ALEMANIA, Hna. Anne-Meike Brück, Karin Abel, Petra Maiworm. Del 22 al 27 de octubre viajaron a Roma 18 señoras del círculo schoenstattiano Señoras separadas o divorciadas para expresar allí en forma especial su alegría y agradecimiento por los 10 años de existencia de este círculo. A partir de la Rama de Señoras y Madres del Movimiento de Schoenstatt de Alemania, se formó en el 2002 un grupo de señoras, que conocía la situación después de la separación o el divorcio a través de su propia experiencia. Desde entonces que ellas ofrecen apoyo a otras mujeres que se encuentran en esta situación. Esto se hace en reuniones o seminarios de fines de semana, en el contacto personal a través de la comunidad que ya existe y en la oración.
Los encuentros abren nuevas perspectivas. Las mujeres encuentran el coraje para entender este cambio radical de vida como una oportunidad para un nuevo comienzo. El grupo es apoyado por una Hermana de María de Schoenstatt.
Experiencia Roma
Petra Maiworm y Karin Abel dieron un testimonio personal de sus experiencias durante la peregrinación a Roma:
«Muchos caminos conducena a Roma» – como peregrinas con la intención de una peregrinación de acción de gracias, interpretamos nuestro camino a ese lugar como algo muy especial.
En el programa estaba contemplada la visita a la antigua Roma del Coloseo, del Foro Romano, la Iglesia de Santa María en Trastévere, como también la visita de varias basílicas. Aquí tuvimos muchas veces la posibilidad de ofrecer nuestras oraciones y cantos de alabanza. Nuestra Virgen Peregrina estuvo siempre con nosotras y nos acompañó a cada paso.
Momento culminante: Audiencia General
El momento más importante de nuestra peregrinación fue la audiencia general el 24 de octubre con el Santo Padre. Pudimos estar muy cerca de él (casi al alcance de la mano). Se nos prometió que estaríamos en primera fila, aunque esto parecía imposible. El Santo Padre nos fascinó con su calidez, cómo él bendecía a toda la gente y en especial cómo le demostró su amor a las personas minusválidas. El Papamóbil hizo una pausa directamente frente a nosotras y él bendijo varias veces a una pequeña niña impedida con una devoción conmovedora. También él se dio cuenta de nosotras a través de nuestros cantos y gritos de júbilo mientras teníamos a la Sma. Virgen en nuestras manos. El Santo Padre nos dio su bendición.
Experiencia Santuario
La llegada al Santuario de las Hermanas de María en Roma algunos días después luego de una larga caminata, fue como una visita en el paraíso. El Padre Ludovico Tedeschi, Director del Movimiento de Schoenstatt en Italia, vinculó en su prédica el encuentro con el Santo Padre. Se refirió al Sínodo de los Obispos que se realizó en esos días en Roma y que tiene como fin la Nueva Evangelización. La iglesia nos abraza a todos con sus amorosos brazos, tal como el Santo Padre lo hizo durante la audiencia.
El Padre Ludovico Tedeschi nos dio ánimo y al mismo tiempo nos hizo el encargo de hablarle a otras personas de esta iglesia, que acoge a todos con amor, tal como lo hacen las columnas en San Pedro, las que también acogen a los peregrinos.
En esta peregrinación a Roma nuestro círculo de señoras se ha acercado mucho más. Pudimos compartir juntas este hermoso tiempo, pudimos profundizar nuestra fe y fortalecer el sentido de comunidad que nos ayuda, porque no estamos solas. Tenemos una aliada en la Alianza muy fuerte. Y nuestra iglesia acoge a cada una de nosotras con sus grandes brazos. Allí somos bienvenidas y valoradas.
