PERÚ, Queca Espinoza. Con alegría, los misioneros de Arequipa recibieron la visita del Padre José Luis Correa, asesor nacional del Movimiento en Perú. Él fue invitado por el Arzobispo de la ciudad, Javier del Río, para dar un curso a los sacerdotes de la arquidiócesis “Cómo educar el corazón y los afectos de la vida del sacerdote”. Y se dio un tiempo para dar una charla a los misioneros, compartir un rico almuerzo arequipeño y celebrar la Santa Eucaristía en la Iglesia de la Tercera Orden de los Franciscanos.
“Schoenstatt es un movimiento apostólico”, dijo en la prédica, “entonces preguntémonos ¿cómo está nuestra actitud de apóstoles, de discípulos misioneros de Jesucristo?, que lo que hemos recibido gratis lo demos a otros. No tenemos el derecho de imponer lo nuestro a nadie pero tenemos el santo deber de proponerlo a otros de una manera atractiva; que los demás puedan ver y decir qué es lo que tienes tú que se te ve feliz, creativo, generoso, sacrificado; cuál es el misterio, cual es el secreto. Y poder decir: mi secreto está en mi relación, en mi vinculación a la Virgen María en esa Alianza de Amor que he sellado con Ella; eso me une a Ella afectivamente y me asemeja a Ella efectivamente”.
Ella es la gran Misionera
Al terminar la Santa Eucaristía hizo el envío de una misionera con las palabras que tantas y tantas veces se repiten en el compromiso misionero: “Ella es la gran misionera, Ella obrará milagros”.
Se despidió prometiendo volver para tomar la Alianza de Amor a todos los misioneros en el mes de diciembre. En Arequipa, el Movimiento de Schoenstatt está surgiendo recientemente gracias a los misioneros de la Campaña de la Virgen Peregrina.
