ZIMBABUE, Marlene Peters. El 21 de febrero fue otro día especial en la historia de nuestra Familia de Schoenstatt en Zimbabue, que una vez más tuvo el privilegio de ser testigo de la consagración de una Alianza de Amor entre un miembro del Movimiento de Schoenstatt y nuestra Madre Tres Veces Admirable. La ceremonia se llevó a cabo en casa  de Sheila Coleman, donde está el “Santuario Altar” – el altar para un futuro santuario – durante una hermosa misa, llena del Espíritu Santo.

Después de varios meses de intensa preparación, Niel Petersen selló su Alianza de Amor con la Santísima Virgen. El P. Kizito Kiyimba, S.J. fue el celebrante. Después del himno de entrada, “Santo Dios, bendecimos Tu Nombre”, el P. Kiyimba dijo en su mensaje inicial que una de las cosas que había llegado a entender sobre Schoenstatt era la naturaleza apostólica del Movimiento y que buscaba llevar la Iglesia a los hogares y a la familia con María. El año anterior estuvo en Cape Town y se hospedó en Schoenstatt Constantia. Le gustó mucho conocer a las Hermanas y se familiarizó con el santuario. Espera regresar pronto, ya que pertenece a la Legión de María y se considera a sí mismo un Hijo de María.

Tomando en serio el rol de María

En su homilía el P. Kizito dijo que lo que él había comprendido en su breve encuentro con Schoenstatt era que Schoenstatt se toma en serio el papel de María. Debemos esforzarnos por ser amigos de María, estar cercanos a ella. Somos enviados con el beneplácito de María, nuestra Madre. En referencia a las lecturas, dijo que María, como una joven judía, debe haber conocido sobre Esther en la Tora, la forma en la que Esther pedía la ayuda de Dios antes de enfrentarse al enemigo. Nosotros deberíamos hacer lo mismo, pedir ayuda a Dios, buscando las palabras o acciones que sean necesarias en cualquier enfrentamiento que lleguemos a tener. Recordemos que Dios nos ha precedido. Nosotros, como Moisés, estaremos en “Tierra Santa” y deberíamos “quitarnos los zapatos”. En nuestras oraciones, recordemos que Dios está entre nosotros, con nosotros.

El nuevo Israel

Niel pidió ser admitido en la Familia de Schoenstatt. Recuerden, la bendición de Dios conlleva responsabilidad. Él está siendo enviado, al igual que nosotros. Otra responsabilidad es tratar a otros como queremos que nos traten. Esta fue la regla de oro de Jesús. Deberíamos mantener la oración de Esther en nuestros corazones. Todos somos elegidos, los hijos de la fe, el nuevo Israel. Recordemos el verso del salmo responsorial, “Cuando llamé, respondiste e incrementaste la fuerza de mi alma.” Para finalizar, el P. Kizito dijo, “Siempre empiecen, avancen y terminen e Dios.” Pertenecemos a una familia que tiene a la Madre de Dios como madre nuestra.

Me consagro a ti en este día… todo mi ser

Siguió el rito de la Alianza de Amor, que es una hermosa oración de dedicación. Todos se conmovieron por ella y se sintieron incluidos en sus palabras. Escucharon de nuevo las palabras del Documento de Fundación: “No se preocupen por la realización de su deseo. Yo amo a los que me aman.” Y las del P. Kentenich, “Creo firmemente que no se perderá nadie que permanezca fiel a la Alianza de Amor.” Se bendijeron la medalla y la vela de alianza y todos se unieron al final para renovar la Alianza de Amor rezando “¡Oh, Señora mía, oh Madre mía…!”. La misa continuó con el ofertorio mientras todos cantaban “Yo, Señor de Mar y Cielo”, la Comunión, el himno “Ten paz porque yo soy el Señor”  y la bendición final. Después todos cantaron “María Inmaculada” y desfilaron hacia el cuarto santuario cantando “Cobíjanos en tu Manto” para agradecer a nuestra Madre Tres Veces Admirable.

¡Feliz cumpleaños!

Niel había recién cumplido 60 años el 19 de febrero, así que se merecía un doble festejo. ¡Nos convidó de una comida deliciosa y un gran y magnífico pastel de cumpleaños de chocolate! ¡Ningún evento serio de Schoenstatt omite unos manjares compartidos después del evento en un estilo realmente familiar!

“Creo que la tendencia que hemos iniciado, de tener nuevas consagraciones de la Alianza de amor y renovar las que se habían hecho en años previos, así como las muchas contribuciones al Capital de Gracias, formarán un regalo apropiado cuando celebremos el centenario de Schoenstatt en el 2014.”

Original: Inglés. Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México

ZIMBABUE, Marlene Peters. El 21 de febrero fue otro día especial en la historia de nuestra Familia de Schoenstatt en Zimbabue, que una vez más tuvo el privilegio de ser testigo de la consagración de una Alianza de Amor entre un miembro del Movimiento de Schoenstatt y nuestra Madre Tres Veces Admirable. La ceremonia se llevó a cabo en casa  de Sheila Coleman, donde está el “Santuario Altar” – el altar para un futuro santuario – durante una hermosa misa, llena del Espíritu Santo.

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