaron lo que hacen por la juventud.

Las «Hijas de la Caridad » llevaron una bolsa llena de víveres, mostrando cómo buscan y cuidan a los niños de la calle.

Dos Hermanas de Santa Bernardita llegaron con dos bebés, huérfanos, expresando con ello que su servicio a la Iglesia se refleja en su preocupación por los huérfanos.

Las Hermanas «Bene Mukama» se presentaron con un señor anciano y débil, y un niño discapacitado, contando lo que hacen por los ancianos y los deficientes. A continuación los jóvenes llevaron al altar el pan y el vino. Era una hermosa procesión de ofertorio presentada de una manera verdaderamente única y conmovedora.

Agradecer, bendecir, enviar

También la acción de gracias al final de la Misa fue muy especial. Después de un cántico rítmico y alegre que invitaba a todos los fieles a bailar, hubo algunos discursos. El P. Hermenegildo habló del Jubileo y la gran alegría de la Familia de Schoenstatt por poder saludar aquí, en este año, a los miembros de vida religiosa y consagrada y compartir con ellos de buena gana todas las gracias del Jubileo. Monseñor Gabriel agradeció por esta celebración de la vida religiosa y consagrada tan bien preparada y deseó a todos superabundantes bendiciones. Todavía dio algunas notas acerca de como todo el mundo puede y debe ser la luz del mundo. Fray André, responsable de la preparación de la fiesta, agradeció a todos los que contribuyeron para su realización y tomó el tema del día: salir para ir al encuentro de los hombres de las periferias de la sociedad, para llevarles la Buena Nueva…

Unidos a la Sma. Virgen, feliz conclusión

A continuación fueron todos en procesión al Santuario donde se rezó la oración de consagración a la Virgen y se dio la bendición final.  Después de eso, todos fueron invitados al Centro de Formación que estaba adornado para la fiesta. Allí les esperaba una comida ligera. Una Hermana recitó una poesía y las novicias de las Hermanas «Bene Mukama» dieron con sus bailes un ambiente de alegría a la celebración. También hubo discursos de agradecimiento. En el mismo contexto, el Jubileo de Schoenstatt fue recordado más veces y celebrado por todos los presentes. Monseñor Gabriel hizo hincapié en que las Hermanas de María fueron las primeras en llegar a  Burundi y atreverse a la fundación, que trabajan discretamente, como la Sma. Virgen, que hicieron mucho, activamente y con eficacia. Las siguieron muchas otras comunidades: Padres de Schoenstatt, Hermanos de María, Rama de Madres de Schoenstatt,  Juventud, Círculo de Peregrinos… Fue, de veras, una hermosa experiencia constatar como las diversas comunidades en  Burundi forman, en su variedad, una gran familia, colaboran para el bien de la Iglesia y de la sociedad y, una vez al año, también lo celebran en común.

Original: alemán. Traducción: Kikito Vázquez, Asunción – Paraguay

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En el Año Jubilar: Fiesta de la Vida Religiosa y Consagrada junto al Santuario de Bujumbura

BURUNDI, Hermana M. Lisette Seitzer. En vista de que Schoenstatt celebra este año el centenario de su fundación, la Comisión para los Institutos Religiosos y de Vida Consagrada – de la Diócesis de Bujumbura – decidió celebrar la jornada dedicada a ellos, el 2 de febrero de 2014, en el Santuario de Gikungu. Esta jornada fue bien preparada por una comisión en la que estaban representadas todas las comunidades.

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